FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Sucedía en septiembre.



"Los hijos de Cipi rompieron el cascarón una mañana de septiembre mientras al lado las golondrinas hablaban de la próxima partida".
Con estas palabras, en el capítulo titulado Tres, Mario Lodi nos habla del nacimiento de Cipi, el gorrión protagonista del precioso librito que durante muchos años he leído en clase con mis alumnos de 1º de ESO.
"Cipi, feliz, saltó al cuello de Gorrioncita, la abrazó muy fuerte y desapareció.
-¡Tres!-decía, ¡Tres! ¡Son tres!
No le salían otras palabras, pero los pájaros comprendían lo que había sucedido".
Y luego, tras proclamar a los cuatro vientos su alegría por haber sido papá, se acordó de Margarí, la florecilla, amiga suya, que vivía a orillas del río, y fue a decírselo también.
"Pero la margarita ya no estaba porque el hombre acababa de pasar con el hierro cortante y había cortado todos los tallos que, alineados en el prado, morían poco a poco".
La buscó y al fin la encuentró ya moribunda. En este momento del relato el silencio de mis alumnos se hacía más hondo, y yo lo notaba. Seguía leyendo.
"…la encontró, ya moribunda, con la hermosa cabecita aplastada contra la tierra.
-Oh, Cipi, has hecho bien en venir…-dijo en cuanto fue liberada, tornando al sol, con un supremo esfuerzo, los delicados pétalos blancos.
Cipi la agarró con el pico y la sacó:
-Te llevo a ver a mis chiquitines…, son tres, ¡maravillosos!
-Déjame, por favor, querido Cipi. Todo ha terminado… ´suspiró-, déjame morir aquí, entre los tallos que fueron fieles compañeros de mi vida.
Entones Cipi la depositó delicadamente sobre la hierba segada, con la corola hacia el sol.
Con un hilo de voz la margarita continuó:
Estoy contenta de que seas papá. Buen Cipi…, enséñales a amar las cosas buenas y hermosas… Saluda al sol y al viento… Ah, que breve es la vida… - Tomó un poco de aliento y después susurró:
-Acuérdate siempre de Margarí.- Y con la cabecita inclinada expiró".
Hacía entonces un breve silencio. Y en el aula era un silencio de verdad. Y miraba las caritas de mis alumnos, y me conmovía.
Seguía la lectura.
"En ese instante una nubecilla blanca amiga de la margarita corrió ante el sol para decirle, lagrimeando, que la florecilla que tanto la amaba había expirado. Por un momento el prado quedó en sombra, como enlutado.
Y sucedió que también el viento se enteró; entonces detuvo la caricia que tanto gustaba a Margarí y el agua de la cinta de plata que había contado a la simpática margarita tantas historias de países lejanos pasó de puntillas, indicando a las ranas que se callaran.
Cipi se elevó hacia una bandada de golondrinas y les advirtió:
-¡Ha muerto Margarí, la florecilla poeta…!
Los pájaros dieron largas vueltas silenciosas sobre el prado hasta que poco a poco Bola de fuego, con la cara roja de llanto, se acostó en su lecho nuboso".
Y cuando Cipi volvió al nido y se encontró con Gorrioncita y sus pequeños, "no sabía si reír o llorar, pues estaba tan contento y también tan triste". Dijo, "-pobre Margarí, ha muerto precisamente hoy que he sido papá".
Y cerraba el libro. Y seguía el silencio, y entonces les pedía títulos posibles para el capítulo, y casi siempre alguien decía, sonrisas y lágrimas. Feliz encuentro entre cine y literatura. Sencillo retrato de lo que es la vida.
Y la historia sucedía en septiembre.

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