A la hora de salir al monte, sea aquí o
en otras tierras, es importantes tomar tres precauciones. Una, calcular bien el
tiempo a emplear, otra es conocer el parte meteorológico, y la otra, no salir solo
a no ser que se tenga mucha experiencia.
Pero a aparte de estas tres
precauciones, bastante lógicas, hay otras que en forma de decálogo expongo a
continuación.
1ª.- Córtense bien y con
esmero las uñas de los pies, particularmente las de los dedos gordos…
…pues
de lo contrario, tras sufrir horribles dolores durante días y días, se pondrán
amarillas, luego azulitas y finalmente moradas. Posteriormente, hacia el otoño,
caerán cual hojas de árbol caducifolio.
2ª.- Evítese confundir el
filtro solar con la crema hidratante…
....pues
de lo contrario, quien cometa este desliz se freirá en su propio jugo, quedando
al principio muy morenito, hinchándosele luego la cara y las otras corpóreas
partes expuestas, hasta deformarse monstruosamente y dar al fin con sus huesos
en el hospital más próximo.
3ª.- Cuídense las ingles y
partes próximas con esmero, abundando en higiene y cambiándose la ropa interior
tantas veces sea necesario…
…pues
de lo contrario horrendas escaldaduras dejarán a la víctima inútil para todo lo
que no sea permanecer espatarrado y quieto.
4ª.- Tápese la sesera con
adecuada gorra o gorro, según si gozamos del sol abrasador o del frío
espantoso…
...pues
de lo contrario la masa encefálica puede sufrir serios daños que se
manifestarán inicialmente con un fuerte dolor de cabeza, pudiendo acabar de
horrenda e indescriptible forma.
5ª.- Protéjanse los ojos
con gafas adecuadas…
...pues
de lo contrario, a la noche, escozores, picores, rojores y dolores de ojos y
cabeza obnubilarán al desdichado que este error haya cometido. Y aún más, una
oftalmia puede conducirlo derechito al hospital.
6ª.- Llévese en la mochila
lo justo y necesario, lo equitativo y saludable…
…pues
de lo contrario, bien podemos reventar bajo su peso, bien podemos necesitar lo que no llevamos, produciéndose en
ambos casos desastrosos resultados.
7ª.- Utilícense, según
gustos y preferencias, productos antimosquitos en épocas mosquiteras…
…pues
de lo contrario, en un tiempo harto breve, puede uno convertirse en un
auténtico hombre-grano, lleno de picores horrorosos y de deformaciones cutáneas
repulsivas y execrables.
8ª.- Envuélvase en ropa,
cuando en un alto del camino el cuerpo sudoroso quede expuesto al vientecillo
fresco de la altura…
…pues
de lo contrario, aún siendo el momento delicioso, el resfriado, con más o menos
mucosidades, es seguro.
9ª.- Raciónese el agua y
la comida cuando por los altos y muy beneméritos riscos se deambule…
…pues
de lo contrario, hacia la tarde, una espantosa sed agrietará nuestros labios y
resecará nuestras gargantas, y un hambre atroz atormentará nuestras tripas
convulsas.
10ª.-
Evacúese diariamente…
...pues
de lo contrario, la masa fecal, agigantándose y endureciéndose, será un peso
suplementario nada desdeñable, además de convertir a la pobre víctima en una ser
con un riesgo más que evidente de explosión intestinal, de peligrosos, fétidos e
inmundos resultados.
Teniendo presente todo esto, es bien
difícil que la excursión, la ascensión, la ruta, acaben mal, a no ser que surja
el accidente puro y duro, imprevisto e imprevisible, y al que todos los
humanos, por el hecho de serlo, estamos expuestos.
¡Ale! A echarse al monte y a pasarlo
bien, que estos días de otoño son de los mejores del año.
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