Ni una
palabra sobre la tan necesaria y justa como manipulada y politizada lucha de la
mujer por la igualdad. Y ya he dicho demasiadas. Tan solo compartir un poema de
Rosalía de Castro. Una mujer.
Dicen
que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el
onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
lo
dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
de mí
murmuran y exclaman:
Ahí va
la loca soñando
con la
eterna primavera de la vida y de los campos,
y ya
bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
y ve
temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
-Hay
canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
mas yo
prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
con la
eterna primavera de mi vida que se apaga
y la
perenne frescura de los campos y las almas,
aunque
los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Astros
y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
sin
ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
Lo
dedico a quienes, más allá de “ismos”, trabajan cada día en silencio, con
honestidad y respeto, por la causa que celebramos hoy.
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