FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

¿Y qué es lo peor?



¿Y qué es lo peor? Lo peor es que sé que estoy entre las víctimas, y conmigo, millones de personas, de la debacle que se nos echa encima. Porque soy sólo un trabajador que vive de su sueldo, y a partir de mañana un jubilado que habrá de vivir de su pensión, sin más patrimonio que el moral de haber servido a su país casi 40 años desde su puesto laboral, la educación.
La inestabilidad política provocada por el delirio catalán y la incapacidad de alcanzar acuerdos de consenso y moderación de nuestros representantes, unidas a unos planteamientos económicos inviables en la realidad del mundo en el que estamos, van a provocar una nueva y honda crisis social y económica que vamos a pagar los de siempre. Dar alas al independentismo y cargarse la reforma laboral serán los primeros pasos.
A estas alturas de mi vida hay algunas cosas que tengo muy claras, pocas, pero claras. Y una de ellas es que el dinero es miedoso, y huye de escenarios como el que ha iniciado el abrazo de Pedro y Pablo.
Tiene que ser joven e incauto o rematadamente imbécil el que piensa que rompiendo la Constitución, cortando autovías, gritando en las calles, persiguiendo a empresarios (pues son los malos por principio y definición) vamos a alcanzar la justicia social y el bienestar de todos.
No, el dinero se irá, los ricos y poderosos pondrán a buen recaudo sus fortunas, y sus iniciativas atracarán en otros puertos más seguros. Porque España, en manos de un socialismo comunista, y en proceso de descomposición, ya no será segura para hacer negocios.
Y como ya he dicho, lo pagaremos los de siempre. Porque yo soy consciente de que en el mundo en el que estoy, vivo de las migajas que me echan los que se gastan 1000, 2000 3000 euros o más, mucho más, cualquier día en una cena. Pero quiera o no vivo de ellos. Y vivo con dignidad. Y ya sé que hay quien ni eso, demasiados.
Que no es justo, ¡claro! Que urge un mejor reparto de la riqueza, ¡claro! Pero ahí no se llegará espantando a quienes tienen y gestionan esa riqueza. Porque si ellos se van, porque pueden irse donde y cuando quieran, sé que el estado no me mantendrá, porque no tendrá de donde sacar ni un euro para hacerlo.
Yo no tengo acciones, pero si la bolsa baja eso me afecta. Yo he tenido trabajo toda la vida, pero el paro, me afecta. Yo no soy autónomo, pero cuando un autónomo, cansado, cierra, eso me afecta. No conozco a ningún gran empresario, pero cuando una gran empresa se va a otro país más seguro, eso me afecta. No tengo ni un hotel, ni un restaurante, pero cuando dejen de venir turistas, eso me afectará…
Voy a poner un ejemplo duro y hasta desagradable. El capitalismo es como un banquete donde los comensales tiran a los perros lo que les sobra. Y los perros están gordos y “bien criaos”. Si no hay comensales, los perros pasarán hambre. Y siempre habrá comensales y perros.
Y nada puede cambiar mientras no cambie la naturaleza humana. El comunismo, todos comensales, es una utopía que exige una categoría moral a todos los ciudadanos de la que estamos infinitamente lejos. Por eso, su aplicación, en el grado que sea, sólo produce dolor y sufrimiento, y acaba castigando a la gran mayoría, que somos los perritos.
Por eso, viendo la que se nos viene encima, si fuera rico, famoso o importante, si fuera comensal, me exiliaría. Pero no lo soy. Soy un perrito que con lo que me echan me basta para vivir con dignidad, porque mi vida no está en el poder, ni el dinero; discurre por otros caminos, Gracias a Dios.

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