¿Caben o no dos coches en la manchita roja?
Antes
era fácil aparcar en mi calle y todos los vecinos teníamos sitio. Ahora, por
diversos motivos ya no es tan fácil. Y esto ha provocado una situación que se
repite casi todos los días y que no siendo grave me da mucha rabia.
Hay un
tramo, en el que caben perfectamente dos coches, a no ser que uno sea muy grande, situado entre un paso de cebra
y un vado. A mí me parece de sentido común aparcar de tal modo que se pueda
aprovechar el espacio para que podamos estacionar dos vehículos.
Tan
fácil como ajustarse al paso de cebra por delante o al vado por detrás. Además
luego es cómodo salir en cualquiera de los dos casos.
Pues
no, casi siempre hay vecinos que ellos solitos ocupan todo el espacio dejando
el coche en medio, bien ancho. No lo entiendo.
Y en
cualquier caso el hecho indica una actitud de esas de yo, yo y yo, y los demás
que se jodan, o que les den. Claro que esa actitud puede ser inconsciente, es
decir, típica de la gente que no piensa en los demás porque así está educada y
a eso está acostumbrada, en cuyo caso no hay “conciencia de pecado”; o puede ser plenamente consciente, caso este que indica que quien esto hace es una mala
persona, un perfecto cabrón.
Pero
es lo que hay. A mí me entran ganas de escribir una notita que diga algo así
como:
Buen
hombre, amantísimo vecino, haga usted el puñetero favor de aparcar pensando en
los demás. Tire usted un poquito “palante” o un poquito “patrás” y así cabremos
dos.
Muchas
gracias.
Pero
no lo hago porque el asunto no es tan grave, hay otros sitios para aparcar
próximos, y hay lodazales en los que es mejor no aventurarse. Y porque en
realidad, más que el hecho en sí, lo que me da rabia es la actitud que se
esconde detrás, y eso no lo puedo cambiar. Tan solo sufrirlo, como las… ¡Bueno!
Pero no en silencio.
Problemillas
de vivir en sociedad.
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