FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 1 de septiembre de 2018

¿Qué pintan en esta historia?


Ya estamos en septiembre y el marasmo estival propio de agosto va a ir quedando atrás. La vida política y social, ya de por sí convulsa, va a convulsionar mucho más, lo que garantizará carnaza para los buitres de la información que se sienten a sus anchas hozando en la charca hedionda de nuestras miserias crónicas. También hay en el mundo de la información gente honesta, pero creo que son aplastada minoría, pero son, y hay que saber encontrarlos.
¿A santo de qué viene estas palabras? Veréis. ¿Quién se acuerda ahora de aquel hombre de más de 300 kilos que fue noticia en pleno verano? Supongo que sigue existiendo, y su madre, que me dio toda la pena del mundo, seguirá esperando que con la dieta que al readmitirlo en el hospital le darán… ¡como si eso fuera cuestión de dietas! La oí, por casualidad, en la tele.
Pues bien. El día 17 de agosto escribí la entrada que a continuación comparto y que no publiqué en su momento pero que, leída ahora, sigue teniendo plena vigencia. Resulta más sangrante, por decirlo de algún modo.

Ahora toca hablar de este hombre de trescientos no sé cuántos quilos que la sanidad pública ha intentado, dicen, quitarse de encima. Y claro, los periodistas, imbuidos de su “alto sentido de la moral”, se lanzan a la denuncia de semejante oprobio. Y en el ojo del huracán, el hospital de Manises.
Imagino el calvario que los profesionales de este hospital relacionados directamente con el asunto estarán pasando estos días. Una cuestión médica, en la que ni entro ni salgo porque no tengo datos ni soy médico, convertida en noticia no sé muy bien por qué. Y a partir de ahí, espectáculo de buitres disputándose el cadáver, o sea la noticia que no debería serlo. Lo he visto y es asqueroso. Buitres comiéndose una vaca muerta. Es lo mismo.
Debe ser que el tema de “la manada” está empezando a agotarse, y en agosto hasta la política parece tomarse vacaciones incluso de sus muchas mezquindades. Y a falta de marcianos, que no están de moda, utilizan a un pobre hombre de más de 300 kilos de peso para completar su agosto mediático, y nunca mejor dicho.
Para atender adecuadamente a este hombre, atención a la que tiene derecho, están las autoridades del hospital, que no deben ser idiotas, las de la Consellería de Sanidad, a las que no les interesan los escándalos, y en último término y si hace falta, los abogados, que para eso están.
¿Qué pintan los periodistas en esta historia? Su única función está siendo marear, intoxicar, complicar y eso sí, entretener a las personas que, o por limitaciones personales o por aburrimiento vital, se tragan toda la basura que les echan.


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