Son estos, días de mirar atrás, de hacer balance, de
analizar, de mirarnos mucho el ombligo, días de ver lo que hemos hecho, lo que
no hemos hecho, lo que deberíamos haber hecho…
La verdad es que me resulta un poquito agobiante, por
eso os propongo este primer día del año, descansar de mirarnos tanto a nosotros
mismos, de mirar tanto la tierra y echar un vistazo al cielo. De vez en cuando
hay que hacerlo y buscar en él “esa placidez sin nombre, esa serenidad
armoniosa y divina que vive en el sin fin del horizonte...” como nos dice Juan
Ramón Jiménez.
Y luego volver a la tierra, que hay mucha faena por
hacer, aunque sin olvidar elevar la mirada de vez en cuando.
Aquí tenéis diez fotos, y si queréis más, pulsando el
enlace tenéis cien. ¡Que os vaya bien el 2014!
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