La luna llena de esta noche, desde la terraza de mi casa. |
El
verano, como la primavera, el otoño y el invierno, podía ser bonito para el
monte, si no fuera porque lo estropeamos nosotros, demasiadas veces, de mil
maneras. La peor, el fuego. Pero bueno, recibámoslo con un corto y curioso
poema de Manuel Machado. Pongámosle buena cara, porque después de todo, no es
el verano quien nos quema los montes, ahora Vallanca, en el Rincón de Ademuz,
sino nuestra incorregible estupidez.
Ahí va
el poemita.
Frutales
Cargados.
Dorados
trigales...
Cristales
ahumados.
Quemados
jarales...
Umbría
sequía,
solano...
Paleta
completa:
verano.
verano.
Sí, ojala sea paleta completa, y no negro y gris bajo el
azul.
Y otra cosa, ésta curiosa. Entrará de aquí un rato, pasados
34 minutos de las 12, o sea mañana martes. Y esta noche es luna llena. ¿No lo notáis los licántropos? Desde hace 70 años, no coincidía el solsticio de verano con un plenilunio.
¡Feliz verano!
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