MACHISMO/FEMINISMO
Dicen
los periódicos que los sindicatos no han tenido garra suficiente para sacar al
personal a las calles este primero de mayo, y que además han dado protagonismo
absoluto al feminismo, la flor y nata de lo políticamente correcto en estos
momentos.
La
noticia me ha generado varios pensamientos políticamente incorrectos, uno de
los cuales voy a exponer a continuación.
Esto
de que para lograr la justa y necesaria igualdad entre el hombre y la mujer
haya que cambiar muchos aspectos del lenguaje, sin más criterio que el que la
presión social impone, me tiene mosqueado. Hay que borrar cualquier vestigio de
discriminación lingüística aunque al final no sepamos muy bien cómo hablar
excepto en la intimidad del hogar y en voz bajita, por si algún “vecino concienciado”
nos oye decir algo incorrecto políticamente y luego nos mira mal.
Y
puestos a no discriminar, pero en ningún sentido, me dije, ¿por qué la palabra
machismo tiene connotaciones negativas, y con razón y la palabra feminismo
justo lo contrario? En principio el ser macho o fémina no es más que una
cuestión biológica tan natural como una alcachofa, por ejemplo. Por lo tanto,
las palabras derivadas, machismo y feminismo no deberían tener en lo sucesivo,
connotación alguna que supusiera un juicio de valor. Eso sería no discriminar
en ningún sentido.
Y como
hoy en día hay que ser feminista, aunque se sea machista en la intimidad, la
gente que como yo, que hay mucha más de la que parece, no somos machistas, pero
para nada nos identificamos con el feminismo, nos quedamos sin palabro que nos
identifique. En tierra de nadie. Flotando en el éter. En el limbo de los
raritos. ¡Me niego!
Hay
una palabra que bien podría aglutinar a todos los que creemos en la igualdad
entre las personas y en su dignidad más allá de sexo, ideología, condición
social, lengua que hablen, lugar donde nazcan y gorro que se pongan en
invierno. Esa palabra, que no existe, podría ser "personismo".
Ya
está tardando la RAE, tan inclinada últimamente a hacer concesiones a la
galería, a admitir en el diccionario el palabro en cuestión. Podría definirlo
más o menos así: personas que creen en la igualdad esencial de todos los seres
humanos, independientemente de cualquier consideración, y especialmente de consideraciones
de índole sexual.
De
verdad que yo no me considero machista. No creo que ni familia, amigos,
compañeros o alumnos puedan decir que haya tenido nunca ninguna actitud que
pueda calificarse como tal. Además no entiendo esas actitudes, tengo un olfato
especial para detectarlas, y me dan asco.
Pero
para nada me siento identificado con el movimiento feminista aunque lo entiendo como lógica
reacción a una situación de injusticia institucionalizada. Como entiendo el
machismo, consecuencia natural, a superar, de nuestras raíces antropológicas e
históricas.
Por
todo esto, no soy machista, no soy feminista, soy, puestos a ser algo y toquetear
el lenguaje, "personista"; y también pensionista, y sea esto último
por muchos años.
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