Esta
receta es medio inventada, pues me inspiré en un programa de la tele, que vi de
refilón, donde contaban cómo hacían el solomillo de ternera en un restaurante de
Wyoming. ¡Ya ves! Los ingredientes son
los siguientes:
Lonchas de solomillo de
ternera, según comensales, a 2 o 3 por cabeza.
Leche entera.
Galletas saladas.
Pimienta en polvo.
Aceite de oliva.
Empezaremos
por pedir en la carnicería que nos corten el solomillo en lonchas finas, poco
más de medio centímetro. Después las sumergiremos en leche un par de horas y
las dejaremos en la nevera. Mientras, habremos triturado las galletas saladas hasta
hacerlas casi polvo de galleta, sólo casi, y le añadiremos la pimienta.
Al
sacar de la leche las lonchas de solomillo las rebozaremos con las galletas
trituradas por ambas caras, apretando muy fuerte para que la galleta en
cuestión se incruste bien en la carne. Después las dejaremos una mañana o una
tarde enteras en la nevera. En este momento pueden también congelarse,
dejándolas descongelar a temperatura ambiente cuando las vayamos a consumir.
Finalmente,
les quitaremos la galleta sobrante, si la hay, y las freiremos en el aceite
bien caliente, no más de un minuto, dándoles la vuelta de modo que estén unos 30
segundos por cada cara.
Exquisito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario