FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 30 de mayo de 2016

Cena en honor a don Miguel de Cervantes.

Fue idea de nuestro amigo José Luis organizar una cena cervantina. Y así se hizo. Este sábado pasado degustamos manjares manchegos, con vajilla de barro y cuchara de madera, buen vino y postre de la época.
Antes de cenar, sentados ya en la mesa y debidamente ataviados, escuchamos un fragmento del Quijote.
Estuvieron presentes el autor homenajeado, don Miguel de Cervantes, taberneras, damas finas de aquel tiempo, una gitanilla, un fraile, un cura, el bachiller Sansón Carrasco, Sancho, don Quijote y otros comensales que vinieron vestidos del siglo XXI.
Aquí el menú:

Entrantes:
-Queso manchego.
-Jamón serrano.
-Duelos y quebrantos.
-Oreja con setas.
-Aceitunas.
-Ajoarriero.
Plato fuerte:
-Gazpacho manchego.
Postre.
-Magdalenas franciscanas.
-Membrillo.
-Torta de almendras.

Vinos exquisitos, café, copa y cava. Esto último igual no era tan cervantino, pero tocaba.


¡Honor y gloria literaria a don Miguel de Cervantes y Saavedra!

Sí, soy yo, transmutado en el Caballero de la Triste Figura.
Y esto la mesa, lista para recibir los manjares y a los comensales.

sábado, 28 de mayo de 2016

Recorte de 30.000.000 euros para el medio ambiente.

Era todo un precioso y extenso pinar hasta donde llega la vista y más. Ardió el 2012: 25.000 hectáreas.
Me ha sorprendido escuchar por la radio, de la boca de la mismísima “consellera” de Medio Ambiente, que ha asumido, de modo "muy responsable", el recorte de 30.000.000 euros al presupuesto de su departamento, pues entiende que es prioritaria la sanidad, la educación y la asistencia social, y el dinero no llega para todo, por decirlo de algún modo.
La señora “consellera” tiene razón. Son prioritarias la sanidad, la educación y la asistencia social. Pero, ¿no había otro sitio de dónde recortar? No lo sé. La verdad es que no lo sé. Yo, ciudadano de a pie, esas cosas no las sé.
Lo que sí sé es que el medio ambiente de la Comunidad Valenciana, parques naturales incluidos, está al borde del desastre. La sequía, las altas temperaturas, las plagas, el abandono de caminos, campos y pinares, la regeneración sin control de amplias zonas quemadas…
La combinación de un ecosistema frágil, como es el mediterráneo, con el cambio climático y el abandono del medio rural, nos llevará inevitablemente a una catástrofe medioambiental sin precedentes. Y no es catastrofismo. No hay más que salir al monte para verlo.
Sin embargo, parece ser que esto no les asusta demasiado, o que ni lo ven. De ahí la mansa aceptación del recorte y el silencio de los ecologistas, curioso por cierto. Esta es mi lectura de las palabras de la “consellera”. Ni conocen la realidad medioambiental, ni les importa. Tienen otras prioridades. Por eso se acepta tranquilamente y responsablemente un recorte de 30.000.000 de euros. Esto es lo que me decepcionó y me preocupó. Esa mansedumbre sin alternativas.
Porque, en verdad, pienso que ese recorte no es el problema, pues la solución no la va a dar el dinero, por mucho que inviertan. La solución está en alcanzar un consenso político, para trazar un plan de gestión medioambiental a largo plazo, que tenga como eje la revitalización del mundo rural y la “productividad” del medio natural.
Convertir la naturaleza en un inmenso parque para el disfrute de los urbanitas en vacaciones y fines de semana es económicamente inviable. La naturaleza tiene que ser “rentable”, como era antaño. Sólo así podremos conservarla. La no intervención en el medio natural, como preconizan ciertas corrientes ecologistas, es el camino más directo a su destrucción.
No, no es cuestión de más o menos dinero. Es algo mucho más complejo. Hay que conocer de verdad la realidad, ponerse de acuerdo, mirar a largo plazo, desechar prejuicios, ser creativos, escuchar a los técnicos…y luego ya hablaremos del dinero.
Pero de momento, para este verano, ni una cosa ni la otra. ¿Cómo lo veis? Y para hoy sábado ya dan 33ºC de máxima, y viento.

jueves, 26 de mayo de 2016

Hoy han venido a clase Bécquer y Miguel Hernández.


Ha sido bonito. Un momento realmente bonito. Y en educación, hoy en día, no hay tantos momentos que valga la pena compartir con la alegría de haber pasado un buen ratito.
En segundo de secundaria, en literatura, hemos estudiado a Bécquer y, entre otras tareas, debían aprenderse una rima y recitarla a los compañeros. Y lo han hecho, lo han hecho muy bien. Han vencido el apuro de plantarse delante de la clase y recitar un poemita de memoria. Hemos pasado un buen rato.
Y al final, como habíamos estudiado también qué es una elegía, para acabar “el recital”, les he leído ese poema maravilloso que Miguel Hernández dedicó a su amigo Ramón Sijé cuando murió.
Previamente les he hablado del poeta de Orihuela, de su ansia de saber, de su pobreza, de quién fue para él Ramón Sijé, de su vida breve, de su muerte injusta, como tantas otras en aquellos años terribles. Les he hablado también de los dos recitales que con compañeros suyos hicimos en el “cole”, hace ya mucho tiempo, y en los que recitaron también el poema.
Y he empezado: "En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería".
Recitaba yo despacio, con sentimiento de lo que decía. Y ha sucedido “el milagro”. El silencio era absoluto. Y era un silencio natural, no impuesto por autoridad alguna. He percibido cómo, de algún modo, era el propio Miguel Hernández, el pastor poeta, el que ha entrado en clase y, a través de mí, les hablaba de su dolor por el amigo perdido. Sí, miraban y escuchaban de verdad. Y era para mí un placer infinito sentirme en ese momento entre mis alumnos, como cuando momentos antes recitaban ellos a Bécquer.
Y al final, cuando Miguel Hernández llama a Ramón Sijé diciéndole, "a las desalentadas amapolas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero", ha seguido un silencio breve, roto por un aplauso espontáneo, discreto, contenido.

Sí, ha sido muy bonito. Aquí tenéis el poema entero. 


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera;
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y en tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata le requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Problema 9. Tres años sin exámenes de septiembre.

¡No tienes septiembre, chaval! ¡Jo...róbate!
Voy a ir analizando, en sucesivas entradas, uno a uno, los diez problemas que enumeré en la reciente Carta abierta al "Conseller" de Educación, Vicent Marzà; y voy a empezar por uno de ellos, el número 9 de la citada carta, por la rabiosa actualidad que va a adquirir este próximo mes de junio. La desaparición de la convocatoria de septiembre que perjudica, precisamente, a los alumnos más “débiles”.

Sí, es el tema de los exámenes de septiembre. Albergaba la esperanza de que la nueva “Consellería” nos los devolviera lo antes posible. Pero no, eso no lo han hecho. Parece ser que se han dedicado en cuerpo y alma a sus obsesiones ideológicas, y las cuestiones pedagógicas han quedado relegadas a un segundo plano.
Ahora bien, en honor a la verdad hay que decir que han justificado la decisión. El argumento es que, según sus datos, han concluido que no hay diferencia significativa en los resultados obtenidos por los alumnos entre hacer los exámenes extraordinarios en junio o en septiembre…
¡Claro! Los números son los mismos. Eso lo sabe cualquiera que conozca el percal y no sea lelo. Pero eso no significa que un alumno que apruebe en septiembre, pueda aprobar igual en junio. No. Eso significa que el alumno en cuestión, aprobará en junio, sí, pero aprobará sabiendo menos, bastante menos.
Parece que los sesudos señores que llegan a estas conclusiones desconocen que los criterios organizativos prevalecen demasiadas veces sobre los criterios pedagógicos, a menudo diferentes, a veces contrapuestos. También desconocen las consecuencias de esta fea realidad, como es el alto precio de una repetición evitable si hubiera habido convocatoria en septiembre, o el sufrimiento a medio y largo plazo de un niño o un adolescente que ha promocionado sin estar preparado para ello, aunque sus “papis” y él mismo se hayan quedado tan contentos. Y por supuesto, desconocen también el impacto negativo global para el nivel educativo de esta decisión. ¿O es que lo buscan por algún oscuro motivo?
Me he dado cuenta, ya hace mucho tiempo, que en cuestiones educativas no hay color político; pasa como con la corrupción. Están todos de acuerdo en reventar el sistema, bueno, en seguir reventándolo; aunque unos más que otros, desde luego.
De hecho, este siniestro acuerdo implícito y del que igual ni son conscientes, es demostrable viendo cómo los peregrinos argumentos con los que la “consellera saliente” justificó la aberración, habrán sido plenamente asumidos por el “conseller entrante”, bueno, entrado. Es la única explicación para que a estas alturas no haya corregido el despropósito.
Por eso nos encontramos en la difícil tesitura de aprobar a los alumnos sin que hayan alcanzado el nivel mínimo ni lejanamente, o provocar una saturación de repetidores, muchos evitables si tuvieran más tiempo para prepararse, que el sistema no podría soportar.
Hoy hasta aquí. Los argumentos que, a modo de perlas preciosas, la señora Catalá nos regaló, que ya publiqué en este blog, y que el señor Marzá, por lo que se ve, habrá recogido secretamente agradecido, fueron contenido de otra entrada.* Amontonar tanta estupidez y tan grandes desatinos en ésta podría resultar indigesto.

* Ver entrada del 17 de junio de 2014. Exámenes de junio, exámenes de julio.

martes, 24 de mayo de 2016

Tan ufanos de sí mismos.

Por estos caminos, simplemente existo, no pienso... y descanso.
En uno de mis recorridos por la sierra, llegué, a la hora de comer, a la agradable terracita de un asador protegida del sol por un frondoso plátano y unas cuantas sombrillas. Comí muy bien. Buen servicio, comida excelente y precio razonable.
Seis “guiris”, dos señores de mediana edad y yo, que iba solo, éramos los comensales. Y como los primeros hablaban en un tono moderado y yo estaba cerca de los dos “caballeros españoles”, pude, sin voluntad alguna por mi parte, escuchar casi íntegramente su conversación.
Patético. El 40% de las palabras que utilizaron fueron, tío, nano, joder, hostia y puta. Palmo arriba, palmo abajo. El vocabulario utilizado era pobre y soez, eso es evidente, pero es que además, casaba perfectamente con la absoluta falta de valores que se desprendía de las “historietas” que se contaban. Su comportamiento al volante, sus relaciones sociales cotidianas, sus planteamientos laborales…
No eran unos pelagatos. Llevaban coches caros, muy caros. Hablaban de chalets, y de apartamentos en playa y montaña. Hablaban de sus mujeres y de los niños…
 Y yo pensaba, quizá por deformación profesional, mientras degustaba un delicioso solomillo de ternera a la brasa, poco hecho, qué estarán transmitiendo a sus hijos estos señores, tan ufanos de sus tristes hazañas, tan convencidos de su superioridad sobre el resto del mundo.
Me dije, dejando descansar la mirada en el carajillito que me acababan de traer que, ¡claro!, luego pasa lo que pasa. Y no quise pensar más. Me lo tomé, pagué y volví a internarme en la sierra.

domingo, 22 de mayo de 2016

Carta abierta al Conseller de Educación, Vicent Marzà.

Era una calurosa mañana de mayo, en Valencia, y salimos a la calle por la libertad.
Esta mañana hemos salido a la calle para recordarle a usted, y a todos los que piensan como usted, que existimos y tenemos el derecho constitucional de seguir existiendo. Para recordarle que no somos enemigos sino aliados en la dura tarea de educar a nuestros niños y jóvenes. Para recordarle que estamos en una democracia donde el pluralismo y la libertad deben ser bienes preciados a los que no podemos renunciar.
Para ayudarle a que vea la realidad, porque, señor Marzá, usted no la ve. Usted lleva puestas las gafas de los prejuicios ideológicos que le impiden verla. Prejuicios que le han inoculado aquellos incapaces de superar la historia y le impiden hacer un análisis objetivo y sereno de lo que es el mundo de hoy.
La existencia de la educación concertada no es un problema. Los problemas son otros y, por si a causa de esa visión sesgada de la realidad no los ha visto, le voy a decir algunos:
1º La utilización de la educación como arma política, lo que provoca una gravísima inestabilidad en el sistema.
2º La falta de medios en la atención a la diversidad, lo que impide la adecuada integración de muchos alumnos.
3º La manipulación ideológica de niños y jóvenes, que supone un gravísimo atentado contra el derecho a educar de los padres según sus propios valores.
4º Los crecientes conflictos familiares que afectan a muchos alumnos y que convierten a los centros en auténticos campos de batalla.
5º El desprecio y arrinconamiento del castellano que priva a muchos alumnos de una herramienta clave para su futuro desarrollo personal.
6º La indefensión de los profesores ante multitud de agresiones verbales y en ocasiones físicas, a menudo de baja intensidad, pero que acaban haciendo mella.
7º La burocracia cambiante y frecuentemente confusa que ahoga muchas veces nuestro trabajo, haciéndonos perder mucho tiempo.
8º Los “experimentos pedagógicos innovadores” sin reflexión previa, sin planificación, sin medios suficientes para hacerlos con garantías, que están teniendo graves consecuencias.
9º La desaparición de la convocatoria de septiembre que perjudica, precisamente, a los alumnos más “débiles”.
10º La ausencia de controles de calidad en el sistema educativo que impide un seguimiento real del mismo y, como consecuencia, la imposibilidad de su regeneración.
Todos estos problemas, y más, provocan que el sistema educativo del que usted es responsable en este momento, tenga un nivel muy bajo y siga en caída libre, sea incapaz de integrar satisfactoriamente la diversidad del alumnado y esté, discreta pero excesivamente, politizado. Y esto sí son problemas de verdad, problemas que compartimos todos los que educamos, estemos en la pública o en la concertada.
Dedíquese a resolverlos y nosotros colaboraremos como siempre hemos hecho. No somos sus enemigos, señor Marzá. No nos excluya.
Cuando esta calurosa mañana de mayo, en una plaza de la Virgen abarrotada, he oído a la gente cantar eso de "guárdate tu miedo y tu ira porque hay libertad", me ha emocionado y a la vez me ha dado pena, porque esa canción la cantábamos en la década de los 70, cuando creímos posible una España reconciliada. Usted no había nacido.
No contribuya a romper ese sueño al que muchos aún nos aferramos. Aquí cabemos todos. Quítese esas gafas que le han puesto y analice la realidad, que hay mucho trabajo y hemos de hacerlo juntos.
Pero temo que no se las quite. ¡Cuánto se parecen a eso contra lo que creen luchar! ¡Cuánto se parecen! Creo que tendremos que salir a la calle por la libertad, más veces, muchas más  veces. Ojalá me equivoque.

Libertad para elegir y libertad para educar.
No a los recortes en la concertada.
Yo decido la educación para mis hijos. Educación de calidad, concertada.
Salvemos la concertada. Libertad y derecho a elegir. Nuestros hijos también son valencianos.
Los medios de comunicación observan. ¿Qué dirán?
Más de 250.000 familias ya saben a quién no votar.
Los medios de comunicación hacen parte de su faena. La otra parte es lo que dirán y cómo lo dirán.
La concertada no es enemiga de la pública.
¿Si os cuesta la mitad, por qué cerrarla?
Para educar todos somos necesarios. Marzá, no prescindas de ninguno

SEÑOR MARZÁ, GUÁRDESE SU MIEDO Y SU IRA PORQUE HAY LIBERTAD,Y... ¡ QUÍTESE LAS GAFAS, HOMBRE !

sábado, 21 de mayo de 2016

Debería ser sólo fútbol.


No lo entiendo. Y lo intento, de verdad que lo intento, pero no logro entenderlo. Y me indigno, y me enfado, y siento cómo una gran pena que se adueña de mí. Y después de la pena entra el miedo, lentamente, pero con pie firme.
Y esto me pasa demasiadas veces desde hace ya tiempo. Esta mañana, sin ir más lejos, cuando he oído al “Molt Honorable President de la Generalitat de Catalunya” decir muy contento que sí asistirá al partido de la Copa del Rey porque un juez ha autorizado a que los hinchas del Barça entren al estadio sus banderas, la mar de constitucionales ellas, y a renglón seguido ha cargado contra la delegada del gobierno porque al intentar prohibirlas ha conculcado derechos democráticos, pidiendo su cese inmediato; cuando le he oído decir esto, y me ha venido la imagen de cómo, la semana pasada, el "Molt Honorable..." avalaba públicamente la visita al Parlamento catalán de un asesino, con cuyo nombre no quiero ensuciar mi blog, me ha dado un "subidón” de indignación y un "bajadón" de pena y miedo que… flipas. Me ha parecido algo de un cinismo inaudito, de una incoherencia rayana en la demencia. Y eso es lo que me da pena y miedo, ese cinismo descomunal, esa incoherencia radical que nos aboca a la fractura social.
Si damos por sentado que lo que la señora Dancausa ha hecho es atentar contra la democracia y la libertad de expresión, creo que está bastante claro que el otro individuo atentó también contra la democracia, contra la libertad de expresión y además contra el primero de los derechos humanos, el de la vida, de mucha gente. Y su único lugar en la sociedad, ahora, si tuviera vergüenza y conciencia, debería ser un rincón de silencio y olvido. Por respeto a los que ya no pueden ver la luz del sol por culpa de su delirio. 
Y la una ha de ser cesada y el otro, que tiene la osadía de seguir en la vida pública,  todo el derecho a ser recibido en el Parlamento catalán. No lo entiendo. 
De verdad que no le entiendo señor Puigdemont. Sigan ustedes por ese camino. Están abriendo la caja de Pandora. ¡Qué pena y qué miedo!

jueves, 19 de mayo de 2016

Cuatro años de sacerdote.


Queremos felicitarte, Juan, en el cuarto aniversario de tu ordenación sacerdotal, dedicándote y compartiendo en el blog, este bonito texto de la liturgia de las horas. Es un texto que conocerás bien, es un texto para leerlo despacio, saboreando las palabras, dejándote llevar por esa paz que desprende, dejándote envolver por el calor de esa mirada que llena de estrellas la oscura noche y te lanza de nuevo al camino.

Amo Señor tu sendas, y me es suave la carga
que en mis hombros pusiste;
pero a veces encuentro que la jornada es larga,
que el cielo ante mis ojos de tinieblas se viste,
que el agua del camino es amarga, es amarga,
que se enfría este ardiente corazón que me diste;
y una sombría y honda desolación me embarga,
y siento el alma triste, hasta la muerte triste...

El espíritu es débil y la carne cobarde,
lo mismo que el cansado labriego, por la tarde,
de la dura fatiga quisiera reposar...

Mas entonces me miras... y se llena de estrellas,
Señor, la oscura noche; y detrás de tus huellas,
con la cruz que llevaste, me es dulce caminar.

          ¡Feliz aniversario y que Dios te bendiga!

lunes, 16 de mayo de 2016

Pentecostés. Libertad y vida.


Ayer celebró la Iglesia la solemnidad de Pentecostés. La fiesta del Espíritu. Y el Espíritu es libertad, y es vida, y es sabiduría. El Espíritu es libre, sopla donde quiere. El Espíritu es vida que vence a la muerte. El Espíritu es sabiduría que ilumina el camino.
Quiero compartir, hoy, el día después, un fragmento de la homilía que pronunció el papa Francisco, ayer en Roma. Es claro y directo. Leedlo, saboreadlo, no hacen falta comentarios.


Estos hombres, antes asustados y paralizados, encerrados en el cenáculo para evitar las consecuencias del viernes santo, ya no se avergonzarán de ser discípulos de Cristo, ya no temblarán ante los tribunales humanos. Gracias al Espíritu Santo del cual están llenos, ellos comprenden «toda la verdad», esto es: que la muerte de Jesús no es su derrota, sino la expresión extrema del amor de Dios. Amor que en la Resurrección vence a la muerte y exalta a Jesús como el Viviente, el Señor, el Redentor del hombre, el Señor de la historia y del mundo. Y esta realidad, de la cual ellos son testigos, se convierte en Buena Noticia que se debe anunciar a todos.

Y tanto. Y tan Buena Noticia. ¡Ojalá la creamos de verdad y sepamos extenderla!

domingo, 15 de mayo de 2016

Bausén. Centenario de una historia de amor.

Me ha hecho caer en la cuenta mi hermana, gracias a una artículo aparecido en Las Provincias, que el pasado martes, 10 de mayo, se cumplió el centenario de la muerte de Teresa, esposa “sin papeles” de Francisco.
Ya he contado en el blog esta bonita y triste historia de amor y libertad, acaecida hace mucho tiempo en un pueblo del valle de Arán llamado Bausén. Vuelvo a contarla ahora añadiendo que, este próximo 16 de agosto, se celebrará en este precioso pueblecito pirenaico, un homenaje a Teresa con la asistencia de sus bisnietos.
La historia dice, ya envuelta en brumas de leyenda, que a principios del siglo pasado, dos jóvenes se enamoraron y decidieron casarse. Eran ambos de familias humildes, honradas y trabajadoras. Cuando fueron a formalizar la boda a la parroquia, les dijo el cura que a causa de su parentesco, excesivamente próximo, era necesaria una dispensa de Roma, pero esto costaba dinero, mucho dinero para ellos. ¿Qué podían hacer? Tanto el cura como los vecinos les aconsejaron que se olvidaran del asunto de la boda.
Pero Teresa y Francisco se querían, se querían de verdad, y no entendían que el hecho de ser humildes les impidiera formar una familia, y enfrentándose al pueblo entero, ¡ojo, a principios de siglo XX y en un pueblo perdido en las montañas! decidieron vivir juntos en la pequeña casa que, con ilusión y esfuerzo, habían construido para que fuese su hogar.
Afrontando el inicial rechazo de todos y afirmándose en su profundo y mutuo amor, siguieron viviendo y trabajando en su pueblo, en sus montañas. Pasaron los años, años de soledad y desprecio, pero el amor estaba ahí y dio sus frutos. Llegó primero un niño y después una niña. Con el tiempo, el rechazo del pueblo fue poco a poco suavizándose... Pero entonces Teresa enfermó, enfermó gravemente, y murió. Tenía 33 años. Era el 10 de mayo de 1916.
Cuando Francisco fue a la parroquia a preparar el entierro, de nuevo se encontró con una terrible respuesta. Eran pecadores públicos, y Teresa no podía ser enterrada en sagrado.
No puedo ni imaginar, la tristeza, la rabia, la desolación de Francisco. Pero entonces el pueblo, por fin, reaccionó. Los vecinos, movidos por una fuerza más poderosa que las leyes, las normas y los preceptos, construyeron en un día, entre todos, un pequeño cementerio sólo para Teresa, a las afueras del pueblo, cerca de una ermita, en un rincón recogido y umbrío, elevado sobre el valle y rodeado por majestuosas montañas y bosques soberbios. Un rincón donde un bonito grupo de álamos fue testigo de su amor juvenil.
Y allí la enterraron. Y allí sigue enterrada. En la lápida dos inscripciones sencillas, “A mi amada Teresa”, “A nuestra querida madre”.
Cuando estalló la Guerra Civil, Francisco con sus hijos se exilió a Francia, donde murió siendo ya anciano. Nunca se casó. Dejó escrito que le enterraran con su querida esposa, pero una vez más no pudo ser. En plena dictadura, y con sus antecedentes… Su hija murió relativamente joven y su hijo, ya mayor, no hace muchos años. Hoy viven sus nietos y bisnietos.
La historia es hermosa, triste, conmovedora y el rincón donde reposa Teresa de una increíble belleza, de una gran placidez. Además es un lugar discreto. No hay ni una señal que nos lo indique. Si quieres encontrarlo, o preguntas en el pueblo, o exploras los alrededores de la ermita, hasta dar con él. Así está bien, me gusta que sea así.
Como también me gusta pensar en lo que al fin hizo el pueblo, ante la inmensa desolación de Francisco y sus hijos. Esa tumba dignifica a Bausén.
Sean pues estas humildes palabras homenaje a aquellas buenas gentes, al amor, a la libertad de amar. 

Bausén a principios de la primavera.
La timba, blanca, destaca en su pequeño camposanto, en un día gris de primavera.
Siempre hay flores.
Muy cerca de donde reposan los restos de Teresa, una cruz se recorta contra el cielo.

sábado, 14 de mayo de 2016

La Mancha en primavera.


No está lejos y es muy digna de ser contemplada la tierra de don Quijote y Sancho en primavera. Si encontráis un huequecito en vuestras agendas, no lo dudéis. Es un espectáculo magnífico. Además, como ha llovido…



viernes, 13 de mayo de 2016

XXI años después.



Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al reunirse en el cielo
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.

Gustavo Adolfo Bécquer Rima XXIV

martes, 10 de mayo de 2016

¿Por qué nos persigue, señor Marzà?

¡Qué lástima que tengamos que llegar a esto!
Hay dos barreras, líneas rojas dicen ahora, que cualquier persona de bien debería reconocer y por lo tanto saltarse en su vida pública y social: la barrera de lo emocional y la de los prejuicios ideológicos. Y mucho más si la persona en cuestión ocupa un cargo público en el que, por definición, se debe a todos, no sólo a los que lo hayan votado.
¿Está de acuerdo en esto Sr. Marzà?
Por lo que veo debe ser que no. Y a los hechos me atengo. Lo que no acierto a comprender es en qué puede no estar de acuerdo. ¿En que en política debe prevalecer lo racional frente a lo emocional? ¿En que los prejuicios no son una adecuada herramienta para analizar la realidad? ¿En que el que gana unas elecciones (aunque sea con pactos postelectorales) no está legitimado para actuar sólo para “los suyos” y a los demás “que les den”? No lo sé. De verdad que no lo sé.
Se lo digo claro. El acoso al que usted y los suyos, y así hay que decirlo, están sometiendo a la educación concertada, y en particular a la de la Iglesia, sólo se entiende desde la irracionalidad de lo emocional, desde la ignorancia atroz de quien se rige por prejuicios, y desde la perspectiva totalitaria de quien se cree en posesión absoluta de la verdad, y ¡claro! en cuanto llega al poder lo detenta, (mire el diccionario) no lo ejerce como servicio a la comunidad.
Lo emocional frente a lo racional. Yo entiendo que a usted y a los suyos les entren “convulsiones gastrointestinales” en cuanto huelen a “cerrado y sacristía”, como diría Antonio Machado. Pero reconozca que esto es algo irracional, es pura emoción, turbia resaca de tiempos pasados. De tiempos pasados sr. Marzà. La Iglesia, y más hoy, es muy grande, muy compleja, tiene brillantes luces y profundas sombras. No la simplifique, no la demonice. La Iglesia, por su propia identidad, por coherencia consigo misma, tiene una vertiente educativa esencial. Y esa vertiente, en España, cristaliza en la educación concertada. Acérquese con respeto y objetividad a este realidad, analícela desde la razón y saque sus conclusiones.
El prejuicio frente al conocimiento. Mire, señor Marzà, este mes de septiembre hará 34 años que trabajo en un colegio concertado. He oído muchos juicios de valor negativos de la gente de su cuerda sobre mi centro y centros como el mío, y puedo asegurarle que, si bien en otros tiempos, ya lejanos, pudieron ser ciertos, no lo son ahora o si algunos lo son, no son diferentes a los que puedan hacerse de cualquier centro público. Sus prejuicios son fruto del desconocimiento, de la ignorancia, de no haber hecho ese análisis de la realidad respetuoso y objetivo que, aunque sólo sea por el lugar que ocupa, debería hacer.
Detentar frente a ejercer. Dice la RAE de detentar, retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público. Ejerza, no detente el poder al que ha accedido. Guiarse por lo emocional y basarse en prejuicios para tomar decisiones sectarias, contrarias a grandes sectores de la población, no es ejercer, es detentar, porque es un uso ilegítimo del poder. La razón, el análisis de la realidad y el respeto a pensamientos diferentes es lo que da legitimidad a la autoridad. Lo contrario es totalitarismo. La legitimidad del poder no está sólo en haber accedido a él democráticamente, sino también, y sobre todo, en el modo de ejercerlo.
Y una última cosita quiero decirle, señor Marzà, a usted y a los suyos. ¿Sabe de todo esto lo que más rabia me está dando? Cuando les oigo hablar de una escuela inclusiva. Sí, claro que deber ser inclusiva. Hemos de incluir y acoger a todos, las más de las veces sin medios, sin apoyos, sin reconocimiento alguno. Y así lo hacemos porque es bueno y justo. Sean pues ustedes también inclusivos. Sean capaces de crear un sistema educativo en el que quepamos todos, también los que pensamos diferente. Es irónico que quienes más hablan de inclusividad, quieran excluir por decreto a cientos de miles de familias que, amparadas por la Constitución, desean una educación cristiana para sus hijos.
Señor Marzà. De verdad que no le entiendo. Y cuando a fuerza devanarme los sesos creo entenderle, me entra el vértigo que da asomarse al abismo de la intolerancia y el fanatismo enarbolados en nombre de la libertad y el progreso. ¿Qué libertad y qué progreso, señor mío?

lunes, 9 de mayo de 2016

Lluvia de primavera.

Estaba trabajando esta tarde cuando la lluvia mansa pero casi constante que empezó, ¡por fin!, ayer por la mañana, durante un rato ha dejado de ser mansa. Ha llovido con ganas. ¡Qué bonito! A través de la ventana, veía el paisaje urbano difuminarse durante un ratito, mientras se escuchaba ese sonido blando y envolvente de una buena precipitación, y algún que otro trueno.
Treinta y nueve litros han caído desde ayer por la mañana. ¡Bien! Estará el monte húmedo, fresco, limpio, y la primavera se abrirá paso con más más fuerza, con más vida.
Faltaría que siguiera lloviendo, mas bienvenida sea la que ha caído, aunque a más de uno le haya molestado. Nunca llueve a gusto de todos. Pero es que por aquí nos hace tanta, tanta falta…
¡Mirad la primavera!