FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 18 de febrero de 2016

Una tarde parda y fría de invierno, pero sin lluvia en los cristales.

107 días sin llover.


Era esta una tarde gris de esas que en otros tiempos acababan en lluvia. Mientras mis alumnos trabajaban y yo me paseaba entre ellos por el aula, recordaba mi propia infancia en la que este cielo gris significaba serrín en la entrada del cole, calles mojadas y paraguas para ir a casa.
Y eran muchas las tardes pardas y frías a lo largo del curso. Es curioso cómo mis recuerdos de aquel tiempo están muy frecuentemente envueltos por una lluvia suave pero pertinaz. Quizá no fue así, pero así lo evoca mi memoria.
Y es posible que en la cristalización de este recuerdo, tenga mucho que ver este poema de Antonio Machado, que ya he publicado en el blog alguna vez, titulado precisamente Recuerdo infantil, y que hoy me apetecía compartir de nuevo.

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

Me lo sé y lo he recitado en mi interior mientras mis alumnos trabajaban. Y desde luego, si hubiera llovido, tengo muy claro que habría interrumpido la clase y habría invitado a Antonio Machado a que, a través de su poema, se hiciera presente entre nosotros.
Pero no ha sido el caso. No ha llovido.

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