Hoy me
he enterado de que ese programa llamado “Masterchef celebrity”, no sólo bate
records de audiencia, sino que le han dado no sé qué premio. ¡Qué le vamos a
hacer!
Resulta
que el programita en cuestión, cualquier “masterchef” de los varios que se han
inventado, me resulta repulsivo y profundamente desagradable. Explico los
motivos en una entrada que puse en el blog el día 14 de marzo de 2014 y en otra, el 18 de enero de 2017. No los aguanto.
Además, resulta también que esos que llaman
famosos, con perdón, me la traen floja, ¡vamos! que me importan un bledo. No
veo ningún interés en el hecho de ver sometidos a esos señores al juego absurdo
de semejante “reality show”.
Por
esto, el unir ambas cosas, “famosos” y el programita de marras, es, para mí, el
colmo de la estupidez televisiva. Para mí, pero no para muchísima gente, por lo
que veo. Y ese es el problema. Cada vez entiendo menos el mundo en el que vivo.
Y no es cómodo. Ni me gusta.
Pero
es, aunque no me guste.
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