La gran mentira.

La segunda acepción de la palabra paradigma en el diccionario de la RAE dice, "Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento".

Sabias palabras que ponen el dedo en la llaga del panorama político, explicando, entre otras cosas, lo sucedido a Ciudadanos en las elecciones de Madrid.

"Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar". ¡¡Sin cuestionar!! La mandanga, derechas e izquierdas, es el paradigma que "suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento".

Lo de derechas e izquierdas es un paradigma, algo que se acepta sin cuestionar. Y si no se cuestiona es porque no le interesa a nadie que se cuestione, porque tanto a unos como a otros se les “acabaría el chollo”, y la gente de a pie tendría que analizar y pensar, porque lo de yo soy de izquierdas o de derechas de toda la vida, como si de un equipo de fútbol se tratase, ya no valdría para nada.

La realidad actual de nuestra sociedad, como la de la historia, es mucho más compleja, y no se puede abordar desde este paradigma, útil y cierto en otros momentos del pasado, pero obsoleto hoy. Un paradigma que es ahora una gran mentira.

Y esto tiene graves consecuencias siendo una de ellas la división artificial y falsa de la sociedad en dos “bandos” irreconciliables, pues en este enfrentamiento permanente se basa la identidad de ambos que quedaría disuelta si hubiera encuentro.

Y esto es lo que fue Ciudadanos. Un partido más allá de este paradigma. Y sus momentos de “gloria” fueron la prueba de que mucha gente estaba harta del rollito falso, estéril y cansino de las derechas y las izquierdas. Pero claro, mientras todos, medios de comunicación incluidos, sigan fieles al paradigma no habrá lugar para nadie que se sitúe más allá de él. Tampoco en el llamado centro, porque eso del centro está también en el  paradigma. Y eso intentó Ciudadanos.

Sí, estamos muy lejos de dar el salto. Faltan pensadores, intelectuales, filósofos, gente libre y honesta que nos muestre el camino para interpretar la realidad desde otros puntos de vista más acordes con lo que de verdad necesita hoy en día una sociedad para progresar.

Porque estoy convencido que mientras el progreso se asocie a uno de los “bandos”, a las llamadas izquierdas, nunca habrá verdadero progreso. Pienso que este vendrá precisamente con la superación del paradigma derechas e izquierdas que tanto daño nos está haciendo.

Pero como ya he dicho. Eso aún queda muy, muy lejos.