FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 31 de enero de 2015

Un botijo, una sillita, una planta y Fuente la Higuera.



Invierno. El viento sopla recio y frío. Nubarrones dispersos, en su apresurado viaje hacia el mar, descargan chubascos breves y rotundos aquí y allá. El cielo es de azul norte. El sol calienta apenas.
En la casa, ya vencida por el tiempo, mis tíos, jóvenes cuando yo niño, se calientan sentados junto a una mesa camilla, cuyo faldón recoge el calor de una estufita eléctrica, de las de toda la vida. Y sobre la mesa, nada, o quizá todo, quizá el recuerdo de toda una vida ya muy larga, de duros inviernos, de primaveras verdes y tibias, de veranos de vendimia y mosto, de otoños de frutos y retorno al fuego.
Y ahí estaba. En el rincón de siempre. El botijo. El botijo sigue en su sitio. Me han dicho que ya no le ponen agua, pero ahí sigue, sobre su platito de plástico verde y su tapetito. Donde siempre. Y junto a él, una sillita de boga y una planta de las de toda la vida. Todo igual que hace 40, 50, 60 años…
Allí aprendí yo a beber en botijo, entre las risas cariñosas de los que me enseñaban. ¡Pesaba tanto! Y en esas sillitas nos sentábamos mis hermanos y yo, cuando los mayores hablaban de sus cosas y nos aburríamos, o estábamos cansados de jugar, o habíamos hecho una barrabasada y nos decían que nos estuviéramos quietos y no nos moviéramos de allí.
Y de pie junto a las plantas, nos pegábamos a la pared para dejar que pasara al corral la burra o la mula, pisando fuerte sobre el suelo empedrado de la casa y luego el carro, con sus ruedas de llanta, produciendo ese sonido, ya perdido, pero para mi inolvidable.
Sí, ese botijo en su rincón, la silla y la planta, me han traslado a aquellos lejanos días de mi infancia en Fuente la Higuera, donde creo que aprendí a amar los pinos, el campo, las fuentes, el cielo, el perfume fuerte del lagar, el aroma del embutido asándose sobre sarmientos, los horizontes amplios, la luz de las tardes de septiembre y el fresco vivificante de las mañanas tempranas de finales del verano…
Luego había que volver, y lo digo con palabras de Antonio Machado, a la “aborrecida escuela” y Fuente la Higuera se quedaba atrás, como un sueño de libertad, de vida plena, tan fugaz como hermoso. Faltaba un año para volver. Quizá, con algo de suerte, volveríamos por Santa Bárbara. ¡Dios, qué largo era un año!
De esto han pasado ya muchos, y la memoria de aquel tiempo, cada vez más clara cuanto más lejana, se convierte en una luz que ilumina el presente dando respuesta a muchas preguntas sobre por qué una vida, la mía, ha sido como ha sido, está siendo como está siendo.
Fijaos en el inmenso poder de un botijo, una sillita de boga y una planta de las de siempre…

viernes, 30 de enero de 2015

Respuesta del Señor Alcalde.

A continuación tenéis las respuestas a las preguntas formuladas en la reunión del miércoles 21 de enero que hemos recibido hoy mismo. Las hemos leído detenidamente y podemos decir que lo expuesto en el siguiente escrito es lo que realmente se habló en la reunión.
Si lo leéis veréis que en algunos momentos se hace referencia a determinados documentos que no voy a publicar en el blog pues resultaría una entrada excesivamente larga y farragosa. No obstante, si queréis ver alguno de ellos o todos, me los pedís por correo, está en el blog, y os los enviaré a la mayor brevedad.
           Y como también dije, lo antes posible compartiré las conclusiones a las que, después de todos estos días, estamos llegando respecto a la situación medioambiental en Ribarroja y en toda la Comunidad, considerando que el tomicus no es más que la punta del iceberg. Vaya esto por delante.

Documento completo.



El documento 4 se refiere al punto 6.


jueves, 29 de enero de 2015

El verbo COGER y el sustantivo POLLA. ¡Qué cosas!

Este alumno tiene la polla en la mano.
Aunque incluyo esta entrada en la sección del blog cuidemos el lenguaje, no va en este caso de cuidar nada, sino de jugar con la inmensa riqueza de nuestra lengua.
Riqueza que convierte al diccionario en inagotable fuente de sorpresas. Yo les insto frecuentemente a mis alumnos a que jueguen con él. Porque jugando, jugando, a parte de aprender muchas cosas, se lo pueden pasar muy bien.
Sin ir más lejos, fisgoneando el, en España, inocente verbo coger, vemos cómo en su acepción 31 es un vulgarismo, muy utilizado en gran parte de América, cuyo significado es realizar el acto sexual.
Y esto nos lleva a imaginar divertidas situaciones, que a buen seguro se han dado, como la de aquellos dos chavales españoles que, tratando de alquilar en Chile una casa, le mira el uno al otro y le pregunta “¿la cogemos?”, para espanto y horror de la muchacha de la inmobiliaria, que les atendía y que si no estaba al tanto de esta cuestión idiomática, andaría en ese momento buscando con la mirada algún objeto contundente con el que defenderse.
O el pasmo de un solícito papá cuando oye al chiquillo de 8 años, que ha venido de España, decirle a su hija de 9, “¿jugamos a cogernos?” "¡Por Dios chaval!¡ ¿De qué vas? ¿A eso jugáis en tu tierra?" Diría el espantado padre. “Sí”, podría contestar el niño, “es muy divertido…”
Impactante sería también que entrara el nuevo profesor, oriundo de Murcia, a la sala de profesores de un colegio de Buenos Aires y dijera, “doña Leonor ha resbalado en el patio, estaba en el suelo, la he cogido y la he llevado a la enfermería, se está recuperando”.
Hay otra palabra, en este caso un sustantivo, que tiene también su puntito de gracia. Es la palabra polla que, en su primera acepción, significa gallina nueva, medianamente crecida, que no pone huevos o que hace poco tiempo que ha empezado a ponerlos, en la tercera, como vocablo malsonante, pene y en la séptima, en Ecuador, chuleta. Pero no chuleta de comer, no, sino chuleta de la que usan los alumnos en clase para copiarse en los exámenes.
Imaginadlo también. Un niño español, que vaya a Ecuador y escuche al profesor decir antes del examen “y ojito con las pollas que voy a vigilarlas”.
O aquel muy celoso de que no se copien sus alumnos y que tras pillar a uno, españolito él, se le acerque y le diga, “te he pillado, saca la polla y enséñamela…”
O el profesor ecuatoriano que diga a un grupo de alumnos españoles, antes del examen, “no quiero ver ni una sola polla en el examen”.
En fin, podéis imaginar, sólo con estas dos palabras, la cantidad de situaciones curiosas y divertidas que pueden darse y que responden a la riqueza exuberante de nuestra lengua.
Por eso, conocer el diccionario, jugar con él, es enriquecedor, curioso y divertido. Y ahora con Internet es tan fácil.
De momento, sirva esto para que no se asusten al otro lado del charco si nuestros niños juegan a cogerse, y gritan corre que te cojo, ni nos espantemos a este lado si nos dicen que, en Ecuador tampoco les dejan a los niños usar las pollas en los exámenes ¡claro! Ni la una, ni la otra.

miércoles, 28 de enero de 2015

Estamos a la espera.

Estamos a la espera.


Hoy hace ocho días tuvimos la reunión en el ayuntamiento sobre la plaga que está arrasando los pinares, quedando en que me enviarían por escrito la respuesta a las preguntas formuladas, así como el nombre y cargo de los asistentes, documentos estos que publicaría en el blog.
De momento no hemos recibido nada, y os confieso que lo esperamos con impaciencia, pues no creo que sea adecuado que yo os diga lo que nos dijeron y explicaron, ya que podría no trasmitirlo con claridad y exactitud. Y no quiero ni tergiversar ni manipular nada en ningún sentido.
Quiero leer las respuestas y que las leáis. Y después llegar a conclusiones y actuar. Las nuestras os la contaré.
Mientras, sigo recabando información, recorriendo el monte, siguiendo el tiempo que pinta muy, muy mal para estos próximos días, (viento fuerte y seco, lo peor que puede pasar), y reflexionando.

martes, 27 de enero de 2015

Señores de "El tiempo", estamos aquí.

Fueron hermosos pinares llenos de vida.
Formáis un buen equipo. Me gusta vuestro programa del tiempo. Lo hacéis bien, pero creo que a veces deberías acordaros un poquito de los “desheredados” que sufrimos las condiciones meteorológicas más adversas, más terribles, más destructivas…y más silenciosas.
El eterno “buen tiempo”. Aquí, en las comarcas que rodean a la ciudad de Valencia hace ya muchos años que casi siempre “disfrutamos” de un maldito, de un odioso “buen tiempo”.
Casi no llueve, hace más calor del normal y los vientos de levante de antes, han dejado paso a continuos ponientes, o en el mejor de los casos, a anticiclones eternos…Y llevamos así años.
Las fuentes se secan, los pinares se mueren arrasados por las plagas o  los incendios, los campos se agostan… en invierno.
Llueve, nieva, hace frío, al norte, al sur, al este y al oeste. Aquí nada. Nada de nada. Sol y vientos secos que no dejan sitio ni al rocío.
Y vosotros nos anunciáis de vez en cuando que llueve o nieva en el Mediterráneo. Si lloviera aquí sólo la mitad de lo que decís que llueve en el este, no habría problema alguno. Porque en el este sí llueve, pero no aquí. No en las comarcas del golfo de Valencia.
Estamos sufriendo un desastre ecológico y una catástrofe forestal muy localizada pero muy devastadora, y no nos queda ni el consuelo de que públicamente se reconozca y se anuncie. Triste consuelo, pero consuelo a fin de cuentas.
Os invito a que vengáis un fin de semana a gastos pagados y os enseñaré lo que es, y os contaré lo que fue…Porque esta tierra, ¡fue tan hermosa! Y se está muriendo entre la indiferencia y el silencio.
Acabo de ver vuestro programa. Me gusta la foto de la bici nevada. ¿Sabéis en qué va a acabar aquí el temporal que se nos avecina este fin de semana? En mucho viento, un viento seco y ni una gota. Como siempre desde hace años. Todo cada vez más seco, y más triste…¡Ojalá me equivoque!

NOTA: Esta entrada la he colgado en el facebook del programa El tiempo de RTVE.

lunes, 26 de enero de 2015

El arco que resiste...

En algún lugar de Alcublas, antes arropado por el bosque, ahora a la intemperie.
Andando este sábado por los montes de esta pobre tierra nuestra, arrasados por el fuego y la sequía, me encontré con este arco, resto último de algún lugar en otros tiempos habitado, rodeado entonces de cultivos y pinares.
El arco desnudo que aún resiste, el pino quemado, caído a sus pies, el cielo azul de poniente, tan hermoso como atroz. ¡Ya nada es lo que fue!
Contemplo en silencio y pienso ¿a dónde vamos?

sábado, 24 de enero de 2015

Cartas a Nuria VIII ¡Feliz cumpleaños!

Hoy, 24 de enero de 2015, hace treinta años que viniste al mundo. Y sólo cuatro años después subiste, por tu propio pie, tu primera cima pirenaica, el Lákora, de 1847 metros, allá en Navarra.
Te acompañábamos tus papás, nuestro amigo Javi, yo y ¡cómo no! tu hermana Laura que, por entonces tenía dos añitos y subió en la sillita, a la espalda de tu padre. Dejasteis una nota con vuestras “firmas” en la cajita que había para ese menester en la cima. Habías salvado 419 metros de desnivel.
Fue un día muy bonito y lo recuerdo, después de tanto tiempo, perfectamente. Había, como allí es frecuente, un extenso mar de nubes y el cielo tenía ese azul profundo propio de la alta montaña. Hierba, flores y hayas espectaculares. Nos encontramos con ovejas y caballos y los buitres volaban sobre nosotros.
El Anie o Auñamendi, al que iríamos pronto y el Orhy, nos vigilaban desde su altura, emergiendo orgullosos sobre las nubes.
Aquel día, como otros muchos días a lo largo de tu infancia, tus padres te estaban regalando uno de sus más preciados bienes, el amor a las montañas. Y yo también. Y para ellos y para mí fue un gran día.
Porque todo lo que en ellas hemos gozado y sufrido, en suma hemos vivido, nos ha llevado “a un cierto estilo de vida donde se mezclan la alegría de vivir y el sufrimiento, la meditación y la actividad febril, pero siempre se siente en el trasfondo personal un impulso formidable que invita a vivir, que convence de que la vida es muy bella…”
Bueno, la “parrafá” entrecomillada no es mía, es de un biólogo pirineísta francés, Claude Dendaletche, del que leí un libro de esos que dejas, se te olvida a quien lo has dejado, y no te lo devuelven. Pero es bonita, ¿verdad?, y cierta.
Pues este es nuestro deseo en el día de tu cumpleaños, que nunca te abandone ese impulso formidable que invita a vivir, que puedas decir siempre, por alta que venga la ola, que la vida es muy bella, siempre, siempre, siempre.

¡Feliz cumpleaños!
Isabel y Jesús.

Empezando la ascensión.
En una parada contemplando el increíble karst de Larra.
Ahí estás, con tus cuatro añitos, desafiando al vértigo. Al fondo el Rincón de Belagua.
Creo que en esta foto llevas mi piolet. Al fondo, el Petretxema, La Mesa de los Tres Reyes...
Cima del Lákora. Nuestro objetivo. Tu primera cima pirenaica.
Laura y tú muy cerca de la cima.
En la cima.
Panorama al norte.
Tú firmando la nota que dejamos en la cima.
Y esto es lo que firmasteis Laura y tú.
Esta foto me parece preciosa. Estáis dejando vuestra "huella" en la cima.
El Aníe, que subiríamos no muchos años después.
Paisajes de cuento.
Más paisajes.
Y más aún.
También me parece una foto preciosa.
¿Qué contemplabas a tus cuatro añitos, desde allá arriba?
Ya en el valle, a correr en la hierba...¡qué bonito!



viernes, 23 de enero de 2015

Algunos datos sobre la sequía.

A le espera de poderos ofrecer la respuesta del Sr. Alcalde a las preguntas planteadas en las reunión del miércoles, os adelanto unos datos sobre la sequía, factor determinante en el virulento estallido de la plaga, obtenidos en los últimos 16 años, con el pluviómetro que tengo en la terraza de casa.
Si os fijáis en la tabla y la gráfica a continuación expuestas, podréis llegar a conclusiones interesantes. Yo voy a destacar el hecho de que desde el año 2008 hasta él pasado, cada año ha llovido menos, exceptuando un ligero repunte de 5 litros en el 2010.
Además, en el  pasado 2014, cayeron 148 litros menos que la media de estos últimos 16 años, ya de por si mermada por la progresiva disminución de precipitaciones.
También hay que añadir a este panorama las temperaturas anormalmente altas y la dominancia de los vientos secos, que impide incluso la formación del rocío nocturno, cuando los dominantes deberían ser húmedos, de recorrido marítimo.
Y lo más curioso es que este descorazonador panorama lo estamos sufriendo sólo aquí, en los alrededores de Valencia. Al norte, al sur, al este y al oeste, llueve, nieva…Aquí, nada de nada. Es como si se hubiera instalado sobre la ciudad y sus alrededores, en un radio de unos 100 km. como más, una cúpula bajo la cual, el ecosistema se desmorona…
No sé si será en realidad así, pero es lo que veo.
Y una cosa más que me resulta curiosa. Esto no es noticia. No sale en los periódicos, de esto no se habla en la tele, ni siquiera en los espacios dedicados a la información meteorológica, no se explica en los colegios…
En España el invierno está siendo invierno. ¡Qué bien! Me alegro de verdad por ello. Pero aquí, en gran parte de la Comunidad Valenciana, y sobre todo en la zona del golfo de Valencia…¿qué está pasando?

Gráfica de las precipitaciones de los últimos 16 baños en Ribarroja.
Tabla de las precipitaciones por meses de los últimos 16 años en Ribarroja.

miércoles, 21 de enero de 2015

Hoy hemos tenido la reunión en el ayuntamiento.

Encina en Siete Aguas, al atardecer. ¡Qué bonito es un árbol!
El martes 20, por la mañana, fui convocado como respuesta a la instancia presentada el lunes 19, a una reunión con el Sr. Alcalde para hoy, miércoles 21.
Nos hemos reunido en el ayuntamiento, Isabel y yo, con el Sr. Alcalde y cinco personas más implicadas de un modo u otro en el  tema del tomicus.
Vaya por delante nuestro agradecimiento por la pronta y completa respuesta a nuestra iniciativa.
En esta reunión, de una hora y cuarto de duración, hemos expuesto nuestras preocupaciones y temores al hilo de las preguntas formuladas en la instancia y nos han respondido desde distintas perspectivas, según él ámbito de intervención de cada uno de los reunidos.
La respuesta a las preguntas nos serán enviadas por escrito, así como la relación de las personas asistentes a la reunión. Ambos documentos los publicaré en el blog en cuanto los reciba.
Y en base al estudio de las respuestas, a lo allí expuesto y a toda la información obtenida por otras fuentes, elaboraremos unas conclusiones personales referidas tanto a las causas de la situación actual como a las posibles acciones a desarrollar.
Seguiré informando.

lunes, 19 de enero de 2015

Pregunto a la autoridad...

Tal como os dije, hoy he presentado una instancia en el ayuntamiento solicitando una reunión con el Sr. Alcalde. A continuación tenéis la instancia con las preguntas planteadas. También he asistido hoy mismo a otra reunión a la que, vía blog, (ver entrada Vamos a hacer algo del 17 de enero) he sido invitado por Ángels Bodí de la plataforma Salvem Porxinos, en la que he escuchado distintos planteamientos e iniciativas.





domingo, 18 de enero de 2015

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso?

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.
Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiéndose a sí mismos.

Así se veía Ribarroja desde los pinares de las Rodanas hace menos de un año.
¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.
¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.
La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.

Jefe indio Seattle, 1855.

sábado, 17 de enero de 2015

Vamos a hacer algo.


No sé qué hacer. Esto es lo que he respondido hasta ahora a todos los que me han dicho que algo tendremos que hacer por nuestros pinares, por nuestros montes. Me siento impotente, paralizado.
Y creo que lo que nos paraliza, nos desmoraliza, al menos a mí, es la magnitud del desastre. Contemplar ahora Las Rodanas desmoraliza a cualquiera. ¡Ya no hay nada que hacer! Y si además pateas otros montes, Serra, Olocau, Estivella, Gátova, por citar lugares próximos, la desmoralización es absoluta. La plaga está por todas partes y no ves a nadie haciendo nada. Al menos yo no lo veo. Y la sequía y las temperaturas altas persisten, lo que agrava más la situación…
Y pensando, pensando he decidido actuar, hacer algo. Voy a hacer algo más que escribir, porque aunque escribir ya es, no es suficiente, y lo sé.
Hay que empezar por algún sitio. Y voy a hacerlo empezando por algo muy próximo, muy querido, muy pequeño. No sé si os habréis dado cuenta de que la montaña llamada La Selleta, según los mapas oficiales, “Les Mamelles” o “El Flare” según el pueblo, y “Nanga Flare” según un amigo, aún está verde. Sus pinos aún viven, y cuando vienes de La Pobla o La Eliana, a Ribarroja, se extienden sobre su característica silueta, como siempre. Es la única masa forestal del término. Y hemos de hacer algo por salvarla.
El maldito escarabajo ya está allí. Si cogéis el camino de Cheste, cuando tras el collado gira a la izquierda, si miráis la ladera ya tiene un rodal de pinos muertos, y poco más hacia el sur hay varios rodales más.
¿Asumimos perder el único pinar de Ribarroja?¿Asumimos perder el paisaje de toda la vida? Yo, no. No sin intentar evitarlo.
Aquí aún está empezando. Podemos pararlo. ¿Podemos pararlo? A esta pregunta y otras voy a buscar respuesta. Y voy a buscarla, en primera instancia, a donde creo que debo ir.
He decidido solicitar, este lunes o martes, una reunión con el Sr. Alcalde y preguntarle de quién es la responsabilidad de esto, si se está actuando de alguna manera, si los vecinos podemos hacer algo…Y a partir de ahí, veremos por dónde seguir.
Porque al menos, quiero tener clara una cosa. Si de verdad estamos peleando por salvar nuestro entorno, o ya hemos asumido la catástrofe medioambiental que estamos viviendo, de la que nadie parece darse cuenta, y que trasformará estas tierras para siempre, dejando los bosques en los parques y en el recuerdo.
Y si es esto último, os lo digo desde muy dentro, menos mal que este año cumpliré los 60…Yo seguiré peleando, al menos en mi pequeña parcela, aunque no sirva de nada, por seguir viendo pinos verdes cuando miro al sur desde el pueblo. Y si pudiera hacer más, más que haría.
Pero antes de empezar a actuar quiero dejar claras dos cosas, porque conozco el mundo. La primera es que no es protagonismo lo que busco, sino poder seguir andando entre pinos verdes al lado de mi casa. Yo no importo. Importa el bosque. La segunda, que no llevo ninguna intención política, ni quiero que se interprete nada de lo que hago o escribo en esa clave. No he visto diferencia alguna en la gestión medioambiental entre el PP y el PSOE, nunca. La política no importa, importa el bosque.
Así pues, informaré en este blog de los pasos que voy a ir dando. Y si alguien quiere colaborar en salvar “Les Mamelles” (suena gracioso) puede empezar por “gritar” lo que está sucediendo, lo que voy, lo que vamos a intentar hacer. Cuanta más gente sepa qué está pasando, mejor. ¡No abandonéis al monte!. Nos necesita. Y lo necesitamos más de lo que pensamos.
En esta historia no importamos nosotros. Importa el mundo que vamos a dejarles a las generaciones venideras. Y eso, quizá esté aún en nuestras manos, al menos lo más próximo, lo más familiar. No lo sé. Pero habrá que averiguarlo.

jueves, 15 de enero de 2015

Receta. Bombones de la diosa Ceres.

La diosa Ceres contempla complacida mis bombones.
Son muy fáciles de hacer y están muy buenos, si te gusta el chocolate. Ya lo había probado alguna vez, pero el otro día, mi siempre bien amada amiga Paza, que los hace muy bien, me dijo cómo los hacía. Estoy hablando de los bombones de la diosa Ceres.

Ingredientes para unos 50 bombones.

½ kg. de chocolate. A mí me gusta el negro.
½ kg. de cereales de esos para desayunar sano. Hay de muchas clases.
Moldes de repostería medianos echando a pequeños. Ver la foto.

            Cójase un bol, deposítese el chocolate en él y fúndase en el microondas. Cuidado no se queme. Vigilar frecuentemente hasta que tengamos pillado el tiempo que, a la máxima potencia y para medio kilo, ronda los 4 minutos.
            Luego añádanse los cereales. ¡Ojito ahora! Si queremos los bombones muy compactos pondremos menos cereales, si los queremos más crujientes, pondremos más. En cualquier caso mézclese todo muy bien hasta que la masa tenga color chocolate.
            Y ahora, con una cucharita y paciencia, vayan depositándose en los moldes grumitos de tan sabrosa mezcla. Luego, déjense enfriar a temperatura ambiente.
            A mí me gusta que no sean demasiado grandes y bastante crujientes, así se comen mejor. ¡Y qué buenos están!
            ¡Ay,ay qué buenos están!

lunes, 12 de enero de 2015

Las últimas palabras de Tobías.



Hola, soy un pino, me llamo Tobías. Tengo casi 50 años y desde aquí he visto muchas cosas que os podría contar, pero pronto voy a dejar de verlas, pronto se apagará mi voz y ya no podré hacerlo. Me estoy muriendo. A mi alrededor ya todos han muerto.
Nací de una semilla de mi mamá, un bonito pino que se llamaba Silvinia y que murió en un incendio cuando yo tenía 32 años. Yo me salvé de milagro, aunque pasé un tiempo difícil, medio chamuscado, pero pude recuperarme. Ella no, ni muchos de mis amigos. Ella se quemó del todo.
A lo largo de toda mi vida, he visto como cambiabais. Como cambiabais vuestra forma de vestiros, vuestra forma de hablar. He visto cómo cambiabais vuestra forma de tratarnos, incluso de mirarnos. Y ahora, aunque venís más, me parece que os damos bastante igual. Pocos me miráis. La mayoría, no todos, vais corriendo, o con artilugios mecánicos, con prisas, charrando, a veces gritando y miráis poco o nada. No sé qué os pasa.
He vivido días de frío y calor, de nieve y agua, de viento y calma. Y, desde aquí arriba, he ido viendo el paso de las estaciones. Y he soñado con seguir viviéndolo durante muchos años más y morir de puro viejo, y quedarme aquí, muerto pero de pie, como dice Alejandro Casona, mucho tiempo más, como hacemos los árboles cuando nos dejáis...
Pero no va a ser así. Vosotros me habéis abandonado, nos habéis abandonado. No sé si porque creéis que no nos hacéis falta, o porque ya pasáis de nosotros. No lo sé.
Pero nosotros os necesitábamos, os necesitamos, porque esto no es la selva. Habéis roto el equilibrio ecológico, habéis reventado nuestra casa y la vuestra. Estáis cambiando el clima. Cada vez llueve menos y hace más calor. Nos cuesta adaptarnos. Los matorrales crecen sin control y, sobre todo en los veranos, el miedo al fuego no nos deja descansar. Y las plagas nos hacen mucho daño porque habéis acabado con los bichos que las controlaban, y vosotros..., vosotros no controláis nada.
Sí, os necesitamos. Y ahora más que nunca. No os dais cuenta pero nuestro mundo se acaba. Pero sé que no nos vais a ayudar. Estos últimos años han sido terribles. Hace mucho tiempo que llueve muy poco. Hemos pasado mucha sed, mucho miedo al fuego, a esos gusanos que nos comen las agujas y nos asfixian poco a poco, pero hemos aguantado amarrándonos a la tierra reseca y mirando al cielo, esperando el agua que no llega.
Los pájaros nos han hablado de grandes desastres, de millones de hermanos quemados muy cerca de aquí. He visto muchas veces el humo y el fuego, acordándome de mi mamá y de los amigos que perdí. Pero también a esto hemos resistido.
Ahora ya no. Ya sé que no. Yo creí que mi final sería el fuego, pero no. Ese escarabajo que llamáis tomicus nos está matando a todos; en silencio, nos está matando a todos. Desde aquí veo a muchos que ya han caído. A mi alrededor ya han muerto casi todos. Yo ya me estoy muriendo. Un día de estos ya seré madera muerta. No veré la primavera. Y lo más triste es que vosotros sabíais que pasaría. Habéis visto cómo empezó y cómo nos va matando uno a uno, y no habéis hecho nada. No estáis haciendo nada.
El otro día vi a uno de vosotros que pasa bastante por aquí. Yo me acuerdo de todos los que pasáis y me miráis. Se paró y me miró, como siempre, a veces me hace fotos, y miró a mis compañeros ya muertos. Se me acercó, me acarició el tronco, miró mi copa aún algo verde, como diría Juan Ramón Jiménez, “toda pintada de cenit azul”. Sentí su mano en mí, vi sus ojos y supe que estaba muy triste, que tenía mucha rabia, que se sentía muy impotente. Supe que era de los míos. Supe que no me olvidaría.
Y pensé que cuando yo ya esté muerto, seco, y contemple mis ramas desnudas contra el cielo, se acercará a acariciar mi tronco, como cuando vivía, y recordará mi copa verde. Y así, al menos viviré en su recuerdo.
Porque esto va a pasar. Esto está pasando. Por estas tierras en las que nací, en las que he vivido, a las que he amado y amo, los bosques, lo verde, la vida, acabarán viviendo en el recuerdo, sólo en el recuerdo…
¡Qué pena me dais!

            Tobías.

domingo, 11 de enero de 2015

La triste cuestión de las cruces.



Hace ya muchos años, cuando yo era joven, aún no había hecho la “mili”, trabajé en un colegio público en Valencia de “profe” de religión, en lo que era la EGB. Recuerdo aquel tiempo con cariño.
Uno de los compañeros que tenía, con el que me llevé muy bien desde el principio, era el profesor de matemáticas, un señor ya de cierta edad, miembro del, recién legalizado, Partido Comunista.
A nadie escapaba, y más en aquellos tiempos, lo curioso de la amistad entre el joven “profe” de “reli” enviado por el Arzobispado y el ya mayor “profe” de “mates”, comunista convencido y militante activo de un partido recién salido de la clandestinidad y que tantas ilusiones y también recelos despertaba, a partes iguales, en la sociedad de la transición.
¿Y sabéis quién permitió el encuentro entre nosotros? Santa Teresa de Jesús. Salía un día yo de clase y había dejado un texto inacabado de la santa castellana en la pizarra. Recuerdo que, desde la puerta, leyó con gran respeto lo que había escrito y lo acabó. Se lo sabía de memoria.
Y es que le gustaba la literatura, sabía un montón, y entre sus escritores preferidos estaba, precisamente, Santa Teresa. Y ahí nos encontramos. Y durante aquel curso fuimos compartiendo vivencias, experiencias, momentos…
Al final del viaje de fin de curso de 8º a los Pirineos, (no fue cosa mía) nos despedimos. Yo me iba pronto a la “mili” y a él no le faltaba mucho para jubilarse. Sabía que la vida nos alejaba, de hecho no volví a verle, pero en los meses que caminamos juntos, descubrimos que era mucho más lo que nos unía que lo que nos separaba, y cultivamos lo que teníamos en común, la literatura y la educación, sin tener por qué renunciar ninguno a nuestras convicciones.
Aquellos tiempos me marcaron. Por eso, cuando leí hace unos días, en el periódico, la lucha de un abogado, secundado por un grupo de “libertadores”, por retirar una cruz situada en la cima de la Muela de Orihuela, me da toda la pena del mundo. Y miedo.
Es muy triste y muy lamentable que haya todavía gente incapaz de asumir y superar la historia. Incapaz de aceptar que nuestra cultura tiene, lengua incluida, innumerables elementos religiosos que a nadie privan de su libertad de creer o no creer y que además la enriquecen y la conforman. Gente incapaz de buscar lo que nos une y cuidarlo, en vez de buscar las grietas, que las hay, para agrandarlas.
Es curioso, cómo Francia, país laico donde los haya, está sembrada de cruces, vírgenes y santos. Son parte de su historia y su cultura. Y nadie se siente agredido por ello. Aquí, en cambio, estamos asistiendo a una triste y absurda retirada de cruces de muchas montañas.
En este año de elecciones, ¡qué miedo me da esa sombra de Caín que sigue proyectándose sobre nuestra tierra! ¡Qué miedo me dan las simplificaciones maniqueístas que facilitan la manipulación y avivan el enfrentamiento!
Aquel “profe de mates” estaba muy por encima de la miopía histórica de los que quieren arrancar de nuestra cultura enraizada tanto en Grecia y Roma como en  el cristianismo, cualquier vestigio de lo religioso. Aquel “profe de mates”, que disfrutaba con Santa Teresa, desde su ateísmo, porque así se declaraba, y su compromiso político y social, había asumido y superado la historia. Creaba futuro.
Hoy, casi 40 años después, demasiada gente sigue anclada al rencor, siguen sin ser capaces de ver en una cruz en lo alto de un monte, eso, no más que una cruz, la pusiera quien la pusiera. Una forma antiquísima, arraigada en la tradición, para muchos bonita, de marcar el final de un camino.
Esta tarde, ¡qué hermosa estaba la cruz del Oronet, recogiendo en ella las últimas luces del día y brillando en medio de la oscuridad de la montaña!

viernes, 9 de enero de 2015

Don Quijote, una clase de literatura...y Charlie Hebdo.


Estudiando hoy, con mis alumnos, El Quijote, hablábamos del sentido profundo del libro. Veíamos cómo don Quijote era valiente, honrado, generoso, hombre de palabra y de honor, comprometido hasta las cachas con la libertad y la justicia, con la defensa de los débiles… Sancho, en cambio, no siendo para nada mala persona, era comodón, buscaba su propia seguridad y si podía sacar provecho personal de algo, pues lo hacía sin remilgos. Eso sí, era fiel a su señor y tenía lo que llamamos sentido común.
Don Quijote era un idealista, pero estaba loco; Sancho, mucho más realista, estaba cuerdo. Y ahí está la paradoja. Es de locos ser Quijote, seamos pues como Sancho.
Pero cuando en su lecho de muerte don Quijote, habiendo ya recobrado el juicio, le pide perdón a Sancho, éste llorando le dice, “no se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años”. Sancho ha caído rendido ante la grandeza de la figura de don Quijote.
Y es que, les digo, todos somos Quijote y Sancho a la vez. Unos más Sancho, otros más Quijote. Y ante cada situación que nos plantea la vida, respondemos como uno o como otro.
Lo que sucede es que responder como Quijote, a menudo es de locos, tiene consecuencias, cuanto menos, incómodas. O peor, peligrosas.
Y entonces, ¡clic! conexión con la realidad. La literatura iluminando la vida. Dice un alumno, “estos señores que han matado en Paris, eran como don Quijote, ¿no?” ¡Qué momento de placer para un “profe” de literatura! “Sí, eran como don Quijote. Estaban avisados, les habían amenazado, pero fueron valientes, plantaron cara al miedo por la libertad, y les ha costado la vida”.
Había silencio en la clase, un silencio especial. Dice otro, “pues yo no lo hubiera hecho, si me avisan que me van a matar no lo hago, no hago esos dibujos”. Y le digo, “tú estás pensando ahora como Sancho, ¿lo ves? Pero fijaos, si todos pensáramos y actuáramos así, ¿qué sería de nuestra libertad, de nuestra identidad, de nosotros mismos?”
Seguía el silencio, pensaban. Otro me pregunta, “¿y tú, qué habrías hecho?” Y el profesor, en esos momentos maestro, ha de contestar, y ha de ser honesto en la respuesta. Digo, “yo sé lo que me gustaría hacer, plantarle cara al miedo, responder como don Quijote, pero no sé si sería valiente para hacerlo”.
Sí, es muy grande y muy honda la figura de don Quijote. ¡Que sería de nosotros, del mundo, si no fuera por los Quijotes que a lo largo de la historia han picado espuelas, y lanza en ristre han arremetido contra gigantes y en desigual batalla, han acabado por los suelos…!
¿Pero de verdad han acabado por los suelos? Y leemos para acabar el epitafio que le dedica Sansón Carrasco.

Yace aquí el Hidalgo fuerte
que a tanto extremo llegó
de valiente, que se advierte
que la muerte no triunfó
de su vida con su muerte.

Tuvo a todo el mundo en poco;
fue el espantajo y el coco
del mundo, en tal coyuntura,
que acreditó su ventura
morir cuerdo y vivir loco.

 Hoy me quedo con eso de “que la muerte no triunfó de su vida con su muerte”.

jueves, 8 de enero de 2015

En solidaridad con Francia, por la libertad.

En solidaridad con ese país en el que siempre nos sentimos acogidos, como en casa, Francia, nos unimos hoy a los millones de personas que en todo el mundo han manifestado su dolor y su tristeza y han expresado su compromiso con la libertad, esa libertad que necesitamos como el aire. En homenaje a las víctimas del mal en estado puro, compartimos algunas viñetas de las muchas que corren por toda la tierra.









Y estas dos últimas que nos resultan especialmente expresivas, profundamente emotivas. Asterix, Obelix, Idefix y Carlitos.