FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 31 de diciembre de 2015

¡Feliz año nuevo!



Así amanecía el último día de este año. Un árbol con las ramas desnudas se recortaba contra el cielo rojo. He pensado que en la primavera, esas ramas se llenarán de hojas que serán cobijo de los pájaros, y luego, en verano, darán frutos. Es así. Es la vida.
Es bonito ese pensamiento de esperanza en el futuro, por negro que a veces lo veamos. Yo, hoy quiero aferrarme a esa esperanza que la naturaleza me anunciaba esta mañana, y quiero también recordar y compartir ese texto de la Biblia precioso, lleno también de esperanza, que al igual que el árbol desnudo, pero de un modo más claro, más directo, nos habla del triunfo final de la Vida.

Y oí una voz potente que decía desde el trono:

- Esta es la morada de Dios con los hombres;
Él habitará con ellos
y ellos serán su pueblo;
- Dios en persona estará con ellos
y será su Dios.
- Él enjugará las lágrimas de sus ojos;
ya no habrá muerte ni luto,
ni llanto ni dolor,
pues lo de antes ha pasado.

Y el que estaba sentado en el trono, dijo:
- todo lo hago nuevo.

Ap. 21,3-5

                                                              ¡¡Feliz año nuevo!!
                                                                                                                   Isabel y Jesús.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Mapas preocupantes que deberían ser noticia.

Llevaba días, muchos días, siguiendo los mapas de temperaturas de la Agencia Alemana de Meteorología y asombrándome de lo que veía. Lo que me resultaba extraño es que no fuera noticia. Y en realidad sigue sin serlo, aunque ayer lo dijeron de pasada en la tele.
Sí, hablamos de que no hace frío, de que no llueve desde noviembre, de que en las grandes ciudades la contaminación es extrema, de que las estaciones de esquí están casi todas cerradas. Algunos, como yo, hablamos además de que el monte vuelve a estar seco, de que si entran los ponientes el riesgo de incendio se disparará (mirad lo que está pasando en Asturias y Cantabria), de que los almendros y las aliagas están floreciendo…
Pero todo esto es consecuencia de algo mucho más grande que, como digo, no se da como noticia, quizá porque estamos demasiado ocupados mirándonos el ombligo y peleándonos por ver quien manda en casa, cuando es la casa la que se está yendo al garete.
En invierno, en el hemisferio norte, el frío generado en el polo, se desplaza hacia el sur, empujando hacia el ecuador las masas de aire cálido. Con cierta frecuencia, además, se desprenden bolsas de aire frío que bajan mucho de latitud. Eso es el frío, el agua, la nieve.
Este año, el frío, no sólo no baja de latitud, sino que enormes burbujas de aire caliente suben hacia el norte, llegando mucho más allá del círculo polar. La temperatura en las regiones polares está siendo entre 30 y 40 grados más alta de lo que debería ser.
Y esto, estos mapas, yo creo que sí deberían ser noticia, deberían ser explicados. Y deberían serlo, no para meter el miedo en el cuerpo a nadie, sino la preocupación por lo que está pasando. Una preocupación que nos lleve a tomarnos cada vez más en serio el cuidado de nuestro planeta, no ya por nosotros, que ya estamos  sufriendo consecuencias, sino por los que vienen detrás, que pueden tener que enfrentarse a algo que no podamos ni imaginar en nuestras peores pesadillas.

Mapa de temperatura y presión para el 31 de diciembre. 
Mapa de temperatura y presión para el 1 de enero.


lunes, 28 de diciembre de 2015

No es una broma de mal gusto, desgraciadamente.

Ojalá fuera una inocentada, una broma de mal gusto todo lo que está pasando en el ámbito político, algo ya en el económico y pronto pasará en el social.
Ojalá fuera todo una pesadilla de la que nos despertamos sobresaltados, para volvernos a dormir pensando, "¡menos mal que ha sido un mal sueño!". Pero, no, no es así.
No es una broma de mal gusto, ni una pesadilla, el que demasiada gente no vea problema alguno en romper la Constitución. No se dé cuenta que igual que en el 23F alguien pensó que había que romperla por el bien de la mayoría, en el 20D alguien quiere romperla otra vez, se supone que también por el bien de la mayoría. ¡No es constitucional un referendum por la independencia en Cataluña! Lo que no quiere decir que algún día, cambiando democráticamente las reglas del juego, Cataluña pueda ser independiente. No lo entendería, no me gustaría, pero si se llega a este punto democráticamente, constitucionalmente, lo aceptaría.
No es una broma de mal gusto que partidos anticapitalistas, antisistema, puedan llegar al poder. Es una posibilidad real. El problema está en que ser “antialgo” es no ser nada. Es ser “antieso” y punto. Soy el primero en ser consciente de que el capitalismo es intrínsecamente perverso, y el sistema está corrompido. Pero, ¿cuál es la alternativa? No la hay. Porque el comunismo, lamentablemente, no ha sido capaz de conjugar una justa distribución de la riqueza, con los más básicos derechos humanos, en ningún sitio donde se ha instaurado. No a este sistema, pero entonces ¿cuál? No he oído ninguna propuesta concreta coherente. Es cuestión de mejorar, de humanizar el sistema en la medida de lo posible, no de destruirlo para cambiarlo por…¿qué?
No es una broma que los dos partidos mayoritarios, representantes de gran parte de los españoles, no sean capaces de ponerse de acuerdo para permitir la gobernabilidad del país y consolidar la incipiente recuperación económica. Que antiguos resquemores, prejuicios ideológicos sin fundamento real, e inconfesables ambiciones personales, pesen más que el bien común. Pesen más que la exigencia moral, que parecen ignorar, de respetar la Constitución, preservar la democracia y consolidar y mantener un crecimiento económico que prevenga nuevas crisis, acabe con el paro y garantice las prestaciones sociales a las que todos tenemos derecho.
No, no es una broma que en tres periódicos extranjeros haya leído hoy, mientras esperaba a Isabel junto a un quiosco, titulares como estos, Spain ungovernable, Espagne ingouvernable, Spanien unregierbar. No es una broma. Y me ha dado una pena, una rabia y una vergüenza, impropia de estos días.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Vamos un rato a la rambla. ¿Por qué no?

Foto del grupo, con su identidad convenientemente protegida al ser menores. ¡Ay, Señor, Señor!
Después del puente de la “Constitución Purísima”, nos fuimos de convivencias con los alumnos de 2º de secundaria a la casa que tiene La Salle en Liria, y en vez de llegar hasta allí en autobús, fuimos andando por la rambla Castellana. En total, unos diez kilómetros.
La rambla Castellana es bonita. Amplia, pedregosa, con una interesante vegetación mediterránea y curiosas formaciones causadas por la erosión del agua, está rodeada de campos, urbanizaciones y pueblos.
Son las ramblas mediterráneas un ecosistema ignorado, cuando no despreciado, por gran parte de la población que vive junto a ellas. De hecho, siguen utilizándose como vertedero por muchos cerdos disfrazados de persona que viven entre nosotros.
Sin embargo, como he dicho, son muy bonitas y cuando estás en ellas, en muchos de sus rincones y vericuetos, te parece estar lejos de cualquier sitio civilizado.
Pues bien, los chiquillos, cuando se encontraron en aquel entorno, se sorprendieron, disfrutaron que daba gusto verlos. Se subían por los terraplenes, se metían en las pequeñas gargantas que les sorprendían por sus formas extrañas, corrían entre las cañas…
Pensé qué lejos estamos cada vez más del medio ambiente, cómo la naturaleza nos resulta ajena, distante. Y comprobé una vez más el poder que tiene aún sobre los más jóvenes, cómo los engancha todavía.
El problema es que pronto, si no perseveran, la olvidarán, y sus vidas transcurrirán en un mundo artificial desde el que las incursiones en la naturaleza serán, si se dan, por causas ajenas, o incluso contrarias a ella.
¡Qué le vamos a hacer!
Pues ir. Ir con los chiquillos. En vez de ir a un centro comercial, o a “más de lo mismo”, irse una mañana tibia de invierno a jugar a la rambla, a cualquier rambla, a hacer fotos, a ver plantas y bichos…
Así veremos la luz del sol tal cual; respiraremos el aire sin enfriar, sin calentar; pisaremos la tierra, la grava; oleremos el tomillo y el romero; veremos pájaros y muy fácilmente conejos… y jugaremos, jugaremos con nuestros hijos como se ha jugado durante cientos, miles de años.
¿Por qué no? 

El suelo de la rambla tiene múltiples formas, colores y texturas.
Aquí es arenoso, rizado por el viento.
Las paredes, aparecen erosionadas de diversas maneras.
Y si nos acercamos, vemos los estratos que evidencian antiguas riadas.
En ocasiones, el paisaje recuerda al lejano oeste.
El paso donde aguaran los indios...
...o los bandidos.
A veces, pequeños hoyos, conservan aún algo de barro de cuando llovió en noviembre.
En ocasiones hay curiosos desfiladeros.
Y en diciembre flores. Todo el año hay florer en la rambla.
Estos árboles, ahora están espectaculares. Creo que son acacias. ¿Puede ser?
Más florecillas que crecen en el suelo reseco. Llevamos casi dos meses sin caer una gota.
Los frutos de este arbusto, ya secos, se pegan a la ropa y permiten una divertida batalla en familia.
Y si esperamos al atardecer, podemos disfrutar del crepúsculo que sume la rambla en la oscuridad.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Receta. Pierna de cordero al horno.


Suelen ser las comidas y cenas de estos días bastante tradicionales. Más o menos, en cada casa solemos hacer “lo de siempre para un día como hoy”. Aunque también hay quien busca algo diferente cada año. En cualquier caso, son días en las que la cocina cobra una importancia especial.
Pues bien, ahí va la receta de mi bienamada esposa Isabel, para hacer una pierna o paletilla de cordero al horno. Una aportación sencilla y de resultado exquisito para estos días de celebraciones.

Ingredientes para 4 personas.

Dos piernas o paletillas de cordero.
Dos o tres patatas, según tamaño.
Un buen vaso grande de vino blanco.
Una tacita de coñac.
Una pastilla de caldo de carne.
Tomillo.
Aceite y sal.

Córtense las patatas en rodajas y fríanse un poco en aceite, pero sólo un poco, así estarán más jugosas. Extiéndanse luego en el fondo de la cazuela, preferiblemente de barro, y deposítense luego las piernas (del cordero, claro) en su lecho “patatil”. Previamente las habremos sazonado con sal y tomillo.
Por otra parte, en una cazuelita, caliéntese el vino y el coñac con las hierbas, y la pastilla de caldo.
Cuando el horno esté precalentado a unos 250ºC, introdúzcase la cazuela con las piernecitas en él, y déjese que el calor haga su trabajo durante una media hora o cuarenta minutos.
Y ahora viene la gracia del asunto; cada diez minutos más o menos, ábrase el horno y riéguese la carne con el caldito que habremos preparado.
No tiene más misterio. Y sale, de verdad, buenísimo.

¡Buen provecho y felices fiestas!

...de esta nada brota la luz de la gloria de Dios.


Comparto esta mañana de Navidad, parte de la homilía que el papa Francisco pronunció ayer en la Misa del Gallo, en Roma, y pongo en negrita las frases que, al menos a mí, más me han tocado.

Cuando oigamos hablar del nacimiento de Cristo, guardemos silencio y dejemos que ese Niño nos hable; grabemos en nuestro corazón sus palabras sin apartar la mirada de su rostro. Si lo tomamos en brazos y dejamos que nos abrace, nos dará la paz del corazón que no conoce ocaso. Este Niño nos enseña lo que es verdaderamente importante en nuestra vida. Nace en la pobreza del mundo, porque no hay un puesto en la posada para Él y su familia. Encuentra cobijo y amparo en un establo y viene recostado en un pesebre de animales. Y, sin embargo, de esta nada brota la luz de la gloria de Dios. Desde aquí, comienza para los hombres de corazón sencillo el camino de la verdadera liberación y del rescate perpetuo. De este Niño, que lleva grabados en su rostro los rasgos de la bondad, de la misericordia y del amor de Dios Padre, brota para todos nosotros sus discípulos, como enseña el apóstol Pablo, el compromiso de «renunciar a la impiedad» y a las riquezas del mundo, para vivir una vida «sobria, justa y piadosa» (Tt 2,12).


¡¡ Feliz Navidad ¡!

jueves, 24 de diciembre de 2015

¡Feliz Navidad!

Y casualmente, este año, el día de Navidad es luna llena. ¡Miradla ya esta noche! Es gratis.

martes, 22 de diciembre de 2015

Los anuncios de la lotería de Navidad.


Este año, igual que el año pasado, el anuncio del sorteo de Navidad (¿habrá que decir pronto del solsticio de invierno?) toca una de las fibras más sensibles de mucha gente. Lo que pasa es que me resulta curioso el hecho de que, el eslogan, la conclusión, sea bastante más superficial de lo que son ambos cortos.
Pienso que el verdadero mensaje no es que es bueno compartir. Es un mensaje mucho más hondo. Es compartir con quien, por el motivo que sea, casi no existe. Y esto es lo importante. Darse cuenta de que existe. Tenerlo en cuenta. Contar con él. Lo de compartir, es consecuencia, viene después.
Y ésta, creo yo, es la fibra sensible y dolorosa para tantas y tantas personas que están, pero es como si no estuvieran. Que sufren el desprecio, el ninguneo, el olvido constante, y generalmente involuntario, de muchos de los que les rodean en el entorno familiar, laboral, social… Nadie tiene la culpa, pero se quedarán sin su décimo, sin un décimo premiado.
Por eso, estos dos anuncios, me sorprendieron, me conmovieron y me gustaron. Porque nos recuerdan a todos que es bueno mirar alrededor, caer en la cuenta de que están los otros, y salir de vez en cuando, aunque sea un poquito, de mi yo, quizá arropado por un entorno confortable donde sí existo, arropado por unas personas para las que sí existo.
Sé, porque lo veo, que hay demasiada gente esperando que alguien caiga en la cuenta de que están ahí, tan solo de que están ahí. Con eso sería suficiente. No haría falta compartir nada.
No, no son estos anuncios ñoños, ni mucho menos. Meten el dedo en una de las llagas más dolorosas y más extendidas en nuestra sociedad, la del olvido en vida, la de la soledad no deseada.
Y acaban bien. ¡Qué bonito! Es Navidad y acaban bien.

NOTA: Si queréis verlos completos, a continuación tenéis los enlaces.

lunes, 21 de diciembre de 2015

¡Bienvenido sea el invierno! Pero, ¡que sea invierno!

Pasada ya la fea campaña electoral, y abocados al caos que se nos avecina, hagamos un paréntesis para recibir al invierno que entrará de aquí un rato, cuando falten doce minutos para las seis de mañana martes.
 Y pensemos que, después de todo, hagamos lo que hagamos, la tierra seguirá dando vueltas alrededor del sol y seguirán las estaciones sucediéndose durante mucho tiempo…
Ahí van unas fotos de nieve y hielo para recibirlo. Están hechas aquí, en Valencia, cerca del pueblo, porque en algún tiempo, en estas fechas, por estas tierras, hacía frío.

Escarcha en las hierbas del río, aquí cerca.
Barro helado en un charco de la Marjana, entre Gestalgar y Siete Aguas.
Bonito diseño natural en el barro helado, en una rambla de Tuéjar.
Curiosa formación de hielo en una laguna estacional de Alcublas.
Paraje nevado en Canales, cerca de Sacañet.
La sierra de Chiva, nevada, desde campos de naranjos de la Pobla de Vallbona.
Olivar nevado, en Alcublas.
Este olivo nevado, en medio de la bruma, me parece precioso. Estaba en Alcublas. Se quemó con el incendio.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Carta abierta al futuro presidente del Gobierno.



           Sr. Presidente:

Vaya usted a ser quien vaya a ser, y del partido que sea; vaya a gozar de mayoría absoluta o tenga que pactar; hayan realizado usted y los suyos una campaña más o menos limpia, más o menos serena, será usted pronto, el presidente del Gobierno de España.
Le doy anticipadamente la enhorabuena, le presento mis respetos, y le expongo a continuación diez cuestiones que, a lo largo de su gestión, me gustaría tuviera en cuenta.

Trabaje por la justicia social. El trabajo, la sanidad y la educación para todos. Pero hágalo no desde planteamientos ideológicos sectarios, sino desde una gestión seria y prudente.
Dedique el tiempo y el esfuerzo que hagan falta a alcanzar con todas las fuerzas políticas un pacto por la educación. Necesitamos un sistema educativo coherente y estable, y que dure años y años.
Cierre definitivamente la herida de la Guerra Civil. No utilice viejos rencores para obtener apoyos. No permita que sigan inyectando en la juventud el revanchismo que más de uno aún conserva. 
Dignifique el parlamento. Trabaje porque las sesiones parlamentarias sean constructivo diálogo y no enfrentamientos dialécticos estériles. Respete a la oposición, escúchela. No se oponga a ella por sistema.
En la próxima campaña electoral, exponga lo que ha hecho y lo que quiere seguir haciendo, y deje a los demás en paz. Aunque los demás no le dejen en paz a usted.
Vigile muy atentamente a su gobierno, a su partido, y si detecta posible corrupción, identifíquela, reconózcala públicamente y ponga a los responsables en manos de la justicia. Pero no utilice la corrupción de las personas como arma contra los partidos a los que pertenecían. No es justo.
Nadie tiene la verdad absoluta. Usted tiene la autoridad, pero no la verdad. La verdad la compartimos todos. Respete a quienes no son de su cuerda, a los que no piensan ni viven como usted.
Sea prudente y realista en su gestión, de un modo muy especial con la gestión económica. No se meta en aventuras sin futuro. Aúne en usted y en su gobierno la ilusión por cambiar el mundo de la juventud, con la experiencia de los veteranos, con la sabiduría de los ancianos.
Deje atrás de una vez por todas los conceptos derecha e izquierda para explicar la realidad. Hoy en día es todo mucho más complejo. Esas palabras, hoy, no tienen contenido. Seguir con esa cantinela es una forma burda y simplona de entender el  mundo.
10ª Respete la Constitución, y si quiere cambiarla, hágalo dentro de ella misma. Utilice los mecanismos que tiene para ello. No la rompa. Transfórmela, mejórela, adáptela, pero no la rompa.

            Tenga usted, y tengamos nosotros, una legislatura constructiva y serena que nos permita progresar en paz. Tenga usted una legislatura que me quite las ganas que ahora tengo de largarme de esta España a la que tanto quiero, incapaz de enfrentarse a su propia historia, incapaz de mirar definitivamente al futuro con ilusión.
             Tiene usted cuatro años para quitarme esas ganas. Sea usted quien vaya a ser.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Me duele en carne propia.


No quería yo enterarme de la campaña electoral ni escribir nada excepto el decálogo en el que me baso para votar, pero dadas las circunstancias he tenido que escribir, pues aunque he tratado de estar desconectado del asunto, las barbaridades de las que inevitablemente, y muy a mi pesar, me he enterado, me han forzado a ello.
Y escribo hoy a raíz de los acontecimientos de Pontevedra, de ayer, que no quiero ni mentar, consecuencia lógica de la dinámica perversa en la que demasiados irresponsables están sumiendo al país. Son acontecimientos graves que nos arrastran en una dirección peligrosa. Sí, es peligroso, vergonzoso, patético, irritante lo que está sucediendo.
Hay que decirlo alto y claro. Esto no es la democracia y esto no está siendo una campaña electoral. La democracia es el gobierno de la mayoría que respeta a las minorías y trata de integrarlas. Y aquí, a la vista está, nadie respeta a nadie. Y una campaña electoral es la presentación clara y sencilla de lo que cada partido hará si gobierna, dejando a los otros partidos en paz, por respeto al diferente, por sentido común. Y esta campaña no es más que una carrera sucia y desagradable hasta la náusea, llena de insultos, mentiras, manipulaciones e incoherencias.
Porque esperaba esto, pero no tanto, no he querido saber nada de la campaña. Porque no me aporta nada y encima me cabrea. Porque no me creo nada, y encima me da vergüenza. Porque rompe el alma misma de la democracia y eso me da mucho miedo. Porque arrasa cualquier esperanza en un futuro de concordia y progreso, y eso me da también mucho miedo, y además una inmensa pena.
Para votar, y pese a todo voy a hacerlo, sólo necesito atenerme al decálogo que en este mismo blog publiqué recientemente, el 4 de diciembre. Y punto. Me sobra toda la basura que exhiben nuestros políticos, unos más y otros menos, (no todos son iguales, como dice demasiada gente) y todo el circo que los medios de comunicación, vergonzosamente vendidos a unos u otros, están montando.
Nada queda de la ilusión de cuando voté sí a la Constitución; de cuando voté a Suárez, aquel gran hombre; de cuando legalizaron el Partido Comunista y la Gran Vía se llenó de banderas rojas y coches tocando el claxon; de cuando al día siguiente de ver en esa misma Gran Vía los carros de combate entrar en mi ciudad, salí a la calle en apoyo de la democracia; de cuando voté a un Felipe González joven que ilusionó a muchos, y a mí entre ellos, con su proyecto.
Nada queda. Sólo un deseo intenso de poner tierra por medio, de largarme de este país tan hermoso, al que tanto quiero, donde tanta buena gente vive, pero al que veo cada vez más incierto, más manipulable y manipulado, más inculto, más roto, más sucio...,más inhabitable.
Y me bebo cada día el cáliz amargo de la impotencia, de saber que nada puedo hacer, de no poder hacer nada. ¡Ay, cómo me duele España, don Miguel! Y cómo me duele también ese puñetazo a Mariano Rajoy. Lo siento en carne propia, como lo sentiría si se lo hubieran dado a Pedro Sánchez, o a Albert Rivera, o a Pablo Iglesias, o a Alberto Garzón…Me duele de verdad.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Ahí va una frasecita interesante y oportuna.


Albert Jacquard dice:

Las democracias deben encontrar los medios que permitan nombrar jefe a quien no desea ni busca serlo.
            
            ¿Quién fue Albert Jacquard?
Un prestigioso y popular profesor universitario y científico francés, de vida inquieta e intensa, comprometido siempre con los olvidados del sistema, los más desfavorecidos. Ocupó altos cargos nacionales e internacionales y lideró diversos movimientos sociales. Murió en septiembre de 2013, a los 87 años.
De él dijo François Hollande: “humanista comprometido que militó incansablemente por los derechos de los más pobres, por su vivienda y su dignidad. Los franceses pierden un sabio, y los más desfavorecidos un ilustre portavoz”.
¿Qué os parece esta frasecita suya en plena campaña electoral?
Sin comentarios.

martes, 15 de diciembre de 2015

Carta abierta a Pedro Sánchez.


¡Qué vergüenza! Pero, ¡qué vergüenza! Menos mal que no vi el debate entre usted y el presidente del Gobierno. Me lo han contado y he leído algún titular. No más. No hace falta.
Sr. Sánchez, le acogí con ilusión, luego se me fue desdibujando gracias a sus tonterías: ocurrencias extravagantes, demasiadas frases tan huecas como manidas, prejuicios excesivos… Más de lo mismo, pensé. Pero lo de ayer ya ha sido el colmo. No se puede caer más bajo, no se puede. ¿Qué ha hecho?
Es que es muy elemental. Un líder de la oposición no puede insultar en público al presidente del Gobierno, por mal que, en su opinión, lo haya hecho. Ni al presidente del Gobierno ni a nadie. No puede. Como tampoco puede un presidente del Gobierno insultar a nadie, ni para defenderse de un agravio. Eso es romper los límites de lo asumible por una sociedad democrática.
Sr. Sánchez, si se demuestra que alguien, sea quien sea, está implicado en un delito, se le juzga y se le sanciona debidamente. Pero no se le insulta. Si el “delito” de ese alguien es pensar diferente a usted, por supuesto que tampoco se le insulta. El insulto Sr. Sánchez, la ofensa personal, en cualquier caso está fuera de lugar.
Se tiró al abismo y arrastró al Sr. Rajoy con usted. Cierto que el Sr. Rajoy no debía haberle devuelto insulto alguno. Hubiera quedado como un caballero. Como lo que usted dejó bien claro que no es, y él, al devolverle el insulto, tampoco.
Su empecinamiento en utilizar la corrupción como argumento para recabar votos, hasta llegar al insulto, como si en su partido no hubiera habido nunca corrupción, sólo demuestra que no tiene alternativas creíbles que presentar a los ciudadanos, no tiene un programa sólido y claro que identifique a su partido de un modo genuino, diferenciándolo de otras opciones políticas. Ése es el problema. Y usted lo sabe.
Pero ese no es un problema del socialismo, ése es un problema suyo y de los ideólogos de su partido que, sinceramente, no sé a qué juegan. Yo ya no puedo identificar al socialismo con usted y no sé si con su partido. A un partido socialista con identidad, serio y cabal, no le hace falta ni insultar, ni seguir utilizando esa demagogia caduca de las derechas y las izquierdas para ganar unas elecciones. Y estoy seguro, Sr. Sánchez que en su partido hay gente así, seria, cabal, que sabe lo que es y lo que puede ser el socialismo en el mundo de hoy. Personas que estarán avergonzadas de su actuación de ayer, aunque por lealtad, no a usted, a un gran ideal, le votarán el domingo. No, usted para mí, y sé que para muchos, ya no representa al socialismo.
¡Qué bonito, qué esperanzador hubiera sido escucharles exponer sus ideas, argumentarlas!¡Que bonito hubiera sido verles escucharse el uno al otro, respetarse!¡Qué bonito hubiera sido que hoy se dijera, la verdad es que estuvieron muy bien los dos!¡Qué bonito hubiera sido ver un noble enfrentamiento dialéctico entre dos caballeros!
Lo lamento mucho. Lo lamento por nuestro país, por nuestra democracia. Lo lamento de verdad. Y visto lo visto, tengo mucho miedo a lo que pase el domingo.

lunes, 14 de diciembre de 2015

El pacto de París.


Hechos preocupantes, cada vez más preocupantes, movimientos sociales en defensa del planeta, el protocolo de Kyoto, siguen los movimientos sociales, una encíclica del Papa que exige acciones inmediatas, el pacto de París…
El pacto de París que pone el dedo en la llaga: el dinero. Es un problema de supervivencia de todos, cuya solución pasa por reestructurar la economía mundial. No hay otra, todo lo demás es paja.
Y a la sombra de esa reestructuración, el ciudadano de a pie, que vive como puede y le dejan los que mandan, aportará su granito de arena.
¡Qué empiecen a mover engranajes los poderosos, pero ya! Porque de lo contrario, el esfuerzo de la gran mayoría será en balde. Y además esa gran mayoría será la primera víctima. Ya lo está siendo.
¡Ánimo pues señores poderosos, que si ganan un poquito menos no pasa nada!

domingo, 13 de diciembre de 2015

Perlas de agua.

          En las mañanas húmedas, es fácil ver las telarañas que abundan en el monte bajo, convertidas en un precioso conjunto de perlas de agua. Esos pocos minutos que hay entre que empieza a darles el sol, y desaparecen, es el momento ideal para contemplar este sencillo, humilde, pero bonito regalo que nos ofrece la naturaleza.



sábado, 12 de diciembre de 2015

Gracias, tío Benito.


Estoy seguro de que el tío Benito no sólo lo entenderá, sino que además le parecerá genial que haya escrito estas líneas unos días después de que nos dejara para irse a la casa del Padre. Hubiera querido escribirlas en el momento en que me enteré, pero estaba de convivencias con primero y luego con  segundo de Secundaria. Sí, ¡Claro que le parecerá bien! “Estava amb els xiquets.”
Cuando hace ya 33 años vine al pueblo, fue el tío Benito una de las primeras personas que destacaron con nombre propio entre las muchas que poco a poco se fueron perfilando y enlazándose de una u otra forma a la andadura de mi vida.
Me llamó la atención su gran capacidad de trabajo, su constante disponibilidad, su humildad. Ese estar siempre al servicio de la parroquia de un modo tan eficaz como discreto.
Lo recuerdo en las misas del Junior, los domingos, organizando, poniendo orden. Lo veo en la procesión del Cristo, de aquí para allá, para que todo transcurriera bien, sin cortes, sin parones. Sé de su entrega a la reconstrucción del teatro Cervantes, a la creación del campamento de Siete Aguas y a su mantenimiento…
Su vida ha sido, de verdad, una vida de entrega desde la discreción y el silencio, era hombre de pocas palabras y mucho trabajo. Serio pero con esa sonrisa suya, cuando había que sonreir, que tanto me gustaba. El tío Benito me daba seguridad, me inspiraba confianza.
Entregado en cuerpo y alma a su parroquia, a su comunidad parroquial, le tocó también sufrir el “destierro”, tuvo que cruzar un desierto para llegar a la Tierra Prometida desde donde ahora ya goza de la plenitud, de la vida para siempre. Una vida que, ya aquí, entre nosotros, tuvo pleno sentido y anunciaba en su entrega a los demás esa otra vida que ya no tiene límites.
Hará un par de años, tuvimos Isabel y yo un privilegio que lamentamos no poder retener en una fotografía. Lo pensamos tarde y, en cualquier caso, quizá hubiera sido irrespetuoso. Era primavera avanzada, hacía ya calorcillo, y pasamos con el coche por la plaza. Serían las cuatro de la tarde y no había nadie, excepto el tío Benito, sentado en los escalones de la iglesia, pegadito a la pared. Parecía ausente, como si no mirara afuera, sino adentro, muy adentro. No nos vio. A nosotros se nos quedó la imagen que conservo absolutamente nítida en la memoria. Y ese recuerdo es un privilegio. Significaba tanto aquella escena. Era tan…tan hermosa. Tan llena de sentido.
Esa es la imagen con la que quiero recordar al tío Benito. Sentado junto a su querida parroquia, esperando en paz ese último paso de su vida entre nosotros, que le ha abierto ya las puertas al abrazo del Padre.
En el nombre de mucha gente y en el nuestro, ¡gracias tío Benito!

martes, 8 de diciembre de 2015

"¡Y yo pa que quiero saver istoria!"

Momento en el que el rey Juan Carlos I firma la Constitución. Era el 27 de diciembre de 1978.
Le dijo el dulcísimo alumnuelo a su amantísimo profesor, “¡y yo pa que quiero saber istoria si no me sirbe pa na!”. Mirolo el profe, ya anciano, y tras una honda respiración, para coger fuerzas, le respondió, siéntate y te contaré unos pocos cuentecitos.
Sentose el alumnuelo y díjole el “profe” que, hace muchos años, hubo un reino que fue capaz de ganar una guerra contra un enemigo muy poderoso, a la vez que consiguió crear, en Cádiz,  unas reglas de juego, la constitución de 1812, para crear un reino nuevo y en paz. El rey Fernando VII, que podíamos decir que estaba “secuestrado”, juró acatar aquella constitución llamada por el pueblo “la Pepa” y, cuando acabó la guerra y regresó, fue recibido con todos los honores. Pero cuando se instaló en el trono, se desdijo de su juramento y persiguió con saña a aquellos que habían elaborado aquellas reglas y a los que las defendían. Él sabrá por qué, se creía por encima de la ley.
Tiempos difíciles sucedieron a aquellos, en los que unos se empeñaban en buscar acuerdos y otros en romperlos, hasta que un día de verano del año 1936, otros señor, en esta caso un militar, Francisco Franco, rompió también otra constitución, la de 1931, y en este caso estalló una guerra terrible, una guerra civil, que causo un millón de muertos, y un dolor tan grande y tan hondo que aún hoy perdura. Sí, él sabrá por qué, se creía también por encima de la ley.
Ahora, mi amantísimo alumnuelo, tenemos otras reglas del juego que mucho costó de elaborar, y que nos han permitido un largo período de paz y progreso en el que has nacido tú. Es la constitución de 1978, cuyo 36 aniversario celebramos el domingo. Pero piensa un poco, ¡oh dulcísimo alumnuelo!, y si eres capaz de fijarte en algo más que en tu ombligo, verás cómo hay gente ahora que también quiere romper esta constitución, pasando, una vez más, de lo que entre todos hemos acordado. Toman decisiones contrarias a ella o al margen de ella. Y eso no se debe hacer. La historia nos lo dice a gritos. Podemos cambiar la constitución, pero no romperla. ¿Entiendes? Nunca nos ha ido bien cuando la hemos roto. Y eso nos lo cuenta la historia.
¿Sabes una cosa Manolín? Sí, es importante la historia. Sí, es necesario saber historia, porque si no sabemos historia, la repetiremos. Y más te digo, saber historia en serio, porque hay quien la manipula, la cambia en su propio beneficio. Hay quien, él sabrá por qué, se cree por encima de la historia, por encima de la ley. Él sabrá por qué.
¡Ay Manolín! Qué peligroso es ese “¡y yo pa que quiero saber istoria si no me sirbe pa na!”.
¡Ay Manolín! Qué peligroso es creer que el saber estas cosas no te sirve de nada y luego, cuando cumplas los 18, creyendo que lo sabes todo, votar.
Y ahora, amantísimo alumnuelo Manolín, anda y vete a darle “patás” a la bola, que es lo que mejor “te se” da.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Los "palos" de Javier d´Ambrosio, en Valencia.

Hoy hemos ido a visitar, a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, los “palos” o tótems, según él mismo los llama, de Javier.
Vino a casa a cenar un jueves, de mano de nuestro amigo José Ángel, y repitió, despidiéndose, antes de volverse a Nueva York, cocinándonos unos espaguetis en salsa marina, realmente exquisitos. Lo de la salsa marina se lo he puesto yo, pues el nombre con la que llamó a la citada salsa no lo recuerdo.
Pues bien, como ya he dicho, hemos ido a ver sus “palos” y quedaban, en aquel entorno, realmente muy bonitos.
Hoy, además, el cielo estaba de un gris blanquecino que acompañaba a los tonos claros de los monumentales edificios y, en medio de tanta blancor, destacaba los colores de Javier de un modo extraordinario, permitiendo hacer fotografías muy interesantes. La verdad es que me he vuelto majara haciendo fotos.
           Los “palos” estarán hasta mayo. Si vais a verlos, no olvidéis la cámara. Y no tardéis mucho, pues según él mismo me dijo, el vandalismo se encarga de deteriorar su obra en casi todas partes. ¡Ojalá aquí no sucediera! Sería bonito.