FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 23 de mayo de 2018

¿Cuánto le queda a Europa?



Hace ya mucho tiempo, pienso que vivimos en Europa una curiosa sensación de invulnerabilidad. Estamos tan convencidos de la solidez de nuestros estados de derecho, de la estabilidad de nuestras democracias, de la capacidad de nuestra economía para superar crisis, del vigor de nuestro arte y nuestra cultura, de la superioridad de nuestra moral, de la capacidad disuasoria de nuestros ejércitos…, tan convencidos de que somos los mejores, bueno y qué, que hemos acabado mirándonos el ombligo y discutiendo entre nosotros su forma y tamaño, entre otras tonterías. Como si nada de esto pudiera romperse.
También el imperio Romano se sentía invulnerable, y duró muchos más siglos que nuestra Unión Europea, que dudo cumpla ni siquiera los cien años.
El llamado euroescepticismo, con el brexit como punta de lanza, mostrando el camino a ninguna parte; los nacionalismos, como proceso involutivo y desintegrador, rompiendo en sus delirios la convivencia y todo lo que se les ponga por delante; la corrupción, como la consagración de la inmoralidad en la vida pública; lo políticamente correcto, como el triunfo de la estética sobre la ética; el dualismo derechas e izquierdas, obsoleto en el mundo actual, pero útil para manipular y pervertir la democracia; los movimientos anti, destructivos y absurdos al ser solo anti, sin ofrecer alternativas reales y posibles; el consumismo y el confort, ofreciendo una vida engañosamente fácil y hueca; el relativismo moral, como la negación de la existencia de valores absolutos y principios universales…
Todo esto y más dentro de la Unión. Fuera, los Estados Unidos distanciándose de Europa con un nuevo "América para los americanos"; Rusia, esperando pacientemente que nos acabemos de romper, para recoger los restos como fruta madura y consumar su siempre deseada expansión hacia el oeste; China, aumentando su poderío económico sin miedo alguno a acabar con el nuestro; el islamismo radical acechando, oculto ya entre nosotros, golpeando cuando puede, deseando nuestra aniquilación…
Sí, me temo que la Unión Europea, de la que yo me siento ciudadano, tiene los años contados. Y me sabe mal, porque es un buen invento y un factor de equilibrio en el mundo. Porque una Unión Europea fuerte y unida podría hacer frente a los retos exteriores, y no solo garantizaría el estado de derecho y el bienestar dentro de sus fronteras, sino que lo facilitaría fuera de ellas.
No sé cómo más gente no ve esto así. Yo lo veo muy claro. Demasiado claro. Deberíamos quitarnos de encima el peso de la historia, la insolidaridad, el sentimiento de superioridad de unos sobre otros, reencontrarnos con nuestro riquísimo y sabio patrimonio cultural, rearmarnos moralmente y seguir construyendo una Europa cada vez más sólida.
Nada en la historia es para siempre, pero que este sueño de una Europa Unida, de unos Estados Unidos de Europa, vaya a durar tan poco…, me da pena. Sería muy triste que en los libros de historia, en el futuro, pusiera algo así como, "entre la II y la III guerra mundial hubo un intento fallido de crear una Unión Europea, y el fracaso de ese intento, entre otros factores, fue el preludio de…"

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