Queremos
felicitarte, Juan, en el cuarto aniversario de tu ordenación sacerdotal,
dedicándote y compartiendo en el blog, este bonito texto de la liturgia de las
horas. Es un texto que conocerás bien, es un texto para leerlo despacio,
saboreando las palabras, dejándote llevar por esa paz que desprende, dejándote
envolver por el calor de esa mirada que llena de estrellas la oscura noche y te
lanza de nuevo al camino.
Amo
Señor tu sendas, y me es suave la carga
que en
mis hombros pusiste;
pero a
veces encuentro que la jornada es larga,
que el
cielo ante mis ojos de tinieblas se viste,
que el
agua del camino es amarga, es amarga,
que se
enfría este ardiente corazón que me diste;
y una
sombría y honda desolación me embarga,
y
siento el alma triste, hasta la muerte triste...
El
espíritu es débil y la carne cobarde,
lo
mismo que el cansado labriego, por la tarde,
de la
dura fatiga quisiera reposar...
Mas
entonces me miras... y se llena de estrellas,
Señor,
la oscura noche; y detrás de tus huellas,
con la
cruz que llevaste, me es dulce caminar.
¡Feliz aniversario y que Dios te bendiga!
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