Florecen en primavera pintando de blanco el sotobosque al abrigo amable de los pinares.
Es una de las flores más hermosas que tenemos por aquí.
Tan frágil y efímera como digna de ser contemplada,
pero sin tocarla, sin arrancarla de su tallo, pues muere enseguida. Como todas las jaras. Como tantas cosas...
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