FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 8 de mayo de 2021

¡Que no decaiga!


Empezando porque eso de que el estado de alarma decae esta noche está mal dicho, y acabando porque nos pasa directamente al estado de desmadre, no me hace ninguna gracia este “decaimiento”. Levantarme mañana sabiéndome mucho más desprotegido que hoy, no me resulta plato de buen gusto.

Pero no quiero hablar de la incomprensible (lo haré solo un poquito) dejación de funciones del Gobierno, pasándole la patata caliente a los jueces que tienen ahora la difícil alternativa entre aplicar la ley o el sentido común. No quisiera estar yo en su piel. Un mesecito más hubiera asegurado el verano. Así, veremos.

Pero esto no me sorprende. Lo que sí me ha sorprendido es que todo el mundo habla de que el estado de alarma decae. ¡Cómo que decae!

El verbo decaer indica proceso. Decae el vigor con la edad, decae el equipo de fútbol que va a peor, decae el bareto al que cada vez van menos clientes, decae la fiesta cuando la gente se larga…

Pero el estado de alarma no, ¡merluzos! No hay proceso alguno. Hoy sí, mañana no. No decae, se acaba, finaliza, termina, concluye, pero no decae. A no ser que sea esto de decaer un término jurídico que de serlo, por muy jurídico que fuera, estaría mal utilizado desde un punto de vista lingüístico. De hecho no está registrado como tal en el diccionario de la RAE.

Pero nada, todo el mundo tan contento diciendo que decae. Lo que decae, lo que está en decadencia es la inteligencia, el saber hablar, la responsabilidad, la honestidad… Eso sí decae, pero el estado de alarma no.

Hay que ser tonto.

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