Lo que
es la meteorología. El domingo se anunciaban tormentas por el sur de la Ibérica
que se acercarían a la costa, pero sin llegar a ella. Y buena tarde tormentosa
hemos tenido. ¡Qué cosas! No ha llovido mucho, ocho litros, pero ha llovido, y de rayos y
truenos hemos tenido buena ración. Pero ¡que agradable se queda la tarde
después de una tormenta! Limpia, fresca, aromática…
A mí
no me ha pillado por pelos, pues he salido a hacer una ruta larga esta tarde
por la Calderona y, viendo el cielo, he decidido acortarla, pero aun así, como
la tormenta avanzaba más deprisa que yo, he tenido que acortarla más aún.
Lo
dicho, por pelos no me he dado un buen remojón, lo que no me hubiera molestado nada.
Son los rayos lo que me da miedo, y más desde que, hace años, nos alcanzó uno
de refilón. Susto gordo y celebración nocturna por haber vuelto a nacer. Fue en
el Pirineo francés.
Aquí
tenéis algunas fotos; oscuritas, pero es que así estaba la tarde.
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