Era todo un precioso y extenso pinar hasta donde llega la vista y más. Ardió el 2012: 25.000 hectáreas. |
Me ha
sorprendido escuchar por la radio, de la boca de la mismísima “consellera” de
Medio Ambiente, que ha asumido, de modo "muy responsable", el recorte de 30.000.000 euros al presupuesto de su departamento, pues entiende que es prioritaria la
sanidad, la educación y la asistencia social, y el dinero no llega para todo,
por decirlo de algún modo.
La
señora “consellera” tiene razón. Son prioritarias la sanidad, la educación y la
asistencia social. Pero, ¿no había otro sitio de dónde recortar? No lo sé. La verdad
es que no lo sé. Yo, ciudadano de a pie, esas cosas no las sé.
Lo que
sí sé es que el medio ambiente de la Comunidad Valenciana, parques naturales
incluidos, está al borde del desastre. La sequía, las altas temperaturas, las
plagas, el abandono de caminos, campos y pinares, la regeneración sin control
de amplias zonas quemadas…
La
combinación de un ecosistema frágil, como es el mediterráneo, con el cambio
climático y el abandono del medio rural, nos llevará inevitablemente a una
catástrofe medioambiental sin precedentes. Y no es catastrofismo. No hay
más que salir al monte para verlo.
Sin
embargo, parece ser que esto no les asusta demasiado, o que ni lo ven. De ahí
la mansa aceptación del recorte y el silencio de los ecologistas, curioso por
cierto. Esta es mi lectura de las palabras de la “consellera”. Ni conocen la
realidad medioambiental, ni les importa. Tienen otras prioridades. Por eso se
acepta tranquilamente y responsablemente un recorte de 30.000.000 de euros.
Esto es lo que me decepcionó y me preocupó. Esa mansedumbre sin alternativas.
Porque,
en verdad, pienso que ese recorte no es el problema, pues la solución no la va
a dar el dinero, por mucho que inviertan. La solución está en alcanzar un
consenso político, para trazar un plan de gestión medioambiental a largo plazo, que tenga como eje la revitalización del mundo rural y la “productividad” del
medio natural.
Convertir
la naturaleza en un inmenso parque para el disfrute de los urbanitas en
vacaciones y fines de semana es económicamente inviable. La naturaleza tiene
que ser “rentable”, como era antaño. Sólo así podremos conservarla. La no
intervención en el medio natural, como preconizan ciertas corrientes
ecologistas, es el camino más directo a su destrucción.
No, no
es cuestión de más o menos dinero. Es algo mucho más complejo. Hay que conocer
de verdad la realidad, ponerse de acuerdo, mirar a largo plazo, desechar prejuicios, ser creativos, escuchar
a los técnicos…y luego ya hablaremos del dinero.
Pero
de momento, para este verano, ni una cosa ni la otra. ¿Cómo lo veis? Y para hoy
sábado ya dan 33ºC de máxima, y viento.
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