Sin las de bajo no habría nada arriba. |
La
palabra adanismo, en su primera acepción dice así:
De Adán e -ismo.
1. m. Hábito de comenzar una
actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente.
La segunda acepción se refiere a eso de andar por el
mundo sin ropa. Evidentemente no hablo de esa sino de la primera.
A menudo se observa en determinados individuos esa fea
costumbre a la que nuestra lengua, como veis, ha puesto nombre. Pero cuando esa
costumbre trasciende al ámbito personal o, como más, laboral, y se instala en
la sociedad a gran escala, convertida en ideología, las consecuencias pueden
ser catastróficas.
Pues bien, sobre este asunto habla muy clarito la reciente
encíclica del Papa, Fratelli Tutti. Dice así.
Por
eso mismo se alienta también una pérdida del sentido de la historia que
disgrega todavía más. Se advierte la penetración cultural de una especie de
“deconstruccionismo”, donde la libertad humana pretende construirlo todo desde
cero. Deja en pie únicamente la necesidad de consumir sin límites y la
acentuación de muchas formas de individualismo sin contenidos. En esta línea se
situaba un consejo que di a los jóvenes: «Si una persona les hace una propuesta
y les dice que ignoren la historia, que no recojan la experiencia de los
mayores, que desprecien todo lo pasado y que sólo miren el futuro que ella les
ofrece, ¿no es una forma fácil de atraparlos con su propuesta para que
solamente hagan lo que ella les dice? Esa persona los necesita vacíos,
desarraigados, desconfiados de todo, para que sólo confíen en sus promesas y se
sometan a sus planes. Así funcionan las ideologías de distintos colores, que
destruyen —o de-construyen— todo lo que sea diferente y de ese modo pueden
reinar sin oposiciones. Para esto necesitan jóvenes que desprecien la historia,
que rechacen la riqueza espiritual y humana que se fue transmitiendo a lo largo
de las generaciones, que ignoren todo lo que los ha precedido».
Y en
España este problema lo tenemos, y bien vivo. Por eso comparto este texto. Y me
callo, porque entrar más a fondo sería políticamente muy incorrecto.
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