Los Infiernos desde la cima de Garmo Negro.
Evocando
las grandes ascensiones otoñales. Antes de las primeras nieves, he subido
algunas de las cimas más altas del Pirineo. Este año, los cuatro tresmiles del
macizo de Argualas.
El
verano es tiempo de altas cimas, grandes marchas, travesías de ensueño. Es
tiempo de acampar alto, de bajar al pueblo cuanto menos mejor. De emplearse a
fondo. De liberar tensiones y frustraciones acumuladas durante el año. El
verano me suele dejar bien, a gusto…
Pero
hacia finales de agosto, empiezo a echar de menos la luz tamizada de los meses
otoñales, el frío, los días cortos, los bosques, los prados dorados.
Septiembre
y octubre son meses de grandes cimas, sin problemas de nieve, o bajo un nuevo
manto blanco que las embellece, sin ser obstáculo para su ascensión. Cimas que
son el colofón de la temporada.
Pero
también es tiempo de prudencia, de consultar los partes y vigilar el cielo.
Alrededor del equinoccio, a menudo no muchas semanas después, suelen venir las
primeras borrascas de nieve, desplomes serios de las temperaturas, vientos
violentos y súbitos, grandes hielos… y pueden matar.
Es tan
hermosa como peligrosa la alta montaña en estos meses otoñales. Y son entonces tan
dulces y amables los valles.
Si
quieres la descripción de la ascensión está en la entrada del 26 de septiembre
de 2016, en la sección Ascensiones pirenaicas. Si quieres ver las fotos pulsa Ascensión al macizo de Argualas.
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Recuerdo también los ecos secretos del silencio; la transparencia helada del vacío cristalino. Ese mundo se recoge en mí, más presente que el real, más vivo que la vida misma. Y me llena. Y me rodea. Y me protege.
FRASES PARA PENSAR.
SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.
Cervantes en el Quijote.
domingo, 30 de octubre de 2016
Evocando las grandes ascensiones otoñales...
sábado, 29 de octubre de 2016
Esto le pido a Mariano Rajoy.
Publico
hoy, otra vez, la entrada que ya publiqué el 20 de diciembre de 2015. Pero
hoy, por fin, ya tiene un destinatario. En cualquier caso, esto es lo que le pedía hace un año a quien fuera a ser el presidente, sin saber quien iba ser. Es lo mismo que pido hoy.
Sr. Presidente:
Le doy
la enhorabuena, le presento mis respetos, y le expongo a continuación diez
cuestiones que, a lo largo de su gestión, me gustaría tuviera en cuenta. Algunas, bastantes, sé que las tiene muy claras, lo ha demostrado muchas veces. Otras, no lo sé.
1ª Trabaje por la justicia
social. El trabajo, la sanidad y la educación para todos. Pero hágalo no desde
planteamientos ideológicos sectarios, sino desde una gestión seria y prudente.
2ª Dedique el tiempo y el
esfuerzo que hagan falta a alcanzar con todas las fuerzas políticas un pacto
por la educación. Necesitamos un sistema educativo coherente y estable, y que
dure años y años.
3ª Cierre definitivamente la
herida de la Guerra Civil. No utilice viejos rencores para obtener apoyos. No
permita que sigan inyectando en la juventud el revanchismo que más de uno aún
conserva.
4ª Dignifique el parlamento.
Trabaje porque las sesiones parlamentarias sean constructivo diálogo y no
enfrentamientos dialécticos estériles. Respete a la oposición, escúchela. No se
oponga a ella por sistema. Ahora no puede hacerlo.
5ª En la próxima campaña
electoral, exponga lo que ha hecho y lo que quiere seguir haciendo, y deje a
los demás en paz. Aunque los demás no le dejen en paz a usted.
6ª Vigile muy atentamente a su
gobierno, a su partido, y si detecta posible corrupción, identifíquela,
reconózcala públicamente y ponga a los responsables en manos de la justicia.
Pero no utilice la corrupción de las personas como arma contra los partidos a
los que pertenecían. No es justo.
7ª Nadie tiene la verdad
absoluta. Usted tiene la autoridad, pero no la verdad. La verdad la compartimos
todos. Respete a quienes no son de su cuerda, a los que no piensan ni viven
como usted.
8ª Sea prudente y realista en
su gestión, de un modo muy especial con la gestión económica. No se meta en
aventuras sin futuro. Aúne en usted y en su gobierno la ilusión por cambiar el
mundo de la juventud, con la experiencia de los veteranos, con la sabiduría de
los ancianos.
9ª Deje atrás de una vez por
todas los conceptos derecha e izquierda para explicar la realidad. Hoy en día
es todo mucho más complejo. Esas palabras, hoy, no tienen contenido. Seguir con
esa cantinela es una forma burda y simplona de entender el mundo.
10ª Respete la Constitución, y
si quiere cambiarla, hágalo dentro de ella misma. Utilice los mecanismos que
tiene para ello. No la rompa. Transfórmela, mejórela, adáptela, pero no la
rompa.
Tenga usted, y tengamos nosotros,
una legislatura constructiva y serena que nos permita progresar en paz. Tenga
usted una legislatura que me quite las ganas que ahora tengo de largarme de
esta España a la que tanto quiero, incapaz de enfrentarse a su propia historia,
incapaz de mirar definitivamente al futuro con ilusión.
jueves, 27 de octubre de 2016
¿Por qué no a las reválidas?
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¡Qué más prueba de manipulación que esta pancarta? |
Aunque
ayer y hoy estoy con mi faringitis otoñal, que me deja hecho una piltrafilla,
no me he podido aguantar, y esta tarde, que estaba algo mejor, me he decidido a
escribir, advirtiendo que quizá mi estado físico, con sus incómodas
alteraciones térmicas, me lleve a ser un poco más vehemente de lo habitual.
¡Todos
contra las reválidas, padres, alumnos y profesores!¡Vaciemos las aulas! Eso
decían ayer los libertadores, cuentan los periódicos. Hasta es posible que
algunos demócratas, de esos de toda la vida, griten, ¡tomemos la calle!
No, no
es cuestión de tomar nada, como no sea una cerveza con los amigos. Porque esto
de las reválidas no es asunto político. Es algo muy práctico y muy lógico, y se
debe abordar desde la honestidad, la responsabilidad y el sentido común. Y
tomárselo con calma. Hablar mucho, dialogar mucho, consensuar mucho. Y desde
luego, ni Franco ni el franquismo tienen vela en este entierro.
Todo
sistema necesita controles de calidad, de lo contrario se deteriora. El sistema
educativo también. Y la manera más clara, objetiva y transparente de hacer este
control de calidad son las reválidas. La reválida controla, evaluando, al
alumno, al profesor, en cierto modo a los padres y, en definitiva, al sistema
en su conjunto.
¡Claro
que es mejor no mirar la realidad! Todos más tranquilos. Los alumnos, menos
presión, algunos ninguna; ni el verano se les fastidia ya, hagan lo que hagan
durante el curso. Los profesores, más cómodos, ya que no nos pueden descubrir
lo que no hemos hecho bien. Los papás más felices, al no tener que enfrentarse
al hecho, poco agradable, de que su niñito no da para más, o sí da pero es un
jeta, o tiene serios problemas que mejor no tocar…
¡Qué
bien! No controlamos nada y todos tan contentos. Ojos que no ven corazón que no
siente. Esto es lo que miles de estudiantes, apoyados por algunos de sus
profesores y alentados por ciertos papás, pidieron ayer en las calles. ¡Flipante! No evaluamos nuestro
trabajo y así mejor. Mejor que nadie vea mis trapos sucios. Mejor que nadie
pueda comparar, objetivamente, los resultados académicos de los diferentes
centros. Mejor no enterarse de que el sistema educativo español, politizado
hasta la náusea, está en quiebra.
Ahora
bien. Estoy seguro de que si a uno de esos voceros, que soliviantan a las masas
acríticas, se le retuerce una tripa o le cae una teja al cráneo, querrá el mejor
de los médicos. Y si necesita un abogado, un informático, un fontanero, un
bombero o un dependiente en una tienda, querrá que sepa de qué habla, que sepa
qué hace y cómo hacerlo. Y para tener esto, que todos queremos, hay que
seleccionar. Aunque no quede bonito. Aunque no sea políticamente correcto.
Las
reválidas, bien planteadas, no son discriminatorias. ¡Ojo, bien planteadas! No
aumentan el fracaso escolar y el abandono. Más bien al contrario, porque ponen
a cada uno en su sitio, para que desde allí, desde su sitio, puedan dar lo
mejor de sí mismos. Si quieren. Pero ese sitio tiene que existir, claro.
Que la
forma de abordar el asunto en la LOMCE no es el adecuado, es muy posible. De
entrada pienso que habría que aclarar muy bien qué hacer con quienes no superen
la prueba, porque deben seguir teniendo todas las oportunidades, y cuando digo
todas, digo todas.
Pero
que en el sistema educativo hacen falta controles objetivos y externos de
calidad, con consecuencias, es algo que tengo muy claro desde siempre. Eso sí,
como ya he dicho, dando alternativas que permitan, a los que no superen la
reválida, seguir estudiando de acuerdo a sus posibilidades reales, u orientarse
al mundo laboral en condiciones. Y ésta es la clave de la cuestión pues, hasta
los 16 años como mínimo, es fundamental que todos los jóvenes estudien. Lo que
sea, pero que estudien.
Pensemos
que si el sistema educativo no selecciona, no orienta, tendrán que seleccionar
las universidades y las empresas, que ya lo hacen y seguirán haciéndolo. Y ahí
sí. Selección pura, dura, sin concesiones. ¿No vemos que si no ha habido ningún
tipo de control objetivo y externo desde infantil hasta bachiller, estamos
engañando a nuestros niños y jóvenes, abocándolos a un inevitable proceso de
selección en el mundo real para el que no estarán preparados? No les orientamos
a la realidad, sino a un mundo que después verán que no existe.
Pero
bueno. Así están las cosas. En educación, a todos los niveles, es mejor no ver
la realidad y no llamar a nada por su nombre. Es toda ella un caos y siendo un
caos, los políticos corruptos ideológicamente, lo tienen muy fácil para
utilizarla a modo de objeto contundente contra sus adversarios.
Miserable manipulación o ausencia total de honestidad, o ambas, son las causas de que ayer no hubiera clase en muchos institutos. ¡Qué vergüenza de país!
Miserable manipulación o ausencia total de honestidad, o ambas, son las causas de que ayer no hubiera clase en muchos institutos. ¡Qué vergüenza de país!
miércoles, 26 de octubre de 2016
¡Pobre Rod Stewart! ¡Qué susto debió llevarse en Buckingham!
Debe
haber sido todo un espectáculo ver cómo el príncipe Guillermo embistió a Rod
Stewart, ni más ni menos que en el mismísimo palacio de Buckingham. En la
revista sólo salen las fotos de la espadita en el hombro y de la familia. La
de la embestida parece ser que no se ha publicado, o quizá la foto ni se hizo. Tal
debió ser el pasmo del fotógrafo al contemplar la escena, que bien pudo
quedarse paralizado por el estupor.
Lo que
no acierto a entender es qué le pasaría por la cabeza al príncipe para acabar
embistiendo a tan famoso músico que además cuenta ya con 71 añitos. Aunque no
le gustara su música, por respeto a la edad, debía haberse abstenido de tan
deleznable y abyecta acción.
Tampoco acabo de ver claro eso de la caridad que la reina Isabel II le concedió en junio. Vamos, que la reina es caritativa y su hijo lo embiste. ¡Qué cosas!
Tampoco acabo de ver claro eso de la caridad que la reina Isabel II le concedió en junio. Vamos, que la reina es caritativa y su hijo lo embiste. ¡Qué cosas!
¿Qué
no entendéis lo que estoy diciendo? Leed el texto siguiente publicado esta semana en una revista del corazón.
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No sé
si con revalidas hubiéramos podido evitar que el individuo que escribió
semejante tontería llegara a poder escribirla. El susodicho confunde embestir
con investir. Y claro, la diferencia es sustancial, al menos en el caso de lo
ocurrido en Buckingham.
Aquí
no, aquí no habrá mucha diferencia entre investir al sr. Rajoy y embestir
contra él. De hecho, si todo sale como parece que puede salir, mientras el
congreso lo invista, fueran estarán embistiendo en nombre de la democracia y la
libertad.
Ya lo
decía el bueno de don Antonio Machado:
…esa
España inferior que ora y embiste,
cuando
se digna usar de cabeza…
¡Bueno!
En este caso no ora, sólo embiste. Y nuestro periodista sí puede confundirse
entre investir y embestir. Sí, aquí sí se puede confundir. Y lo de la caridad, desde luego aquí no existe. Tendría que venir la reina de Inglaterra a repartirnos caridades.
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domingo, 23 de octubre de 2016
¿Salimos del bloqueo?
Pienso
que el Comité Federal del PSOE ha pensado más en los votantes que en los
militantes (con sólo sus votos no se llega al gobierno) cuando ha decidido la
abstención, permitiendo así la investidura de Rajoy como Presidente del
Gobierno. Y quiero creer que también ha pensado en España.
¡Ya
era hora! Creo que es ésta la salida más democrática al bloqueo político que venimos
sufriendo. A fin de cuentas, el PP ha ganado dos veces seguidas las elecciones.
Y dicho sea de paso, con el PP se inició la recuperación económica. Y esto son
hechos objetivos.
Ahora
vendrá el día después. Las declaraciones serán de todos los colores. Unas moderadas,
respetuosas; otras radicales, violentas. Hay quien estará contento, quien
estará indignadísimo. Hay quien aceptará las reglas del juego democrático,
quien con un peculiar sentido de la democracia tratará de romperlas…
Pero
por encima de todo el guirigay, el PP tiene que formar un gobierno abierto y
dialogante, y el PSOE tiene que reconstruirse haciendo una oposición serena y
constructiva. Hay problemas muy serios que solucionar, entre otros, la consolidación de la
recuperación económica y el viejo reto del independentismo al que hay que dar
una respuesta inteligente y satisfactoria para todos.
Ahora
bien, estoy convencido de que esto no será posible si no son capaces los
partidos políticos democráticos y respetuosos con la Constitución (no todos lo
son) de superar la majadería de las derechas y las izquierdas.
Porque
esta majadería, muy útil para manipular a los ciudadanos incautos y poco
críticos, es la que nos ha llevado a este bloqueo y la que casi rompe el PSOE. No
explica la realidad social actual, no se ajusta a un análisis mínimamente serio
del mundo en el que vivimos, por eso, a la hora de la verdad, no ha servido
para interpretar la voluntad de los ciudadanos y actuar en consecuencia y casi
ha llevado a los socialistas a un callejón sin salida. El mismísimo Ximo Puig,
dijo bien claro no hace mucho, que la situación en España no se puede abordar
desde esa perspectiva tan simplona. ¡Ara mare!
Se
trata de ser gestores honestos, respetuosos con las reglas del juego, libres de
servidumbres ideológicas y cuyo objetivo sea el bienestar integral de todos los
ciudadanos en un sistema inevitablemente capitalista y un mundo globalizado. Y
esto no es patrimonio de ningún partido.
Desde
esta perspectiva sí es posible el diálogo y el consenso y, de este modo, más
allá de maniqueísmos injustos y estériles, llegar a un verdadero y necesario
cambio y al progreso social. Se trata de construir puentes, no de dinamitarlos,
porque la verdad tampoco es patrimonio de nadie, y asumir esto conduce
necesariamente al diálogo.
Lo
contrario, y esto lo hemos visto mucho estos meses, es la soberbia intelectual
del que se cree en posesión de la verdad, del que cree que la suya es la única
verdad. Y eso es totalitarismo puro y duro.
Vamos a ver qué pasa.
sábado, 22 de octubre de 2016
El niño "chiflao".
Es una
bonita historia, aunque triste. Sucedió hace ya muchos años, y si la cuento
ahora es porque el tiempo debe haber borrado ya las huellas que podrían
conducirnos a localizar a los protagonistas. Quiero mantenerlos en el
anonimato.
Era un
niño muy bueno en el deporte y corriendo era un hacha. En el cole
siempre ganaba con mucho a todos. Sin embargo lo hacía de un modo, digamos,
desapasionado. De hecho no le daba ninguna importancia a eso de acabar siempre el primero, tanto en el deporte como en otros asuntos.
Impulsado
por sus padres y el profesor de educación física, se apuntó a unas
competiciones. No quiero dar más datos. Entrenó duro. El hecho es que llegó a
la fase final. Estaba en juego el oro que, parecía cantado, sería para él.
Y
llego el gran día. Salió disparado y cuando estaba cerca de la meta, iba el
primero, otro corredor, que le pisaba los talones, cayo aparatosamente, él solo,
sin que nadie lo tocara. Y mi héroe, mi campeón, fue a ayudarle, a ver qué le
había pasado.
No ganó.
Sus padres estaban perplejos. Su entrenador, enfadado. Había gente que se reía no sé muy bien por qué, ni de qué. Y él, desde su infinita grandeza, con la
tranquilidad de quien sabe que ha hecho lo que debe, parecía verlo todo desde
fuera, yo diría que dese arriba, desde muy arriba.
Este
chiquillo siguió corriendo porque le gustaba. No sé mucho más de él. Su vida
tomó unos caminos y la mía otros, y nos distanciamos, hasta perdernos de vista
del todo. Pero aquel día ha quedado en mí memoria para siempre.
¿Y por
qué fue y por qué es triste esta historia? Fue triste porque no sé si alguien,
en el aquel momento, entendió y valoró la grandeza de su acto. Está "chiflao",
es raro, decían. Y sigue siendo triste porque sé que si les cuento esto a mis
alumnos, muchos, demasiados, pensarán también que aquel chaval era tonto, un
gilipollas, un friki, dirían ahora.
Y esto
me da pena. El ver que hemos creado un mundo en el que la grandeza de espíritu
es una “rara avis” que nos da risa, que no entendemos, incluso que nos mueve al
desprecio.
No sé
qué será ahora de él. No sé si habrá seguido siendo fiel a sí mismo. No sé si
la vida lo habrá tratado con justicia. ¡Ojalá! Yo, ahora, muchos años después, lo recuerdo con profundo respeto y le deseo la mejor de las venturas.
viernes, 21 de octubre de 2016
Paseo por la desolación.
Esta
tarde gris de lluvia contenida, de lluvia que una vez más no cae, he salido un rato al
monte, no muy lejos de aquí. Sabía que no me mojaría.
Ha
sido un paseo por la desolación. La memoria de lo que fue, densos pinares, que
conservo muy viva; el silencio muy hondo; la soledad, no he visto a nadie; el cielo
fosco; la tierra, levemente húmeda, sin un pobre charco; los campos abandonados…
Que, ¿por qué voy si es tan triste? Porque no tengo tantos sitios donde ir. Me los
han ido quitando todos, y si tengo sólo unas pocas horas, no queda mucho donde
elegir.
Pero,
¿a quién le importa?
jueves, 20 de octubre de 2016
Receta. Crestas de gallo en salsa.
Muy
sanas, buenas, no muy caras y fáciles de cocinar. Así son las crestas de gallo.
Sin embargo, poca gente disfruta de ellas por estos lares. Os sugiero que os
atreváis.
¿Que
dónde se venden? En carnicerías, normalmente previo encargo. El kilo suele
costar entre ocho y doce euros. ¡Ánimo! Vale la pena. Yo las he guisado de
varias formas. La receta que más me gusta es la que aquí os propongo.
Ingredientes.
1 kg.
de crestas.
1 bandeja
de champiñones de 250 g.
1
cebolla mediana.
3
pastillas de caldo de carne.
Cinco
o seis hojas de laurel.
Pimienta
negra en grano.
Salsa
Lea Perrins. (Opcional).
Aceite
y sal.
Empezaremos
por cocer en la olla a presión, durante una hora a partir de que pite, las
crestas con agua, laurel y una pizca de sal. El agua debe cubrirlas por
completo, más un dedo.
Por
otra parte, picamos la cebolla y los champiñones y los sofreímos con aceite de
oliva. Después, cuando las crestas estén cocidas, las separamos del agua (ya es
caldo de crestas) que colamos y reservamos, y las pasamos brevemente por el sofrito.
Inmediatamente añadimos el caldo crestudo, las pastillas de caldo de carne, un
par de cucharadas de salsa Lea Perrins (opcional) y la pimienta en grano.
Y a
cocerse toca. Primero con fuego bien vivo, para que vaya reduciendo rápido.
Luego a fuego medio, vigilando y removiendo con cuidado, hasta que tengamos
ante nosotros un kilo de exquisitas crestas en salsa.
Unas
seis crestitas por cabeza, “sucando” la salsa y con un buen vino, suelen dejarte muy a gusto. ¡Y no son gelatinosas y blandengues cual blandiblú, como muchos piensan!
miércoles, 19 de octubre de 2016
La poesía es un arma cargada de futuro.
Hay
ocasiones en las que la literatura acude a mí, cual el Séptimo de Caballería a
defender la caravana de colonos sitiados por los indios. Valga el símil, aunque
creo que quienes tenían razón eran los indios que, a fin de cuentas, estaban en
su casa.
Aquí
está el fragmento del poema que ha acudido hoy en mi auxilio. Es de Gabriel
Celaya, y se titula La poesía es un arma cargada de futuro.
Poesía para el pobre, poesía
necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos
trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar
un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes,
porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden
ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida
como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se
desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no
toma partido hasta mancharse.
Pobre
y a golpes tratado me siento, sin casi poder decir que soy quien soy, porque no
soy como ellos, porque no pienso como ellos, porque no creo en lo que ellos
creen.
Esos
golpes, ese silencio está impuesto con la violencia sorda de leyes injustas,
sectarias, apoyadas sólo en una aritmética parlamentaria que quiebra y que
enfrenta.
En el
nombre de la libertad, el progreso, el cambio, se están haciendo y diciendo
auténticas atrocidades. Se está legislando desde el más refinado fascismo, eso
sí, bien disfrazado, muy bien disfrazado. Se está consintiendo lo que una
sociedad democrática y de verdad libre, no debería consentir jamás.
Pero
ante esto tenemos la palabra. La palabra como bálsamo y como arma. Como bálsamo
al ver nuestro pensamiento, nuestro sentimiento escrito por otro y proclamado
al mundo. Como arma cuando hablamos, cuando escribimos con respeto y claridad.
Cuando no nos escondemos en un silencio cómodo y cómplice, o en palabras
huecas, a menudo falsas.
Maldigo
con el poeta, no sólo la poesía concebida como un lujo cultural por los
neutrales, sino la palabra falsa y embaucadora. Maldigo la palabra vacía de
contenido pero útil para manipular. Maldigo el silencio del que no se moja, del
que mira a otra parte, del que sintiéndose cómodo y seguro deja a los demás que
se busquen la vida como puedan.
Y maldigo,
pero entiendo, esa frase de que todos los políticos son iguales, falsa y burda
generalización que nos lleva a las fauces de los “salvadores de la patria” que
“sólo piensan en la gente”. O a la estéril e injusta neutralidad.
Hay
que hablar. Aunque nos dé miedo. Con respeto, con previa reflexión, pero
hablar. Sé que da miedo hoy en día mostrar tus cartas boca arriba, hecho éste
que demuestra que nos están quitando libertad. Y sé que el ladrón de esta
libertad, es ese nauseabundo revanchismo, a menudo heredado, de demasiada gente, que les lleva a reproducir aquello que les han enseñado a odiar, haciéndoles semejantes a
lo odiado. Y esto hay que decirlo alto y claro. Y decirlo muchos. Y decirlo sin
odio.
La
poesía es un arma cargada de futuro. La palabra es un arma cargada de futuro.
Pero la palabra honesta, limpia, conciliadora, libre de prejuicios, abierta al
otro. Esa es la palabra que abre, que nos lanza al mañana. Esa es la palabra que
necesitamos. Y esa palabra necesita de quienes la proclamen al viento, a los
cuatro vientos.
lunes, 17 de octubre de 2016
Aunque camine por cañadas oscuras...
domingo, 16 de octubre de 2016
Tarde de otoño.
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Los
colores de los árboles, la luz suave del sol bajo, el ambiente fresco, el
camino… Contemplamos lo que nos rodea y dejamos que entre en nosotros el otoño,
la tarde, el silencio. Como diría Juan Ramón Jiménez en el capítulo XVIII de
Platero y yo, “La tarde se prolonga más allá de sí misma, y la hora, contagiada
de eternidad, es infinita, pacífica, insondable”.
viernes, 14 de octubre de 2016
No hay nada como amar lo que haces.
miércoles, 12 de octubre de 2016
Es la victoria que deseo para España.
Tal
día como hoy, hace 80 años, Miguel de Unamuno, en un tenso acto en el paraninfo
de la universidad de Salamanca, de la cual era rector, dijo al general
Millán-Astray estas palabras:
“Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no
convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaríais
algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que
penséis en España. He dicho.”
Entonces
hubo vencedores y vencidos. Y hoy en día hay quien se empeña en que la única
España posible es una España construida sobre vencidos, siendo esos vencidos todos aquellos que no piensen como yo, que no vivan como yo, que no actúen como yo.
En
este 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional, pienso en España y vuelvo a decir también
con Unamuno: “Me duele España”. Y vuelvo a decir el miedo, la pena, la rabia,
que me da constatar cómo hay demasiada gente, y gente importante, que sigue
empeñada en mantener bien enfrentadas las dos Españas, tan dolida y tristemente
dibujadas por Machado. ¡Impresionante la reciente puesta en escena de esta triste realidad!
El
verdadero cambio, el auténtico progreso del que tanto se habla ahora, está ahí.
En superar esta división de una vez por todas. Derechas o izquierdas, rojos o
azules, gloriosa epopeya o repugnante genocidio…
Buenos
o malos en definitiva. Y ¿quién dice quién es el bueno y quién el malo? Este no
es el camino. Hay otro camino. La inteligencia, la razón y el derecho, para persuadir, para convencer, no para vencer. Porque vencer supone la derrota
del otro, convencer es la victoria de todos.
Y es
ésta la única victoria que tal día como hoy deseo para España. Difícil pero
posible. Estoy seguro de que es posible. De que somos capaces.
martes, 11 de octubre de 2016
Allá en la cima.
Catorce
kilómetros y quinientos metros de desnivel. Pico de la Nevera, en Siete Aguas. Y allí, a 1118
metros, bajo un bonito cielo azul, hemos podido gozar, con un grupo de jóvenes, de una eucaristía. Acción de gracias por todo y por tanto, y alabanza al Dios
Creador por lo que desde allí contemplábamos, y por más, por mucho más, que ni
tan siquiera podemos imaginar.
Montes y cumbres, bendecid al Señor.
Dn. 3-75.
lunes, 10 de octubre de 2016
Sucedieron cosas bonitas...
Ayer
por la tarde sucedieron cosas bonitas en el pueblo, en la parroquia. Me
complace enumerarlas y compartirlas sin que el orden por el que las vaya
desgranando signifique nada. Es como un ramo de rosas. Están todas en el ramo.
¿Qué más da cuál pusieron primero y cuál después?
Allá
voy.
Fue
bonito el modo en que se presentó nuestro nuevo párroco, Ricardo, según su
explícita voluntad, uno entre nosotros y el primero en servir a todos. Me gustó
también la humilde y sincera petición de que arrimemos el hombro para hacer
cada vez más visible la presencia de Jesús entre nosotros.
Fue
bonito el reconocimiento al trabajo eficaz y necesario de Juan, el vicario,
realizado siempre con una profunda humildad. Bonito, cierto y justo lo que de ello
dijo el obispo y dijo Ricardo. Y emocionante el caluroso y sincero aplauso de
la gente.
Fue
bonita la profundización en la palabra compasión de don Arturo, el obispo. Ese
planteamiento de que la compasión no es un sentimiento más o menos sensiblero
sino una actitud que acoge, que trasforma, que da una nueva oportunidad, una y
mil veces, para volver a vivir.
Fue
bonita la asistencia del sr. alcalde y algunos concejales que, con su presencia
en estos actos, testimonian esa relación de respeto y colaboración entre todas
las instituciones, muestra de pluralismo y normalidad democrática.
Fue
bonita la participación en la eucaristía de gentes diversas, del coro de
jóvenes y del de mayores que estaban allá arriba, lejos pero entre todos y con
todos. El trabajo callado de los que montaron el “fin de fiesta” en la plaza.
Fue
bonito ver la iglesia llena, de bote en bote. Había que ir pronto para coger
sitio. Ver cómo la comunidad parroquial participa, acude, se hace presente
cuando tañen las campanas.
Y fue
bonito recordar con gratitud a don José Ramón, a don José Badía, Pepín Badía,
que partieron casi juntos a la Casa del Padre, y que, desde la fe que nos
reúne, presentimos contemplándonos con una amplia sonrisa. Contemplando a su
querida parroquia, a su gente, recibiendo con júbilo a su nuevo pastor.
Sí,
ciertamente fue una hermosa tarde. Me infundió paz. Me dio esperanza. Me
alegró. Por eso quiero compartirlo. Es también bonito compartir lo que nos
alegra, lo que es bueno, lo que es justo, lo que es bello. Y justo darle
gracias a Dios por haberlo podido vivir
domingo, 9 de octubre de 2016
¡Sea bienvenido, don Ricardo!
Esta
tarde entrará en la comunidad parroquial de Ribarroja el nuevo párroco, don
Ricardo. ¡Sea bienvenido! ¡Ojalá se sienta acogido y nos acoja desde el primer
momento! Una acogida mutua gratuita que, a través del conocimiento, se
convierta en cariño y nos lleve, con el tiempo, a darnos cuenta, con gozo, de
que nos queremos.
A
través del conocimiento. Amamos lo que conocemos, pero para conocer hemos de
estar abiertos, con humildad y con respeto, a aquel que queremos conocer, a aquello que queremos conocer. Y
esta es la primera faena que tenemos entre manos.
No es
fácil la labor de un sacerdote en una parroquia.
Es la
persona a través de la cual mucha gente vive su fe, acercándose o alejándose de
ella. Es la persona que debe dar esperanza a tanta personas sin esperanza. Es
la persona que tiene que hablarnos del amor de Dios, del amor entre los hombres.
Y
hacer esto día a día, con coherencia, es algo que necesita de la fuerza de Dios
y del calor de la comunidad.
Es una
gran responsabilidad la que asume hoy en Ribarroja don Ricardo, y es también
una gran responsabilidad la que asumimos nosotros. La de apoyar, arropar al
pastor para que nos conduzca por verdes praderas, como dice el salmo, hacia la
Casa del Padre.
Es
cierto, y quiero decirlo bien claro, que ha habido un hombre, llamado Juan, que
ha preparado el camino… Estoy convencido de que nuestro querido vicario va a
acompañar muy de cerca a don Ricardo en su entrada a nuestra parroquia, y lo va
a hacer con prudencia, con delicadeza, con inteligencia.
Acojamos
pues a aquel que viene en nombre del Señor. Y juntos, cada uno desde su puesto,
sigamos construyendo una comunidad parroquial, abierta, viva, vigorosa, comprometida con la justicia. Una comunidad parroquial, alegre,
con esa alegría que nadie nos puede quitar porque sabemos de quién nos fiamos.
Don
Ricardo, ¡que Dios le bendiga!
¡Bienvenido!
viernes, 7 de octubre de 2016
Gente valiente.
Voy a
hablar en esta entrada de gente valiente. Del hijo de nuestro amigo Javi, Jorge
se llama, y de su novia Miriam.
A ella
no la conozco, pero si andan juntos por el mundo, maja debe ser también. Buena
gente, sí.
A
Jorge lo conocemos desde que era muy niño. Siempre amable, trabajador,
cariñoso, discreto. Un buen chavalín que se ha hecho un joven valiente.
En lo
más duro de la crisis, no viendo futuro en su tierra, Miriam y Jorge se lanzaron
a la aventura, con sus estudios de trabajador social él y de maestra de infantil ella, a
buscarse la vida por el ancho mundo. Y se fueron a Finlandia, a Helsinki. Allí las
cosas no fueron como esperaban. Regresaron pronto, pero sin desanimarse
volvieron a intentarlo. Ahora están en Noruega, en Bergen, donde llevan ya más
de un año trabajando, y tienen buenas perspectivas.
Y el
papá, feliz, va con la familia a verle. Salen hoy. Y ellos les esperan para
enseñarles ese país, tan diferente al nuestro, donde están construyendo su
vida.
¡Qué
ejemplo para tanta gente joven que se duerme, se apoltrona, se acomoda en la
espera de que otros le sirvan la vida en bandeja porque no tienen redaños para
buscársela! O lo que es aún peor, toman el camino fácil, hueco, estúpido, ese
triste camino que conduce… a ninguna parte.
Admiro
profundamente a Jorge y Miriam y les deseo toda la suerte del mundo. Que las
cosas les vayan bien. Que su esfuerzo les valga la pena. Que el viajar y
conocer mundo les haga sabios. Y que encuentren un lugar bajo el sol donde ser
felices, donde vivir en paz del fruto de su trabajo.
Su
valor ante la vida bien lo merece.
miércoles, 5 de octubre de 2016
¡Buen viaje Diego, y que Dios te bendiga!
lunes, 3 de octubre de 2016
¡Ay Señor, cuánto papanatas!
La RAE
nos dice de la palabra chovinismo, exaltación exagerada de lo nacional frente a
lo extranjero, y de papanatismo, actitud que consiste en admirar algo o a
alguien de manera excesiva, simple y poco crítica. Son dos palabras, en cierto
modo, antónimas. Y ambas designan actitudes y comportamientos que me resultan
ridículos, patéticos y frecuentemente irritantes.
Trato
de situarme entre ambos, pero en el tema del lenguaje, puestos a inclinarme, lo
hago hacia el chovinismo, aunque sea por huir del papanatismo que, sobre todo
con el inglés, ha impregnado nuestra sociedad.
Sí, de
manera excesiva, simple y poco crítica, demasiada gente e incluso
instituciones, admiran los vocablos ingleses hasta el punto de arrinconar los
nuestros que significan lo mismo y que son tan dignos o más que los de la muy
respetable lengua que hablan los hijos de la Pérfida Albión.
Nos
rodea y asfixia un enjambre de papanatas lingüísticos. Utilizan sin rebozo
alguno, palabros como brunch, lunch, party, runner, loft, chill out, coach,
coaching, canvas, cañoning… desplazando a las palabras nuestras con la excusa
de que añaden ciertos matices.
¡Qué
vergüenza ajena me producen! ¡Qué rabia! Me entran ganas de decirles
tontolculo, carapedo, ignorantón y demás lindezas. Por eso, cuando vi en un bar
el cartelito de arriba, me produjo gran alegría y me entraron muchas ganas de
beber cerveza Amstel. Mucha, mucha, mucha… además era verano y hacía calor.
Sí
señor, en cuestiones lingüísticas me inclino al chovinismo, aunque no creo que
sea chovinismo cuidar lo nuestro, el castellano y el valenciano. Aprender y
respetar el inglés, por supuesto, pero sin ensuciar a estas dos hermosas
lenguas que nos bastan y nos sobran para comunicarnos, expresarnos, crear
belleza..., y almorzar a gusto. Sin papanatismos.
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