FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 12 de marzo de 2019

Lo han conseguido.

Pienso que no responde a la realidad actual. No explica el hoy.

Muchas veces he criticado en el blog el hecho de interpretar la realidad en clave derechas e izquierdas. El motivo principal es que son dos conceptos obsoletos que no explican la realidad del mundo y de la sociedad actual.
La realidad es muy compleja y no puede ajustarse a esa maniquea dicotomía de derechas e izquierdas donde, según se mire, unos son buenos de narices y los otros malos de cojones, por definición.
Andar por ese camino, utilizando expresiones como somos la izquierda, o somos la derecha, da igual, sólo podía llevarnos a la situación absurda y muy peligrosa a la que hemos llegado. Dos bloques, bien etiquetados, claramente enfrentados, como en el 36, sin posibilidad de diálogo alguno, porque como unos son los buenos y los otros los malos… Y todos se creen los buenos, ¡claro!
Esto provoca que mucha gente, sobre todo la gente libre, de mente abierta y con capacidad crítica, no sepa a quién diablos votar, porque en el fondo de su ser no se pueden identificar con ninguno de los bloques.
La justicia social, la solidaridad con los emigrantes y refugiados, la preocupación por el medio ambiente, la importancia de la educación y la sanidad, el respeto a la instituciones democráticas, la unidad de España, el cuidado y buen uso del lenguaje, el rechazo a la violencia en todas sus formas, la igualdad entre hombres y mujeres, el apoyo o rechazo a la caza y a la fiesta de los toros…, son asuntos que no puede capitalizar ningún partido, y mucho menos ningún partido moderado y realmente democrático.
Es como si a un cuerpo humano, por ejemplo, lo embutes en un corsé de forma y talla del todo inadecuadas. Lo revientas. Y eso es lo que con el corsé de derechas e izquierdas han conseguido con nuestra sociedad, la han reventado. Y la prueba es la división a la que ya he aludido y la convicción añadida de que unos son los buenos, muy buenos y los otros malos muy malos, por lo que el diálogo es imposible. Recuerdo aún la famosa frase, no es no.
Sí, lo han conseguido. A base de hablar de derechas e izquierdas nos han roto, han reventado la posibilidad de un progreso social real y de una pacificación definitiva del país, devolviéndonos a tiempos pasados que ya deberían estar en la historia.
Nos acercaríamos más a la realidad actual si, en vez de derechas e izquierdas, habláramos de moderación y respeto por una parte, y radicalismo y prepotencia por otra. Y teniendo claro que si esto último no es deseable, también es cierto que es la consecuencia natural cuando la moderación se corrompe.  Funciona como una especie de alarma necesaria para mantener la salud del sistema. El camino será corregir lo que ha provocado la alarma y no eliminarla. Y ojo, no solo hay corrupción en el ámbito económico, sino también en el ideológico, y esta última es más peligrosa.
Entiendo que ahora tenemos encendidas tres alarmas. Adivina, adivinanza, ¿cuáles serán? Y como he dicho, el camino no es eliminar ninguna de ellas, no sería democrático. El camino sería que los partidos moderados actuaran de tal modo que llegaran unas elecciones, tanto autonómicas como generales, en las que las tres alarmas quedaran con una representación parlamentaria testimonial, que así es como deben estar los radicalismos. Deben existir, tienen su función importante en una democracia, pero nunca deberían gobernar ni directa ni indirectamente.
Pero para llegar ahí, el maldito rollo de las derechas e izquierdas tendría que pasar al baúl de los recuerdos.

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