FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 27 de febrero de 2015

¿Qué ha pasado en la Universidad Católica?


No sé si lo que sé lo sé, o me están engañando y creo saber lo que en realidad no sé. Por eso hablo con la extrema humildad de quien ya sólo se fía del sol, del cielo, del mar, de las montañas y de un puñado de gente a la que quiero y que sé que me quieren.
Por eso, si mi razonamiento en algo es inexacto o tendencioso, pido mil disculpas de antemano. Pero es que ayer me sorprendió la noticia de que el rector de la Universidad Católica de Valencia había presentado la dimisión al arzobispo, que no se la había admitido, y que directivos de la citada universidad revisaban a la baja sus sueldos.
Y ya está. Dimisión no aceptada y sueldos a la baja. Pero, ¿por qué? Según mis datos, porque alguien había tirado de la manta y se había descubierto el pastel. Un pastel de lo más “cristiano”. Sueldos descabellados de los directivos, insultantes en los tiempos que corren y, además, desproporcionados si los comparamos con los de los “profes” de a pie.
Y por otra parte el hecho, según mis datos, tan triste como real, de lo caro que resulta cursar allí estudios, cualquier tipo de estudios. Hecho que impide a todo aquel que no tenga un determinado poder adquisitivo, ni tan siquiera acercarse por tan “católica” institución.
Y claro, la combinación de ambos factores resulta irritante, indigesta del todo. Sólo el temor de que esto sea así, tal cual, ¡qué mal deja el cuerpo!
Dice el segundo mandamiento no tomarás el nombre de Dios en vano. Y eso es exactamente lo que una institución que se llama católica, si realmente actúa así, está haciendo. Sí, actuar así es un escándalo. Dice Jesús en Lucas 17,1-3 “es inevitable que sucedan escándalos; pero, ¡ay del que los provoca! Más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y, lo arrojasen al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños”.
No afecta para nada a mi fe una historia como ésta. Hace mucho tiempo que tengo claro que la fe es fruto de un encuentro personal con Jesús, y que eso está por encima de todo, incluso de la propia Iglesia. De una Iglesia que ha provocado mucho, muchísimo sufrimiento a lo largo de la historia, pero que nos ha dado también el bálsamo para cualquier sufrimiento y la esperanza de una vida para siempre y con mayúsculas.
Y esto es lo que más me duele. Que con la necesidad que tiene la gente de un dios que le saque del vértigo del vacío y del sinsentido, que con el dolor sin luz que hay por doquier, actuemos a veces de tal modo que acabemos ocultando a Dios. Que alejemos a los que no lo tienen claro del todo. Que alegremos a los que sólo ven nuestra cara más fea y nos odian, quizá por lo irritante de la incoherencia entre el mensaje de Jesús y lo que de él hacemos los que nos “vendemos” ante los demás como sus seguidores.
¿Cómo le explico yo esto a un chaval de 16, 17 años que quiere saber, que quiere entender? ¿Cómo se lo puedo decir a un joven tan incoherente como necesitado de coherencia y que busca sin encontrar? ¿Cómo puedo hacer que el escándalo no lo aleje más y más de lo que puede dar pleno sentido a su vida?
Y si esta historia no es más que una “conspiración judeomasónica” contra la Iglesia, ¡que se denuncie! ¡que brille la verdad! Y si realmente es cierta, que se haga justicia, por el bien de mucha gente…Que no se eche arena, una vez más, sobre las ruinas, en nombre de la prudencia, para evitar el escándalo, porque eso, justamente, es el mayor de los escándalos.
Además, situaciones como éstas, chocan frontalmente con la Iglesia por la que está peleando el papa Francisco, y con la Iglesia por la que tanta gente de modo humilde, callado, discreto están dejándose la piel, día a día, en el mundo de hoy.

lunes, 23 de febrero de 2015

No quiero otro 23F.


No quiero que se me pase ningún 23F sin recordar aquella tarde y aquella noche. Acababa de jurar bandera y estaba de permiso en Valencia, en mi casa, desde donde veía los carros de combate cruzando el puente de Ademuz para tomar la ciudad mientras escuchaba el bando de Miláns del Bosch…Me daba miedo la calle vacía.
La cara de angustia de mis padres, que sabían lo que fue la república, la guerra y una dictadura, mi incertidumbre, la sensación de estar viviendo una pesadilla de la que tenía que despertar y no podía, son recuerdos que no olvidaré nunca. Recuerdos sobre los que se han cimentado mis profundas convicciones democráticas y la certeza de que el estado de derecho, después de todo, es frágil, muy frágil.
Por eso me da tanto miedo que se juegue tan alegre e insensatamente con él, con ese bien común que es fruto de nuestro sistema democrático, como si fuera irrompible, inmutable. No lo es. Repito, es frágil.
Los radicalismos, los fanatismos, el revanchismo, el creerse poseedores únicos de la verdad, el no ser capaz de asumir y superar la historia, el cabreo, la mala leche, la indignación, son veneno para una democracia, un veneno capaz de destruirla; porque una democracia se puede destruir con carros de combate, pero también con leyes partidistas y excluyentes. Se puede destruir un estado de derecho, utilizando las libertades que otorga ese estado de derecho. Hay muchos ejemplos.
           No quiero otro 23F. Con o sin el ejército en la calle. No lo quiero.

domingo, 22 de febrero de 2015

Hablemos de nuevo sobre cerdos.

Diversas huellas porcinas y una foto de cómo son realmente los homus porcus.
Hice una excursión este pasado sábado por la bonita zona montañosa que se extiende entre Olocau, Gátova y Serra. Un  recorrido de 25 kilómetros y casi mil metros de desnivel, sin más faena que disfrutar del entorno y aguantar el viento frío y desagradable que no me dejó más que en alguna hondonada recogida, da para pensar mucho.
No me encontré casi con nadie. Algún que otro ciclista, una pareja de senderistas que, por cierto, se habían equivocado de montaña, y poco más. Pero sí vi bastantes huellas de esa especie de individuos que el proceso evolutivo, parece ser,  ha convertido en cerdos.
Estos auténticos cerdos, con apariencia humana, son muy aficionados, sobre todo, a ir en bici, correr o andar y gustan de dejar señales bien visibles allí por dónde pasan.
A ellos, la sequía, los pinos muertos por el tomicus, había muchos, la procesionaria, el fuego, les da exactamente igual, por eso el entorno donde desarrollan su actividad les importa un bledo, un bledo absoluto y total, el padre de todos los bledos. Y de ahí que no tengan problema alguno en tirar a cualquier sitio el envase vacío de su bebida energética, el tubito de glucosa, la botella de agua, o el zumito de merluza. Lo que les importa es hacer la ruta en menos tiempo, su chute de adrenalina obtenido haciendo el burro, o estar con los amiguetes tomando el aire que ayer bien podrían haber tomado, y en abundancia, en una esquina de la Gran Vía, por ejemplo.
¡Claro que no todo el mundo que sale al monte pertenece a esta despreciable especie! Los hay que su “caca” se la llevan a casa, como toca. Y a lo mejor tampoco les importa demasiado el medio ambiente, pero al menos lo respetan. Y también hay quien sale a buscar ese encuentro íntimo con la naturaleza, que deja nuestros artilugios, coche, moto, bici, crono, en un respetable segundo plano. Esos no tiran nada, lo recogen.
Y pensando, pensando, establecí una conexión muy clara y evidente entre esta especie, que bien podíamos denominar homus porcus, y la eterna lucha que mantenemos en los colegios para que los niños y jovenzuelos tiren los papeles que malgastan, los “albales” de los bocadillos, los “tetrabriks” de zumito, las bolsitas de plástico y demás envoltorios, a las papeleras. Sin conseguirlo nunca del todo.
Y es que, de tal palo tal astilla, dijo la “quereguilla”. Y si no hay ni cultura ni educación en casa, rara vez la tiene el niño en el “cole”, o en la calle, o en el monte. Aunque conozco casos de padres muy responsables que les ha tocado en suerte un “bicho” que déjalo suelto…Pero esto es otro tema.
A lo que íbamos. Una cosa tengo clara. Quien tira basura al monte no son tiernos infantes ni briosos jovenzuelos. De éstos rara vez me encuentro, y ando mucho. Son señores hechos y derechos que, dicho sea de paso, cuando almuerzan, suelen gritar de un modo desaforado y absolutamente innecesario…, como sus hijos. 

Cuento. El príncipe que quería reinar...y no le tocaba. Primera parte.

        Con esta entrada inicio una nueva sección del blog titulada cuentos, así, sin más. Cuentos que empezarán con un érase una vez, o había una vez y acabarán con y fueron felices y comieron perdices, codornices y altramuces. Y siempre tendrán dos o tres partes.
             ¿Que por qué? Porque me gustan los cuentos y me gusta escribir. Ahí va el primero.

EL PRÍNCIPE QUE QUERÍA REINAR ...Y NO LE TOCABA.


Había una vez... un reino muy lejano, allende los altos páramos del norte, llamado Nibelungia Karchofera. Su joven rey, Milunio VI y su amada esposa, la reina Bartulia, tuvieron un hijo, el príncipe Chichimulo, llamado a gobernar el reino, siempre y cuando no tuviera una hermana de uñas tubito, en cuyo caso sería ella la futura reina. Eso decía la profecía:
Cuando naciere de reina una princesa de uñas tubito, ella sería por derecho la heredera al trono, aunque no fuere la primogénita.
En Nibelungia Karchofera todos tenían las uñas de las manos y de los pies planas, uñas “escklafás” las llamaban. No se sabía de nadie que las hubiera tenido redondeadas, tubito les llamaban. Esas uñas quedaban reservadas a los seres puros que habitaban los bosques verdes y las aguas cristalinas de lagos y arroyos.
El príncipe Chichimulo fue creciendo convencido de que sería el futuro rey, pero he aquí que su madre, la reina Bartulia, quedó nuevamente encinta cuando él contaba ya 17 años.
¿Y si el bebé fuera niña y tuviera las uñas tubito? Sólo pensar que podía perder el trono, removió en él sus más oscuros sentimientos y un ansia de poder malsana y ponzoñosa se adueñó de todo su ser.
Entonces tomó una peligrosa decisión. Pedirle ayuda a la bruja Gengiswalda la Peluda, que habitaba en lo más hondo del bosque prohibido, envuelta en una horrenda maraña de pelos llena de sapos, culebras, sabandijas, gusanos, arañas y demás bicharracos reptantes y repulsivos.
Una oscura noche el príncipe se internó en la espesura y, guiado por lo pérfido y equivocado de su decisión, llegó hasta la guarida repugnante y lóbrega de la bruja.
Gengiswalda la Peluda, que escrutaba los actos de todos los que albergaban malos sentimientos y se solazaba con ellos, lo esperaba.
-¿Qué buscas en lo prohibido príncipe Chichimulo? preguntó, y movió su cabellera que cayó sobre él, cubriéndolo del todo, a la vez que algunos de sus inmundos habitantes envolvían su cuerpo.
-¡Quiero ser rey!
-Lo serás, respondió la bruja, pero a cambio me ofrecerás tu voluntad para siempre. Así serás un gran y poderoso rey.
-¿Y si quien va a nacer es mujer y tiene uñas tubito? preguntó el príncipe. 
-Te he dicho que lo serás si me ofreces tu voluntad, respondió la maligna.
-Te la ofrezco de por vida, dijo Chichimulo. Y un trueno pavoroso sacudió el bosque prohibido.
Entonces la bruja le entregó un tarrito con una pócima y le dijo:
-Marca a tu madre en el vientre con este ungüento la próxima luna llena. No le hará ningún daño, pero si el bebé es niña y tiene uñas tubito, nadie en el reino las verá. Sólo si algún humano la mira con ojos de amor verdadero, justo cuando la luna llena salga por el horizonte, quedaría roto el encantamiento. Pero eso no sucederá jamás, jamás, jamás…
Y rió de tal modo que al príncipe se le pusieron de punta todos sus cabellos. Y dijo:
- Yo quiero ser rey, pero a nadie quiero hacerle daño. Gengiswalda volvió a reír más aún, de un modo más horrísono.
- ¡Ya me has dado tu voluntad! Eres mío, tú eres mío, y tu reino es mío, ¡ja,ja, ja! Tu ansia de poder me ha dado el poder ¡ja, ja, ja! ¡Eresssss míííííooooo, ja, requeteja, ja, ja!

FIN DE LA PRIMERA PARTE

viernes, 20 de febrero de 2015

Literatura,música y flores.¡Feliz cumpleaños, Isabel!

Un poema de Juan Ramón Jiménez.

¡Qué dulce esta inmensa trama!
Tu cuerpo con mi alma, amor,
y mi cuerpo con tu alma.

Y un ramo de flores, digital, con música de Tchaikovsky. Pulsa Un ramo de flores.


miércoles, 18 de febrero de 2015

El salto de la novia...helado, y su leyenda.

            Hace unos días, en plena ola de frío, nos fuimos con las “robertas”, (las motos), mi amigo Jose y yo, a Navajas, a visitar el paraje llamado el salto de las novia que me dio a conocer mi bienamada sobrina Martina.
            Es un bonito e inesperado rincón donde, sobre el río Palancia, se precipita una alta cascada, espectacular en época de lluvias, pero digna de ser contemplada ahora, pese a la sequía que sufrimos.
            El frío de los pasados días, junto al viento, había convertido el paraje en un extraño lugar, decorado con espectaculares formaciones de hielo. Estaba realmente muy, pero que muy bonito.
            Comparto unas fotos y la curiosa leyenda que explica el origen del nombre de aquel rinconcito, perdido en el río Palancia, facilitada por mi amigo que se fue allí con la familia a la semana siguiente de descubrirlo.














Cuenta la leyenda que hace muchos años, por aquellas tierras, cuando unos novios iban a contraer matrimonio tenían que someterse a una extraña y peligrosa ceremonia para demostrar ante todos, y demostrarse ante ellos mismos, que se querían de verdad.
Antes de casarse debían ir a un lugar donde se estrecha el río, al pie de una hermosa cascada, no muy lejos del pueblo, y allí, ante todos, la novia debía cruzar de un salto a la orilla opuesta. Si lo conseguía era señal de felicidad para el futuro matrimonio y de mutua y eterna fidelidad, pero si no lo lograba, se consideraba el matrimonio irrealizable por creer que sería breve y desgraciado. Entonces, convencidos de ello, los novios rompían su compromiso.
Era una extraña y terrible superstición que durante muchos años debió causar terror entre muchas novias verdaderamente enamoradas, ante el miedo a errar el salto o no tener el suficiente valor para intentarlo.
Pero un día, ya muy lejano, dos novios cuyos nombres ha borrado el tiempo, terminaron trágicamente con esta costumbre.
Habían bajado radiantes de alegría a demostrar ante todos que se querían. Como cada vez, la gente esperaba el salto con impaciencia. Por fin la novia se dispuso a saltar, tomó impulso, perdió pie y cayó al río con tan mala fortuna que se vio envuelta en un potente remolino que allí había aquel día a causa de una crecida, y que le llevaba a una muerte segura. Al ver esto, el novio se arrojó inmediatamente al río para intentar salvar a su amada, pero por más esfuerzos que hizo se vio envuelto al poco tiempo en el remolino, e instantes después desaparecían los dos tragados por las aguas. Horas más tarde, los consternados vecinos encontraron río abajo, flotando en un remanso, estrechamente unidos, los cadáveres de aquellos infelices novios.
Y se dice que aún hoy día, en las noches de luna llena, el murmullo del río y la cascada que cae como lluvia, parecen entonar un canto dulce y triste, lamentando el final de aquellos dos seres que por amor, desafiaron aquella vieja y bárbara superstición, destruyéndola a cambio de sus vidas.

martes, 17 de febrero de 2015

Montaña del Verde y pico Faceras. Diciembre de 2005.

Un día del mes de febrero, para ser exactos el doce, de hace ya diez años, mi amigo Pepe y yo hicimos una bonita excursión en el valle de Tena, que ahora os voy a describir.
Es una excursión ideal para una mañana, saliendo temprano, siempre y cuando esté abierta la estación de esquí de Panticosa y subas en el telecabina. En caso contrario has de añadir casi setecientos metros de desnivel y entonces es excursión de una jornada completa.
Aquel año había poca nieve y el día salió bastante cubierto y frío por lo que la excursión fue sencilla pero, eso sí, con mucho ambiente. Fuimos con raquetas.
Empezamos al bajar del telecabina que nos deja en el Puntal de los Petros, a 1865 metros. Ascendimos un total de 600 metros y recorrimos unos 8 km. La ruta es evidente. Hemos de ir hacia el cuello Sabocos, muy visible, al este de donde salimos, y al sur de la Montaña del Verde, de 2295 metros, la primera del día.
Primero por las pistas, yendo por un ladito para que no nos atropellaran, y pronto por montaña libre, llegamos a la cabaña de Sabocos, junto al lago del mismo nombre helado y nevado, al pie de las monumentales paredes de la sierra de Tendeñera.
De la cabaña al cuello Sabocos y de allí a la Montaña el Verde, la ruta es directa. Hicimos cima tras superar algún tramito empinado pero sin problemas. El día iba tapándose poco a poco. El ambiente sobrecogía. La estación estaba cerca, pero allí estábamos solos.
De la cima de la Montaña del Verde al pico de Faceras, de 2142 metros, muy altivo, hay que bajar un poco para volver a subir. Vale la pena llegar allí también. Fuimos rapiditos por si el tiempo acababa de estropearse, pero tuvimos suerte, aguantó.
Desde ambas cimas, el panorama es soberbio. El valle de Tena entero, la sierra de Partacúa, con la imponente Peña Telera, el macizo de Argualas-Garmo Negro y la propia Sierra de Tendeñera, muy próxima y espectacular es lo que más destaca. Hay mucho más, pero aquel día las nubes ocultaban otros horizontes que con buen tiempo se añaden al panorama.
Regresamos deprisa, pues el cielo se oscurecía y las cimas se difuminaban en el gris. Acabamos comiendo con la familia, muy a gusto, en el barete del Pueyo de Jaca de toda la vida.
Si un día no tenéis ganas de esquiar y lleváis raquetas, o esquí de travesía, es una buena alternativa. Soledad y alta montaña, muy cerca de la civilización.

A continuación tenéis unas fotos, y si pulsáis Montaña del Verde y pico Faceras  veréis un vídeo de la excursión. Y si queréis ver sólo fotos pulsad Montaña del Verde y pico Faceras.

El Puntal de los Petros, a donde te deja el telecabina. Detrás el macizo Argualas-Garmo Negro.
Fuera ya de la estación, caminamos hacia el cuello de Sabocos.
La cabaña de Sabocos, junto al lago que queda a la derecha.
El lago de Sabocos y las murallas de la sierra de Tendeñera.
Llegando al cuello de Sabocos.
Vamos ascendiendo. El collado queda ya abajo.
Paredes de Tendeñera. Se aprecia la oquedad donde se aloja el lago. Ascendemos.
Al centro y al fondo el collado de Tendeñera, paso natural al río Ara.
Abajo, al fondo el cuello Sabocos. Trepamos la parte más escarpada de la ascensión.
Ya en la cima, larga y horizontal de la Montaña del Verde.
Panorama al sur. La sierra de Tendeñera y el collado de donde venimos.
Esbelto pico Faceras. El segundo del día.
Llegando al pico Faceras. Detrás la larga cima de la Montaña del Verde.
Desde el pico Faceras, a vista de pájaro, el valle del río Ripera.Desde
Desde la cima del pico Faceras vista al norte.
Desde la cima del pico Faceras el Puntal de los Petros, de donde hemos salido.
Ya de regreso, llegando a la cabaña de Sabocos. Había muy poca nieve. Otros años está sepultada.

lunes, 16 de febrero de 2015

No es una película, ¡por Dios! ,no es una película.

Sería atroz que nos acostumbráramos a la imagen de esos veintiún hombres asesinados junto al mar. No es una película. Es la realidad, y una realidad terrible, casi ya cotidiana, pero no por eso menos terrible. Me niego a reproducir aquí la imagen.
También a Dinamarca, y a otros tantos sitios de los que no nos enteramos, llega el horror. Algo esta yendo mal, muy mal en nuestro mundo. Hoy no quiero decir más. Creo que hoy es un día de estos que toca silencio.
Os dejo una fotografía y dos textos de la Biblia.


El lobo y el cordero pastarán juntos,
El león con el buey comerá paja.
No harán daño ni estrago por todo mi Monte Santo
-dice el Señor-

Isaías 65, 25.


Al final de los tiempos estará firme el Monte de la casa del Señor,
en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán las naciones,
caminarán pueblos numerosos.
           Dirán: venid, subamos al monte del Señor;
a la casa del Dios de Jacob:
Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas,
porque de Sión saldrá la ley; de Jerusalén la palabra del Señor.
Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor.

Isaías 2, 2-5


Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.
Y vi bajar del cielo, de junto a Dios, a la ciudad santa, la nueva Jerusalén, ataviada como una novia que se adorna para su esposo.
Y oí una voz potente que decía desde el trono:

- Ésta es la morada de Dios con los hombres;
Él habitará con ellos
y ellos serán su pueblo.
Dios en persona estará con ellos
y será su Dios.
Él enjugará las lágrimas de sus ojos,
ya no habrá más muerte ni luto
ni llanto ni dolor,
pues lo de antes ha pasado.

Y el que estaba sentado en el trono dijo:
- Todo lo hago nuevo.
Y añadió:
- Escribe, que estas palabras son fidedignas y verídicas.


Apocalipsis 21, 1-5.

domingo, 15 de febrero de 2015

¡Qué bien lo pasaría Nerón!



Febrero. Domingo de poniente calentito. Avionetas. ¡Mal rollo! ¡Ya estamos otra vez! Ahora Pedralba. El fuego nos recuerda su presencia en pleno invierno.
Y luego, lo de siempre. Pasado el susto, hasta el siguiente. “No passa na”. Eso sí, la oposición culpando al gobierno, olvidándose de que cuando fueron gobierno pasaba exactamente lo mismo, y el gobierno diciendo que más no se pudo hacer y que lo hecho está bien hecho.
¿Qué ha de pasar para que se den cuenta todos de la gravedad de la situación? El equilibrio ecológico, por estas tierras, está roto. El cambio climático, aquí muy evidente y el alejamiento real, que no formal, de la sociedad y el entorno natural son, a mi juicio, las causas de la situación.
Por eso es imprescindible y urgente una gestión global del medio ambiente, que considere el nuevo marco climático, y la actual forma de relacionarnos con la naturaleza que nos rodea. Y eso es una tarea que hay que plantear muy a largo plazo, por lo que deberán llegar a un acuerdo, al menos de mínimos, los diferentes partidos…deberán, deberían, porque dudo que lo hagan.
Y lo que pasa es que, mientras todo el ecosistema en el que vivimos sigue desmoronándose, nuestros políticos “de siempre” continúan tirándose los trastos a la cabeza, y “los nuevos” ejercitándose ya en ese "noble arte" de decir que la culpa la tiene el que gobierna, para luego hacer ellos lo mismo si algún día gobiernan;  ya se ve bien claro que el consenso, desde luego, no es lo suyo.
Y el personal mirando “pa otro lao” declarándose apolítico, o dejándose embaucar por discursos a menudo sin contenido y que anteponen, cosa gravísima, lo emocional a lo racional, los prejuicios a los hechos.
Quien podría disfrutar, y mucho, ante esta situación (ahora se estila esta coletilla, fijaos y veréis) si estuviera aquí, es Nerón.    

sábado, 14 de febrero de 2015

Es la vida la que no tiene límites...

          A Isabel.



Florentino Ariza había esperado más de 50 años a Fermina Daza. La quiso de joven. No pudo ser. Se apartó y esperó. Siguió queriéndola, años y años…
Al fin, el mismo día del funeral del marido de Fermina, el doctor Juvenal Urbino, Florentino vuelve a entrar en la vida de la mujer a la que ha querido toda su vida y a la que de un modo muy íntimo le ha sido fiel. La respuesta inicial de ella es rotunda ¡no!, pero él ha esperado mucho tiempo hasta tener el campo libre, y persevera, persevera...
Al fin lo consigue. Embarcan en uno de esos barcos fluviales de las Américas y gozan, en el crepúsculo de sus vidas, de lo que no pudo ser, y ambos descubren que ya han llegado a donde querían haber llegado desde siempre, ella quizá sin saberlo. Por eso cuando, habiendo izado la bandera amarilla del cólera para que les dejaran hacer la travesía en paz, llega el momento de desembarcar, Florentino le dice al capitán que no van a hacerlo, y le pide volver a remontar el río, volver río arriba.
Así ha de ser. El barco para ellos, el río para ellos, el mundo para ellos, libres de entregarse el uno al otro, libres para amarse.
Y entonces, ante esa decisión, el capitán miró a Fermina Daza y vió en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites. ¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? le preguntó.
Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches.
Toda la vida – dijo.
El amor, más allá de convencionalismos, de costumbres, de miedos, más allá incluso de la tiranía del tiempo, dando sentido pleno a la vida, que rompe así cualquier límite. Sí, en el amor y por el amor es la vida la que no tiene límites.

NOTA:
Por si no lo habéis identificado hablo de la novela de Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera. El párrafo reproducido es el último del libro. Hay que leerlo entero para entenderlo a fondo y disfrutarlo. Es toda una experiencia.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Disminuir el paso, un vídeo interesante.

Esto también me aburre...
Vaya por delante que yo nunca he sido competitivo. Más aún, no entiendo la competición como no sea para jugar y entretenerse. Y no hablo solo del ámbito deportivo, sino de todos los demás ámbitos de la vida.
Pienso que la única competición con sentido es la que podemos establecer con nosotros mismos. Citius, altius, fortius, o sea más rápido, más alto, más fuerte... que yo ayer. Eso sí me gusta. Ahora, ser más rápido, más alto, más fuerte que el vecino, pues qué queréis que os diga. Mientras no sea más que un juego, pues vale. Si el personal se divierte...
Por eso me aburren los concursos, las competiciones, los partidos de lo que sea…me aburren. Y llevar la competición a ámbitos como la cocina, por ejemplo, me resulta inconcebible. Que mis tortillitas sean “más güenas” que las tuyas, pues bien, pues vale. No le encuentro la gracia. Pero no voy a hablar de esto. Ya le dediqué una entrada hace tiempo a la moda de la competición en las cocinitas.
Hoy hablo más en general, y a propósito de un vídeo.
Hace años, en unas competiciones escolares, en una carrera tropezó y cayó uno de los chiquillos, eran pequeñitos, y otro que corría junto a él se paró y le ayudó a levantarse. Si se me permite la expresión ¡olé tus huevos, chaval! Para mí, ése es el que ganó la carrera. El entrenador, pobre, flipaba. Supuse que le aleccionaría adecuadamente.
Pero de esos hay pocos. Desde pequeños ya le enseñamos a pelear por ser los primeros, por ser mejores que los otros, por ser más que nadie. ¡Qué estrés!¡Qué innecesarias frustraciones! ¡Cuánta vanidad¡
Pienso que habría que enseñarles, no a ser mejor que el otro, sino a ser, con el otro, cada día, mejor que yo mismo. Pero bueno, eso no se lleva.
Por esto fue una bocanada de aire fresco descubrir, gracias a un amigo, un vídeo de 10 minutos, de Hugo Silva, titulado Disminuir el paso, y que os aconsejo ver.
Haced un huequecito de 10 minutitos.¡Es precioso!

Para verlo pulsa Disminuir el paso.

martes, 10 de febrero de 2015

Era verde. Vídeo testimonial.

Ya no es así. ¡Era tan bonito!
La gente tiene que enterarse de lo que pasa en nuestros montes. Ya lo he dicho muchas veces. El desconocimiento de lo que sucede lleva a la indiferencia y si, mayoritariamente, y aunque no lo parezca, hay una gran indiferencia social hacia el medio ambiente, los políticos no se tomarán el asunto realmente en serio. Y es lógico. El político se debe a la sociedad, y si a la sociedad algo, en el fondo, le da igual, al político también. Y no tiene la culpa el político.
Pues en esta línea de anunciar, de denunciar lo que pasa, os invito a ver y compartir, si queréis, este vídeo que he hecho con el fin de dar a conocer lo que está sucediendo.
¡La gente lo tiene que saber!

Para ver el vídeo pulsa Era verde.

NOTA:

         Este vídeo es el primero que hago con el editor de videos de youtube, de cuya existencia y funcionamiento me enteré el viernes, gracias a mi amigo Jesús Basilio, también llamado Herr Basilovich.


domingo, 8 de febrero de 2015

Después del temporal...

TIEMPO PASADO. CIELO POCO NUBOSO, HOY DOMINGO, EXCEPTO EN LA ZONA MAS SEPTENTRIONAL DEL OCCIDENTE DONDE QUEDAN RESTOS DE NUBES BAJAS. LAS TEMPERATURAS SON MAS ALTAS QUE AYER, LOCALMENTE EL ASCENSO ES NOTABLE. SIGUEN LAS HELADAS GENERALIZADAS, LOCALMENTE FUERTES…

Este es el parte de hoy, de la Agencia Estatal de Meteorología, para el Pirineo central, que unido al cielo azul y al frío de esta mañana, me ha trasladado, como otras muchas veces allá arriba, a los Pirineos, a las montañas.
Y he soñado, con los ojos abiertos, cómo estarán hoy las montañas, mis montañas, después de tantos días de nevadas, de vientos fuertes, de fríos intensos, de soledad absoluta.
Sí, hoy habrán brillado al sol, recortándose blancas contra el cielo muy azul de la altitud. Las veo, las veo con los ojos, con los ojos del alma, con los ojos con que vemos lo que de verdad amamos mucho, y que nos permiten ver incluso en sueños, nos permiten ver más allá de la oscuridad de la noche, más allá del paso lento e inexorable de los años, más allá de la realidad inmediata que trata de asfixiarnos poco a poco.
Las he visto y las he nombrado, y he andado por sus aristas, por sus amplias laderas inmaculadas, y he gozado de la gloria de sus cimas, de su cielo y de su aire. Y he visto la tierra allá abajo, oscura, pequeña, triste…sí, desde allí la he visto triste.
Porque “ese mundo se recoge en mí, más presente que el real, más vivo que la vida misma. Y me llena. Y me rodea. Y me protege”... como dice Georges Sonnier en su precioso libro, La montaña y el hombre.

Peña Telera, cara norte. 2764 metros. La he subido dos veces.
Peña Telera, cara sur. 2764 metros. La he subido dos veces.
Pico tendeñera. 2853 metros. La he subido dos veces.
Aneto. 3404 metros. Lo he subido once veces, dos me quedé en la antecima.
Maladeta. 3308 metros. La he subido una vez 
Bisaurín. 2669 metros. Lo he subido diez veces.
Salvaguardia. 2738 metros. Lo he subido quince veces.
Montardo de Arán. 2830 metros. Lo he subido siete veces.
Pico de Arriel. 2824 metros. Lo he subido una vez.
Posets. 3375 metros. Lo he subido dos veces.
Vignemale. 3298 metros. La he subido seis veces.
Pic de Midí d´Ossau. 2884 metros. Lo he subido tres veces.