FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 10 de octubre de 2016

Sucedieron cosas bonitas...


Ayer por la tarde sucedieron cosas bonitas en el pueblo, en la parroquia. Me complace enumerarlas y compartirlas sin que el orden por el que las vaya desgranando signifique nada. Es como un ramo de rosas. Están todas en el ramo. ¿Qué más da cuál pusieron primero y cuál después?
Allá voy.
Fue bonito el modo en que se presentó nuestro nuevo párroco, Ricardo, según su explícita voluntad, uno entre nosotros y el primero en servir a todos. Me gustó también la humilde y sincera petición de que arrimemos el hombro para hacer cada vez más visible la presencia de Jesús entre nosotros.
Fue bonito el reconocimiento al trabajo eficaz y necesario de Juan, el vicario, realizado siempre con una profunda humildad. Bonito, cierto y justo lo que de ello dijo el obispo y dijo Ricardo. Y emocionante el caluroso y sincero aplauso de la gente.
Fue bonita la profundización en la palabra compasión de don Arturo, el obispo. Ese planteamiento de que la compasión no es un sentimiento más o menos sensiblero sino una actitud que acoge, que trasforma, que da una nueva oportunidad, una y mil veces, para volver a vivir.
Fue bonita la asistencia del sr. alcalde y algunos concejales que, con su presencia en estos actos, testimonian esa relación de respeto y colaboración entre todas las instituciones, muestra de pluralismo y normalidad democrática.
Fue bonita la participación en la eucaristía de gentes diversas, del coro de jóvenes y del de mayores que estaban allá arriba, lejos pero entre todos y con todos. El trabajo callado de los que montaron el “fin de fiesta” en la plaza.
Fue bonito ver la iglesia llena, de bote en bote. Había que ir pronto para coger sitio. Ver cómo la comunidad parroquial participa, acude, se hace presente cuando tañen las campanas.
Y fue bonito recordar con gratitud a don José Ramón, a don José Badía, Pepín Badía, que partieron casi juntos a la Casa del Padre, y que, desde la fe que nos reúne, presentimos contemplándonos con una amplia sonrisa. Contemplando a su querida parroquia, a su gente, recibiendo con júbilo a su nuevo pastor.
Sí, ciertamente fue una hermosa tarde. Me infundió paz. Me dio esperanza. Me alegró. Por eso quiero compartirlo. Es también bonito compartir lo que nos alegra, lo que es bueno, lo que es justo, lo que es bello. Y justo darle gracias a Dios por haberlo podido vivir

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo Jesús. Cómo dijo D. Arturo en un momento, después de los tristes momentos que hemos vivido en la Parroquia, ya tocaba volver a sonreir.

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