FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 31 de diciembre de 2023

¡Feliz 2024!


Con esta imagen de parte de un Belén de arena que pudimos fotografiar el jueves pasado en Asís, os felicitamos el nuevo año. Con este símbolo de la luz que brilla en la oscuridad, prueba, entre tantas, de la capacidad que tenemos los hombres de construir y de crear belleza, os deseamos lo mejor para el año 2024.

112 días sin llover. Solo 8 litros.

Sigue la tortura meteorológica.

Tal como acaba el 2023 empieza el 2024. No hay cambios importantes a la vista. Seguirá el viento seco, paso de nubes inútiles y frío normalito con algún que otro día algo más bravo.

Esta primera semana del nuevo año va a ser bien desagradable por la presencia y persistencia de vientos, a días fuertes, del oeste y noroeste, para variar. Por el cielo desfilarán nubes, densas hacia media semana, pero que como más dejarán alguna llovizna y con mucha suerte, el jueves, algún breve chubasquillo.

Las temperaturas dibujarán una montañita, sobre todo las mínimas. Pasaremos de los 4 de mañana y pasado a los 12 o incluso 13 del miércoles y jueves, para volver a bajar hacia el fin de semana. Estos dos días, las máximas superarán los 20. El resto quedarán alrededor de los 16 o 17.

O sea, seguimos muy mal meteorológicamente hablando. No hubo regalo de Navidad, no lo va a haber de año nuevo. Veremos si Sus Majestades tienen a bien traernos la tan necesaria lluvia y llevarse los inacabables, irritantes y perniciosos vientos secos. Pero no creo.

Por cierto, este año que se acaba, ha sido el más seco, según mi pluviómetro, de lo que llevamos de siglo, 308 litros. En el 2014, el segundo más seco, recogimos 346. Y el más lluvioso fue el pasado, con 846 litros.

112 días sin llover. Solo 8 litros.

domingo, 24 de diciembre de 2023

Sigue el "buen tiempo".

Otra semana de “buen tiempo”. De lunes a jueves, cuatro días calcaditos. Cielos limpios, viento del noroeste flojo con calmas y temperaturas ente 3 y 17 grados. Y a partir del viernes, una vez más, el viento gira a poniente, coge fuerza y suben las temperaturas, mínimas y máximas.

Está por ver si este regreso del poniente, con lo que eso significa, va a durar mucho o no. Sería agravar el silencioso desastre que estamos viviendo en el campo y el monte.

Y de lluvia, ni rastro por muy adelante que miremos.

105 días sin llover. Solo 8 litros.

¡Feliz Navidad!

 

105 días sin llover. Solo 8 litros.

sábado, 23 de diciembre de 2023

800 años del primer Belén.

Es el Belén que ponemos en casa, pintado hace muchos años, por mi madre.

En la Navidad de 1223, hace 800 años, en un pueblecito del Lacio llamado Greccio, san Francisco de Asís hizo el primer Belén de la historia. Fue un Belén viviente, en el que los personajes fueron gente sencilla del pueblo, como gente sencilla fue la que vivió el nacimiento de Jesús, hace ahora unos 2023 años.

El paso del tiempo, que trasforma los hechos en tradiciones que en demasiadas ocasiones olvidan e incluso traicionan los hechos que las originaron, no ha podido quitarle a la tradición del Belén el sentido profundo que tiene.

El Verbo se hizo carne, y acampó entre nosotros, dice Juan. Se hizo un bebé, con todo lo que eso significa de debilidad, y vulnerabilidad absolutas. Sencillez y humildad extremas.

Y fue así, en un portal, en una cueva, porque no había sitio para ellos en la posada. Porque no había sitio para ellos. Quedémonos con esta frase. Es el regalo de san Francisco que nos ha venido haciendo durante 800 años. Recordarnos que no hubo sitio para ellos, como no hacemos sitio para tantos…

 

104 días sin llover. Solo 8 litros.

viernes, 22 de diciembre de 2023

Actualización fin de semana del 23-24 de diciembre de 2023.

Quien siga el blog se habrá dado cuenta de un salto extraño en el cómputo de días que llevamos sin llover. Hay una explicación. Si contamos desde el último día en el que cayó un litro, los datos eran los que ponía anteriormente, pero creo que eso no refleja la gravedad de la situación actual. Por eso, cotejé las mediciones que tenía de mi pluviómetro con las de la estación meteorológica del casco urbano de Ribarroja dándome una diferencia de tan solo un litro atribuible a la menor precisión de mi aparato.

La situación pues es que desde mediados de septiembre, y a partir de ahí cuento, hasta hoy han caído ocho litros. Eso no es llover. Un otoño con ocho litros. ¡Increíble! Y así vamos a seguir.

Este fin de semana continúa la misma tónica. Muy buen tiempo para quien no tenga conciencia medioambiental. Sol, vientos secos flojos, y temperaturas oscilando entre 5-6, y 16-17. Un buen fin de semana se hubiéramos tenido otoño.


103 días sin llover. Solo 8 litros.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Otoño para olvidar.


 

Esta próxima madrugada, a las 4 horas y 27 minutos entrará el invierno. Damos así portazo a un otoño para olvidar, el peor del que yo tengo memoria desde un punto de vista meteorológico.

La sequía extrema, 8 litros en tres meses largos, la persistencia exasperante de vientos secos, sobre todo ponientes, y las temperaturas más altas de lo normal, y demasiadas veces mucho más altas, han borrado, de hecho, el otoño.

Así pasamos de un verano horroroso y larguísimo a un invierno que ya veremos de qué va, a través de un periodo innombrable de aberración tras aberración climática.

A la naturaleza que nos envuelve y en la que vivimos le falta agua, y le falta frío. Esperemos que esta nueva estación nos traiga todo esto y de paso se lleve el viento seco bien lejos durante mucho tiempo. Sería el mejor regalo de Reyes que así fuera.


102 días sin llover. Solo 8 litros.

martes, 19 de diciembre de 2023

Árboles de Navidad.

He disfrutado esta mañana de estos sorprendentes árboles de Navidad. No son pues un invento nuestro, la naturaleza ya los había inventado mucho antes de que estuviéramos en el  mundo.

Estaba en un barranco, donde por cierto hacía mucho frío, y frente a mí, hacia el este, se elevaba una empinada ladera cubiertas de pinos que también orlaban la cresta.

El sol, muy bajo todavía, iluminándolos por detrás, hacía brillar las agujas de tal modo que el verde se tornaba de un blanco reluciente recortándose contra un cielo muy azul, en una atmósfera fría y quieta, por fin quieta, donde volaban cual puntos de luz los insectos que soportan tan bajas temperaturas.

Bonito espectáculo gratuito. Solo hay que levantarse temprano, abrigarse bien y andar un rato. Y tener tiempo para hacerlo, claro. 





100 días sin llover. Solo 8 litros.

lunes, 18 de diciembre de 2023

Por fin, el hielo.

Por fin aparece el hielo, aunque sea en forma de escarcha, en nuestros montes, no muy lejos de aquí. Agua es a fin de cuentas, aunque poca, muy poca, porque la que nos regala el cielo sigue sin venir. Y así acabará 2023, sin llover.

Pero al menos ya se puede disfrutar de los preciosos encajes que teje el frío en plantas y rocas. Encajes tan hermosos como efímeros, porque cuanto más lucen es cuando les da el sol, el mismo sol que en poco tiempo los deshará transformándolos en un poquito de agua para la tierra reseca y polvorienta.

Aquí algunas fotos de esta misma mañana.








99 días sin llover. Solo 8 litros.

domingo, 17 de diciembre de 2023

Sol, frío y viento más o menos flojo.

Iniciamos una semana de que podíamos definir como de casi invierno. Pero un invierno sin excesos. Buen tiempo, dirán muchos. Mínimas por bajo de 10 y acercándose al cero, sin llegar nunca. Máximas rozando los 20, también sin llegar. Una gran amplitud térmica, propia de los anticiclones, que nos hace abrigarnos por la mañana y por la noche con ropa que nos sobra a mediodía.

El cielo, totalmente despejado o con algunas nubes de adorno según días y el viento en general flojo, hacia media semana no tan flojo, y siempre del oeste o noroeste, o sea, seco. A veces, calmas.

Y de lluvias, nada de momento. Algunos modelos parecen predecir hacia fin de año una fuerte inestabilización que sí nos afectaría con vientos de levante y frío intenso, lo que traería lluvia y nieve, pero queda lejos y está por ver si se confirma o no. De ser así, podríamos hablar de “buen tiempo”, con mayúsculas. Sería una resurrección para el monte y el campo.

De momento, sol, viento seco pero flojo en general, y frío normal para la época.


98 días sin llover. Solo 8 litros.

Un anuncio detestable.


 

Me ha sorprendido de entre el aluvión de anuncios navideños uno particularmente detestable, desagradable, impresentable y todos los “ables” que queráis añadir en la línea de los adjetivos aplicables a lo que está de sobra en nuestro mundo.

Lo reconoceréis con la descripción que voy a hacer, pues no quiero contribuir a extender semejante propaganda dando datos explícitos.

Empieza un señor mayor hablando en plan mermelada navideña del nieto que espera al abuelo o del abuelo que espera al nieto en Navidad; no sé, me da igual. Y de golpe, cambia el registro diciendo algo así como que eso son tonterías, y lo importante, lo bueno, lo deseable, es el producto que promociona, es decir, algo puramente material, dinero.

¿Lo habéis reconocido?

Independientemente del exceso de espíritu navideño, debidamente almibarado, que hemos de soportar estos días, es cierto que la Navidad puede ser un tiempo de celebración, de encuentro, de reconciliación. Y lo es para mucha gente. Sí hay gente que se quiere y que por circunstancias de la vida solo se pueden encontrar, y algunos con grandes sacrificios, en estas fechas. Sí hay padres esperando abrazar a sus hijos, hijos a sus padres, abuelos a sus nietos y nietos a sus abuelos, hermanos, amigos…

Y más allá de que sean creyentes o no, si hay cariño, si hay amor, si hay reconciliación, si hay gozo en el reencuentro, está presente allí el niño de Belén, aunque ni nos lo imaginemos. Se hace la Navidad.

Y eso es lo importante.

Este anuncio, ninguneando no solo el aspecto cristiano, sino también el puramente humano, y diciendo abiertamente que lo que cuenta es solo lo material, el dinero, e incluso burlándose de lo que de verdad es importante, es un mensaje demoledor, dañino, perverso.

Puede que alguien me diga que soy un exagerado. No lo creo. Esta forma aparentemente inofensiva de atacar, burlándose de lo más sagrado que tenemos las personas que es la capacidad de amar y ser amado, es un golpe brutal al corazón mismo de la dignidad humana.

Y en Navidad.


98 días sin llover. Sólo 8 litros.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Actualización fin de semana del 16-17 de diciembre de 2023.

Por fin un sábado y domingo sin viento o con viento suave. Eso sí, sigue siendo del noroeste, es decir, seco. Las temperaturas también serán más normales, oscilando entre los 4 y los 15, fresquitas, incluso frías al amanecer. Y el cielo, con alguna nube de adorno o totalmente despejado.

Será, en resumen, un fin de semana de lo que llaman buen tiempo invernal, aunque buen tiempo de verdad lo hará el día en que por fin llueva. 


96 días sin llover. Solo 8 litros.

martes, 12 de diciembre de 2023

"Del meu net també tinc una foto..."


 

Cuando el otro día entré en la autovía y vi el panel informativo que decía riesgo extremo de incendio… ¿Qué queréis que os diga? Aunque lo sabía, el verlo allí escrito en pleno diciembre, sabiendo además que siguen los ponientes secos, fuertes y hasta hoy calientes, y que hace mucho que no llueve, ni lloverá, me puso de mal humor, la verdad.

Llegué a un pueblecito de la sierra a almorzar antes de la excursión y entré en el bar. Me gustan esos bares. Se come bien y barato, y además le tomas el pulso al devenir cotidiano del pueblo.

Estaba casi lleno y se hablaba alto, como es normal por estas tierras. Cerca de mí desayunaban cuatro señoras mayores, cada una con su móvil, compartiendo fotos y comentándolas. En la tele, unos señores en pelotas luchaban contra una naturaleza hostil; nadie les hacía caso.

De repente oigo alto y claro a una de las señoras decir, "¡Ai!, mireu que cul més bonic té el meu net". Y a renglón seguido otra añade, "del meu net també tinc una foto del seu culet". Y la conversación siguió girando durante un rato, entre risas y otros comentarios graciosos, alrededor de los culos de los nietos de las señoras, supongo que bebés.

La situación me resulto simpática y no pude evitar sonreír.

Luego, andando ya por el monte, pensaba que esto es la vida. Lo trascendente y lo trivial, lo bello y lo horrible, lo bueno y lo malo, el bien y el mal…, todo muy junto. Y a nosotros solo nos queda caminar de la forma más digna posible en medio de una contradicción permanente.


93 días sin llover. Solo 8 litros.

domingo, 10 de diciembre de 2023

75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos.


Comparto un tuit de hoy del papa Francisco. No hacen falta comentarios. Solo uno, ¡qué cerca está del Evangelio la Declaración Universal de Derechos Humanos! Y como el Evangelio, ¡qué lejos de estar encarnada en nuestro  mundo!


55 días sin llover. Solo ocho litros.

Calor aberrante y frío normal.

Iniciamos mañana una semana que puede ser histórica desde el punto de vista meteorológico, y no precisamente por nada bueno, extremo este al que ya estamos acostumbrados desde hace muchas, muchas semanas.

La noticia va a ser el calor, un calor aberrante para estar a las puertas de la Navidad. Un calor, además, acompañado de vientos de poniente ¡cómo no!, que sacará de los armarios las mangas cortas, si es que las hemos metido en ellos.

Afortunadamente esta barbaridad durará poco, el lunes y martes, días en que las mínimas estarán entre 12 y 15 grados y las máximas alcanzarán los 26 o 27, a la sombra, claro. A partir del miércoles se iniciará un brusco descenso que nos llevará a que las máximas del fin de semana sean más bajas que las mínimas de mañana y pasado, situándose entre los 3 y los 14 grados.

Por lo demás, cielos despejados o con nubes de paso, algún día densas pero sin consecuencias, y vientos de poniente todos los días aunque no tan fuertes como el martes. Y de lluvia, nada. Algún que otro modelo da lloviznas el sábado, pero eso, lloviznas.

¿Cómo lo veis?


91 días sin llover. Solo 8 litros.


sábado, 9 de diciembre de 2023

Una cruz en el monte.

Pese a la sequía y los vientos de poniente, la vida se abre paso como puede. Aquí tenéis la foto de una bonita florecilla, una clemátide, hecha hace unos pocos días en nuestros montes, muy cerquita del pueblo.

Es una cruz blanca, casi perfecta, de cuyo centro parece surgir algo parecido a rayos de luz. Sí, la vida sigue contra viento y… sequía. ¿De dónde saca el agua tan necesaria para vivir, florecer? ¿De dónde? Es toda una lección de resistencia.




90 días sin llover. Solo 8 litros.

viernes, 8 de diciembre de 2023

Actualización fin de semana del 9-10 de diciembre de 2023.

Tras los dos litritos caídos esta pasada noche, una buena ventolera de poniente se ha encargado de secarlo todo rápidamente, aparte de subir las temperaturas. Y el fin de semana sigue con la misma tónica.

Ha empezado hoy pues un absurdo ascenso que hará que los termómetros alcancen los 26 o 27 grados a mediados de la semana próxima. De momento mañana se situarán entre 8 y 21, y el domingo entre 12 y 23. Seguirá el poniente, más fuerte el sábado, tendiendo a amainar hacia el domingo. El cielo, con nubes y claros.

En resumen, seguimos igual, igual de mal.

89 días sin llover. Solo 8 litros.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Honor.


 

HONOR.

1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

Sin.: honra, honestidad, honradez, dignidad, respetabilidad, integridad, nobleza, decencia, rectitud, entereza, lealtad, pundonor.

            Empiezo esta entrada, hoy, día de la Constitución, con la palabra honor, tal y como la establece la RAE. Y lo hago así porque es una palabra que me parece caída en desuso, sino ella, su verdadero significado. Cualidad moral que lleva al cumplimiento del deber, no solo con uno mismo, sino con los demás. Y destaco lo de cualidad moral y cumplimiento del deber.

            Hoy celebramos el día en que los españoles dijimos que sí a unas reglas del juego para todos a las que se llegó, no con poco esfuerzo, tras una guerra y una dictadura. Vencedores y vencidos, verdugos y víctimas fueron capaces, apoyándose en lo que les unía más que en lo que les separaba, de mirar el futuro y regalarnos una joya, una joya de incalculable valor.

Recuerdo aún la ilusión con la que viví aquellos acontecimientos a mis 23 años. Hoy, con 68, de aquella ilusión no queda nada, habiendo crecido en su lugar, la decepción y el miedo.

Porque si hay unas reglas del juego, y las hay, son para todos y están para cumplirse. Y es obligación de aquellos a los que elegimos democráticamente, hacer que así sea. Deben pues cumplir con el deber de respetarla. Pero para ello hay que tener esa cualidad moral que llamamos honor.

Manipularla, tergiversarla, ignorarla es de ser gente sin honor. También podemos utilizar los sinónimos que la RAE nos regala para definir esa conducta. Y además es jugar con fuego porque la base de nuestra convivencia en paz es precisamente la Constitución.

Y si hubiere que cambiarla, cámbiese, pero utilizando los mecanismos que la propia Constitución tiene establecidos para ello, se tarde lo que se tarde, pues así y solo así podremos seguir progresando. Porque estoy convencido de que el progreso no está en un partido o en otro, sino en el respeto de todos a la Constitución.

Pues eso.

¡Feliz día de la Constitución!


87 días sin llover. Solo 8 litros.

martes, 5 de diciembre de 2023

Llueve sobre el campo verde, de J.R.J.


 

Aunque este poema de Juan Ramón Jiménez habla de noviembre, como me he encontrado con él hace un momento, voy a compartirlo aunque sea por poner algo de lluvia, literaria claro, a este mes que nos ha dejado sin regalarnos ni una sola gota.

 

Llueve sobre el campo verde...

¡Qué paz! El agua se abre

y la hierba de noviembre

es de pálidos diamantes.

 

Se apaga el sol; de la choza

de la huerta se ve el valle

más verde, más oloroso,

más idílico que antes.

 

Llueve; los álamos blancos

se ennegrecen; los pinares

se alejan; todo está gris

melancólico y fragante.

 

Y en el ocaso doliente

surgen vagas claridades

malvas, rosas, amarillas,

de sedas y de cristales...

 

¡Oh la lluvia sobre el campo

verde! ¡Qué paz! En el aire

vienen aromas mojados

de violetas otoñales.

 

Como veréis es un poema que no necesita muchas aclaraciones. Es la evocación del atardecer de un día de lluvia en el campo. Una descripción sencilla, casi una fotografía, pero qué buena tendría que ser para estar a la altura del texto.

Poemas como estos son los que utilizaba para enseñar a leer poesías a mis alumnos. No se leen haciendo pausas al acabar cada verso, sino leyendo, sin prisa, siempre sin prisa, como si fuera prosa. Entonces descubriremos la belleza del texto y el buen hacer del poeta. Se leería así.

Llueve sobre el campo verde...

¡Qué paz! El agua se abre y la hierba de noviembre es de pálidos diamantes. Se apaga el sol; de la choza de la huerta se ve el valle más verde, más oloroso, más idílico que antes. Llueve; los álamos blancos se ennegrecen; los pinares se alejan; todo está gris melancólico y fragante. Y en el ocaso doliente surgen vagas claridades malvas, rosas, amarillas, de sedas y de cristales... 

¡Oh la lluvia sobre el campo verde! ¡Qué paz! En el aire vienen aromas mojados de violetas otoñales.


86 días sin llover. Solo 8 litros.

lunes, 4 de diciembre de 2023

85 días sin llover. Y en otoño.


 

Si yo tengo en el balcón de mi casa dos macetitas con un pinito en cada una y digo que tengo un bosque es que soy… (Ponga cada uno el adjetivo que desee).

Pues bien, ese adjetivo es el que se puede aplicar a quien diga que esta noche ha llovido. No ha llegado, al menos en mi pluviómetro, ni a medio litro. Eso no es llover, como más lloviznar y un poquito, no más que un poquito.

Por eso puedo decir que con hoy llevamos 85 días sin llover de verdad. Y en otoño. Este año hemos recogido hasta hoy 307 litros, 200 por debajo de la media que es, desde el año 1999 hasta el 2022, de 507 litros por metro cuadrado.

De momento pues, y si no cambiaran mucho las cosas en diciembre, es este el año más seco del siglo XXI aquí en Ribarroja y alrededores, por lo menos.

El monte esta triste. Se nota. Sin agua, soportando ventolera tras ventolera seca y reseca, y con temperaturas excesivas para la época, se acerca a un  invierno sin otoño previo, y eso es malo. Como malo, muy malo será si tampoco tenemos invierno.

Y no es poesía eso de que el monte está triste. El suelo, duro y polvoriento; las fuentes, sin agua o con un hilillo; los árboles, arbustos y matorrales, cubiertos de polvo, flanquean los caminos; el romero y el tomillo amarillea y pierde la hoja; un verde apagado y mustio se extiende por los pinares; muchas plantas arrugan o enrollan sus hojas…

Es un desastre silencioso y discreto, pero desastre. Las grandes tormentas, las inundaciones, las granizadas, los huracanes hacen daño, mucho, pero ese daño se ve, es público y notorio. La gente lo habla, se preocupa, se asusta… Ahora no, es como si no estuviera pasando nada, y sí está pasando y no es menos grave.

El monte esta triste, sí. Está triste. Se cumple una frase que leí hace tiempo. Se acaba la vida, y empieza la supervivencia.

domingo, 3 de diciembre de 2023

Seguimos igual. ¡¡Exasperante!!

Ya quisiera poder dar buenas noticias, pero no. Seguimos básicamente igual. Si se cumplen los pronósticos de hoy tendremos una semana de nueva subida de temperaturas, de vientos del oeste y sin lluvia, o a lo sumo alguna llovizna ridícula.

Afinando un poco más, la semana se presenta con dos partes bien diferenciadas. De lunes a jueves, algo de frío, entre 8 y 16 grados y viento no excesivamente molesto, pero seco. De viernes a domingo, suben las temperaturas, entre 13 y 20, y el viento gana fuerza soplando entre 40 y 70 Km/h. y sigue seco, claro.

Y la lluvia continúa desaparecida. Como he dicho, con mucha suerte puede haber alguna llovizna esta madrugada y el jueves o viernes, pero llovizna, no más. Lluvia, lo que se dice lluvia, no se ve por ninguna parte, de tal modo que, muy probablemente, acabará el otoño astronómico con tres miserables y tristes litros en mi pluviómetro.

Y por cierto, lo descubrí el otro día, tiene una hermosa telarañita. A su dueña la he dejado vivir allí en paz. Hoy por hoy es un “pisito” sin riesgo de inundación.


viernes, 1 de diciembre de 2023

Actualización fin de semana del 2-3 de diciembre de 2023.

De pesadilla sin fin, o de castigo bíblico, califican la situación que estamos sufriendo desde mediados de septiembre, algunos de los partes que consulto. Y tienen razón. La persistencia de los ponientes, nos acercamos ya a los tres meses, la ausencia de lluvias y las temperaturas muy altas para la época, están creando una situación insostenible para la salud medioambiental de nuestro entorno, agricultura incluida. Los ciclos biológicos de plantas, animales y cosechas están totalmente alterados, y el riesgo de incendios devastadores sigue estando muy presente, en ¡diciembre!

Es la Comunidad Valenciana la más afectada, diría que la única afectada tan gravemente, y en particular las comarcas próximas al golfo de Valencia. Y no se ve el final de este infierno por ninguna parte.

De momento, el fin de semana se presenta bien desagradable. Poniente fuerte mañana y noroeste el domingo, pero más moderado tendiendo a encalmar. Cielo despejado y pocas nubes. Sigue sin llover. Lo único normal es que las temperaturas descienden ajustándose al mes de diciembre. Las máximas pasando de los 18 a los 15 y las mínimas de los 7 a los 4. La sensación será de frío, pero no porque haga grandes fríos, sino por la combinación del viento y la temperatura.

Vamos, que seguimos igual, palmo arriba, palmo abajo. Al menos habrá que abrigarse. Algo es algo.


En ése pondré mis ojos...


 

A propósito de algo que sucedió hace unos días, escribo:

Desde que hay vida en la tierra, mucho antes de que existiera el hombre, hubo, hay y habrá una ley muy sencilla y clara que se puede formular de muchas formas. A mí me gusta enunciarla así, el pez grande se come al chico. Esto ya se cumplía aun cuando ni siquiera existían los peces, y eso que ya estaban aquí mucho tiempo antes que nosotros.

Y si bien lo meditas es lógico. Incluso mucha gente, a lo largo de la historia, ha creído que por lógico es lo que debe ser. Y otros muchos, aunque saben en su fuero interno que no es lo que debe ser, actúan acatando esta ley, y para ello maquillan su comportamiento y lo justifican de mil formas más o menos peregrinas.

Desde las aulas escolares hasta la política nacional e internacional, el panorama del mundo es un mar en el que unos se comen a otros. Es como una inmensa orgía caníbal.

Y la causa, la de siempre, mil veces lo he dicho ya en este blog, tener cada vez más poder, más dinero y más prestigio, “bienes” estos que suelen ir íntimamente unidos y por los que el ser humano ha mostrado siempre un apetito insaciable.

Pero ahora viene la sorpresa. Alguien, en un momento de nuestra historia, ya lejano, dijo, y sigue diciendo, tras recordarnos que “el cielo es su trono, y la tierra el estrado de sus pies” Is. 66,1.

“En ése pondré mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras”. Is. 66,2.

Y mucho tiempo después, allá en Palestina, un tal Jesús, natural de Nazareth, añadió, “sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo”. Mt. 20, 25.27.