La
última semana del año empezará con ventoleras de poniente, desagradables como
siempre. Pero parece ser que empezarán a aflojar el miércoles, para dar paso a
una serie de días despejados, con poco viento (de poniente) y temperaturas primaverales que
para nada recordarán al invierno. Mínimas rondando los 10 y máximas por arriba
de 20, alcanzando incluso algún día los 24 o 25. Sólo al final de la semana
pueden bajar algo las mínimas.
Y de
lluvias nada de nada, como no sea la ligerísima llovizna que ha caído esta
tarde, con lo que el mes de diciembre acabará con una precipitación acumulada
de menos de un litro.
En
otras palabras, el invierno se esfumó sin haber llegado a asomar más que algún
que otro día. ¡Abracalabra, patas sin cabra! Ya no hay invierno, al menos de
momento. A volver a sacar la ropa de corto de los armarios.
Lo
único bueno, porque que no haya invierno en invierno no es bueno, por cómodo
que resulte, es que va a ser muy fácil ventilar y estar al aire libre, lo que
con la que está cayendo es más que deseable.
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