FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Como entrar en el río una tarde de verano...



Cuando son vuestros hijos los que os piden, ya a los nueve años, que quieren bautizarse y vosotros, entre sorprendidos y contentos, les acompañáis en el cumplimento de su deseo, estáis viviendo toda una experiencia que también a vosotros os transforma. Sólo Dios y ellos saben los motivos que les han llevado a ambos al día de hoy.
Día en el que hemos acompañado a Marta y Fran a bautizarse. ¡Enhorabuena sea! Que Dios os bendiga y os acompañe siempre a vosotros y a vuestros hijos. Que las bonitas palabras que voy a compartir a continuación sean verdad toda vuestra vida.
          Están escritas por Víctor Manuel Arbeloa, sacerdote y político navarro, cuya obra fue muy importante en mi juventud. Es un texto leído en la parroquia de san Miguel de Estellael 29 de septiembre de 1974, con motivo del bautizo de un grupo de niños.
     Como es largo voy a reproducir algunas partes que me parecen especialmente significativas y absolutamente actuales.

Como entrar en el río una tarde de verano,
o meterse en el mar a la grupa de las olas
y olvidar el cansancio, los miedos, los humos y los ruidos,
y dejarse llevar por la corriente
tibia
como por la mano de la madre cuando niños,
o por los sueños después, cuando mayores...
así es bautizarse en la iglesia de Jesús,
tirarse al agua como Pedro al lago,
cuando un día encuentran nuestros ojos al Maestro.
Llegar por fin después de la carrera,
cansados de mirar, de oír, de preguntar buscando
por todas partes la verdad y la justicia,
la luz de todos, el aire siempre limpio,
el pan que sepa a bueno y a barato,
la belleza que no se rompe con los años,
la fuerza siempre viva, el buen humor
sin falta de champán o de mucho dinero...
Andar buscando de la ceca a la meca lo bueno y verdadero y
ver que pasa Jesús por el camino
y seguirle, y decir: «¡Aquí está aquello! ¡Aquel
que yo buscaba buscando desde siempre!».
Amigos, a esto se llama bautizarse en nombre de Jesús,
como lo hacían los cristianos de la hora primera:
chapuzarse en Jesús,
igual que en la corriente,
seguros de encontrar la gracia de la vida,
el descanso sin límites que prepare a la lucha,
la ternura que nadie nos regala,
la sensación de ser
más nuevos y más fuertes cada día.
Llevar hasta allí el montón de la miseria
para que el agua buena se lo lleve,
para quedarnos después igual que siempre hemos querido:
lo mejor de nosotros, lo que es regalo puro
de Dios y de los hombres.
(…)
Quisiera que estos niños cabezones (Marta y Fran ya no tanto)
levanten la cabeza más alta que nosotros
y tengan menos miedo a la vida o la muerte,
les cueste mucho menos el sol y el solomillo,
y no topen con un susto en cada esquina,
(…)
Bautizarse es optar sin miedo por Jesús,
por la vida total que Él nos anuncia,
por las rosas sin fin, por el monte más alto,
por la nieve más blanca, por el hombre feliz.
Aquí estamos retando a toda fuerza enemiga de la vida,
a ver quién puede más: Jesús liberador del mal y de la muerte
o el fusil y la bomba, el dolor, el odio y la mentira;
(…)
Así que, amigos, compañeros, feligreses
de la vieja parroquia del arcángel san Miguel
–¡ojalá que nos azuce con su lanza!–,
a no desesperarnos de que hoy es como ayer
y que quizá peor será mañana.
Eso es un solemne disparate.
Vamos hacia un futuro de flores y guitarras,
y si nos echan el agua o la palabra clara
sobre la cabeza
no es para atontarnos,
sino para decirnos:
«¡Hala,
que hay que despabilarse y continuar
sin miedo hacia adelante!».

¡Feliz día y que Dios os bendiga!

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