Hoy ha
salido un día gris y fresco. Nos hemos ido al mar. También me gusta. Siempre he
dicho que si tuviéramos tres vidas y lo supiéramos, una la dedicaría al mar,
otra al desierto y otra a la montaña. Pero como solo tenemos una, ya me la
pilló la montaña, aunque de vez en cuando me gusta acercarme al mar o mirarlo
desde lo alto, o perderme por parajes que no siendo un desierto se le asemejan
mucho.
Pero
hoy el asunto va del mar. Comparto a continuación un bonito y conocido poema de
Rafael Alberti, y unas fotos de algunos rincones preciosos de nuestra costa.
Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel
del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz
condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
No
hizo falta hacer nada parta cumplir su voluntad. Murió el 28 de octubre de
1999, en El Puerto de Santa María, Cádiz, su ciudad natal, al nivel del mar.
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