FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 31 de diciembre de 2017

Feliz año 2018.


No son un montón de montañas, son los Pirineos y si os fijáis un poco, quienes los conozcáis, podéis identificar perfectamente el valle de Pineta y el macizo de Monte Perdido, a la derecha del ala, a lo lejos. Muy individualizado el macizo de Cotiella, al centro, con la Punta Llerga arriba, en la entrada del valle de Gistaín. También se ve muy clara la sierra Ferrera, en forma de culebra, a la izquierda, con la Peña Montañesa al final… Y más, mucho más. ¿No son preciosos? Pues con esta foto, hecha ayer mismo, os deseamos Isabel y yo un 
¡¡¡muy feliz año 2018 d.C.!!!

domingo, 24 de diciembre de 2017

sábado, 23 de diciembre de 2017

Nos han quitado la inocencia de creer que...


Lo he conseguido. Casi cincuenta días, desde el 5 de noviembre hasta anteayer, 21 de diciembre, sin escribir nada sobre el problema catalán. Y no es que no nos han dado mil ocasiones para sentarse ante el ordenador y ponerlos, cuanto menos, verdes, desde el respeto, pero verdes, pues en su delirio siguen adelante arrasando con todo y con todos. Y ahora con más fuerza si cabe.
A mí, como a mucha gente, me están haciendo pensar sobre demasiadas cuestiones. Porque independientemente de cómo acabe todo esto, la violación sistemática y planificada de los principios éticos que deben regir una sociedad civilizada causa necesariamente un daño, tanto en el ámbito personal como social, incalculable.
Sí, es mucho el daño que están haciendo, pero entre otros, están también dañando en lo más hondo el tejido social de nuestro país que tanto costó reconstruir después de una guerra y una dictadura. Y están dañando a muchas personas que, como yo, han perdido la inocencia de creer que en el siglo XXI, y con una historia tan dolorosa como la nuestra, podíamos mirar por fin el futuro juntos y en paz. La inocencia de suponer que ya nadie se va a atrever a ponerse por encima de la ley. La inocencia de pensar que hablando se entiende la gente. Y es triste que esta inocencia me la hayan arrebatado brutalmente, machaconamente, a mis 62 años.
Dormí mal la noche del 21. Y en esa duermevela desagradable de una mala noche no podía evitar acordarme de la ilusión, de la alegría que sentíamos cuando éramos jóvenes al saber que estábamos construyendo entre todos una España nueva donde nadie se sintiera nunca más excluido.
Y recordaba cómo salí a la calle tras el 23F. Y contra ETA, tantas veces. Me sentía defendiendo, junto a millones de personas, la ley, la democracia, el estado de derecho, un estado de derecho en el que yo no había nacido, pero a cuya sombra me sentía cobijado y libre.
Y me revolvía incómodo, sin encontrar la postura que me llevara al sueño, pensando que de este nuevo golpe no va a ser tan fácil salir. Por dos motivos. Uno, porque las armas que utilizan son más sofisticadas, más complejas que un fusil o un carro de combate. Y otra, porque la mitad de la sociedad catalana ha perdido del todo el sentido de la realidad.
Me dormí por fin hacia las seis de la mañana. El 22, al menos pude hacer la siesta.

jueves, 21 de diciembre de 2017

La noche más larga.


Esta es la noche más larga del año; el solsticio de invierno. Y en una noche también muy larga entra hoy la historia de España. Nuestra democracia y la Unión Europea sufren un duro revés. Es el triunfo de la sinrazón, de la inmoralidad más absoluta. El fin justifica los medios. Ya no hay ley. La emoción triunfa sobre la razón.
¡Qué indignación!¡Qué pena!¡Qué rabia!¡Qué miedo! Sobre todo, ¡qué miedo! Abren la Caja de Pandora en aras de qué, del fruto más vil y triste del romanticismo, los estúpidos nacionalismos radicales y excluyentes.
Y el caso es que lo temía. En este país sigue vagando errante la sombra de Caín. Esa sombra que impide a muchos abrirse al futuro y los mantiene amarrados a tristes rencores, a viejas humillaciones, a sucias batallas. No hay futuro. Frenazo y marcha atrás.
Lo siento, pero estoy "calentito". Esta noche me costará dormir porque una vez más me duele España. Don Miguel, como a usted le dolía, me duele tanto España…

Feliz invierno.


miércoles, 20 de diciembre de 2017

Diez días de silencio.


Diez días de silencio bloguero. Hoy, un buen amigo me ha preguntado si pasaba algo. No, no pasa nada y pasa mucho. He enmudecido por varias cuestiones, ninguna grave, todas importantes.
Pero de entre todas quiero hacer mención especial de una de ellas que es la que me llevó a tomar la decisión de “descansar del blog”. Empezaba a resultarme “importante” el número de visitas que recibía. Y eso no me gustó. Temía que empezara a preocuparme el agradar, y eso me quitaría libertad y ahogaría la creatividad.
Escribo porque me gusta, porque me sirve para aclararme las ideas, porque me complace compartir experiencias y pensamientos, porque me desahoga, porque creo que lo que escribo puede serle útil a alguien. Lo demás está de sobra.
No puedo negar que agradezco los comentarios vía internet o personales que recibo, y que he echado de menos la ausencia de ellos en algunos casos muy concretos. Pero no puede ser la guía y el objetivo del blog la búsqueda de estas recompensas. Sería traicionarme a mí mismo.
Sí, debo romper el silencio. Mañana entra el invierno y quiero recibirlo. Mañana nos jugamos el futuro en Cataluña y quiero hablar de ello. Durante estos días han pasado cosas que me ha costado no comentar; las comentaré. Y se acerca la Navidad. Debo romper el silencio.
Ya lo he roto.

domingo, 10 de diciembre de 2017

¡Que viene Ana!

Aquí tenéis una foto de Ana hecha hoy. ¿Veis la manchita azul clarito por aquí? Significa poca o ninguna lluvia.
Ya está aquí. Ana está entrando en estos momentos y va a traernos lluvia, mucha lluvia y muchísimo viento. La primera borrasca a la que AEMET bautiza dada sus características: lluvias torrenciales y vientos huracanados. O sea, un huracán como los del otro lado del Atlántico pero en chiquitín, un huracanito.
¿Será el cambio climático? No lo sé, pero lo que sí sé es que aquí, en estas tierras nuestras Ana no dejará demasiada lluvia, si es que deja, pero sí un monumental temporal de vientos secos, entre norte y oeste, que con alguna tregua puede durar toda la semana.
¡Precioso! ¿Verdad? Justo lo que nos hace falta. Que siga sin llover y además que se seque todo bien seco. ¡Genial!

lunes, 4 de diciembre de 2017

La segunda juventud.

Como si fueran  niños.

Me ha pillado la hora de comer en un pueblo perdido en esas montañas increíbles y poco conocidas entre las que discurre el Júcar cuando se acerca al mar. Buena comida, mejor atención y un calorcillo que he agradecido.
Sentado de espaldas a la tele, como suelo hacer, he encontrado pronto cómo amenizar la comida, ya que iba solo. Justamente, a mi lado, seis jubilados hablaban con voz potente de sus aventuras con las bicis, y he puesto la antena; aunque no hacía falta, pues se les oía en todo el comedor.
Simpaticones. Los 65 los pasaban todos, y alguno ampliamente. Eran de la Ribera, pues su forma de hablar el valenciano y el castellano lo dejaba muy claro. Esas os y es abiertas hasta el límite de lo posible y esa especie de música de fondo que tienen cuando hablan, me resultaba muy agradable. Era el valenciano del pueblo, sin afectaciones academicistas y con un permanente aderezo de castellano, sin vergüenza, sin complejos. ¡Hermosa fusión de dos lenguas!
He de reconocer que me sorprendía los sitios por lo que se meten; reconocí alguno de los que hablaban. Y esto, unido a su constante y entusiasta puesta en común de aventuras pasadas y proyectos futuros, siempre con la bici por el medio, me hizo ver en ellos una segunda juventud. Y la disfrutaban a tope.
Disfrute que creo llegó al éxtasis cuando les sacaron una enorme paella con un gazpacho manchego; ¡qué pinta tenía!… Había que ver sus caras. El buen guisado de carne que me estaba comiendo palideció ante el espectáculo.  Además de aperitivo se habían metido entre pecho y espalda unas impresionantes lonchas de jamón de jabalí.
-Llegaremos al coche de noche aunque vayamos por el camino corto, decían. -Y cuando se vaya el sol…, y se reían. De verdad que eran la imagen misma de la felicidad mientras comían con auténtica fruición.
Los dejé con el “cremaet”. Y pensé, yo he comido bien pero voy en moto, sin embargo ellos, después de una comida así, coger la bici… ¡Juventud! Cosas de la juventud más allá de los 65.
La verdad es que me amenizaron la comida, y deseé que les durara mucho todavía ese vigor, ese entusiasmo, esa capacidad de “sufrir” y de comer muy, muy bien, para volver a “sufrir”. Y acabar siempre tan contentos.
Y los imaginé llegando al coche, que no sé dónde diablos lo tendrían, de noche, cansados, helados, pero satisfechos, diciendo, -¡che, ha sigut bonica la ruta! ¿Quan tornem a quedar?

domingo, 3 de diciembre de 2017

Amanecer de luna.

Me he ido un ratito a las afueras del pueblo a ver la salida de la luna, la hermosa luna de hoy. Hacía frío, había silencio, un silencio roto por el rumor lejano de la vida que bulle un poco más abajo. No he visto a nadie.

Aquí están las fotos.













viernes, 1 de diciembre de 2017

Carta abierta al alcalde de Jerez, el de la "Niña Jesús".


Es muy difícil ser más simple y más inculto, señor alcalde. Es difícil superar la estupidez que supone poner en su belén una "niña Jesús" para luchar contra los estereotipos y acabar con los micromachismos y el heropatriarcado, dicen ustedes. ¿Sabe  con estas gilipolleces el daño que hacen a la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres? ¿Sabe usted que las mujeres, su dignidad y sus derechos, son algo mucho más serio que la pantomima ridícula que va montar esta Navidad? ¿Sabe usted que los argumentos que su teniente alcalde ha dado para defender la ocurrencia son de un nivel cultural rayano con el analfabetismo?
Mire usted, señor alcalde. El hecho de que Jesús fuera hombre no es ni machista ni feminista, es un hecho histórico y punto. Y lo de que no sabemos qué era porque llevaba pañal y no se veía lo que había debajo, una de las sandeces más grandes que he oído en mi vida. Porque resulta que el Jesús del belén, es el Jesús de la cruz, y ahí sí se vio muy claro qué había debajo, ya que los crucificaban desnudos, y no creo que hubiera habido por medio un cambio de sexo.
Señor alcalde, la cultura religiosa, que también es cultura, de usted y gran parte de su corporación, es inexistente, por eso son ustedes tan atrevidos. El atrevimiento de la ignorancia. Y lo honesto, cuando uno no sabe de qué habla, es callarse y quedarse quietecito.
Si quiere luchar por la igualdad de la mujer también en el ámbito religioso, infórmese primero. Si lo hubiera hecho se hubiera dado cuenta de que la mujer, en el Evangelio, no está al mismo nivel del hombre, está, si cabe, por encima. Es a una mujer, María, a la que Dios le “pide permiso” para enviar, a través de ella, a su hijo al mundo, y ella, desde su libertad le dice “hágase en mí según tu palabra”. Es una mujer la puerta de la salvación.
Después Jesús, en su vida pública, escandalizó a la sociedad judía, fuertemente machista, andando los caminos acompañado también por mujeres, cosa inaudita. Jesús, varón judío, tuvo grandes amigas, entre ellas María Magdalena. Esto también era inaudito. Al pie de la cruz había mujeres, los hombres huyeron casi todos. Los primeros testigos de la resurrección fueron mujeres, no hombres. Y hay más, mucho más.
Y todo esto está escrito en una sociedad tremendamente machista, donde la mujer pintaba poco o nada. Figúrese, señor alcalde, la importancia que tuvo la mujer en la vida de Jesús y en el origen mismo de la fe cristiana. Su corporación municipal, desde luego, no hubiera respetado una realidad que estuviera en contra de sus planteamientos. A la vista está. La iglesia sí lo hizo, y durante 2000 años. Y que a lo largo de la historia, por la presión de la cultura en la que ha vivido, haya distorsionado demasiadas veces esa presencia de la mujer, no desluce en absoluto la grandeza que supone haber sido capaz de traer hasta hoy la integridad de ese Evangelio que no es ni machista ni feminista; y que puestos a ser algo, según los parámetros actuales, sería feminista.
Pero Jesús fue un hombre. Jesús de Nazaret fue un hombre. Jesús, el Cristo, fue un hombre. Y no me hable de Dios, que no es lo mismo. De Dios lo único que sabemos es lo que Jesús nos dijo, y nos dijo que era amor. Lo demás son conjeturas metafísicas, devaneos teológicos o películas de marcianos. Hablar del sexo de Dios es una necedad sin pies ni cabeza, sin sentido.
Señor alcalde, qué ridículo más grande. Yo en vez de poner en el portal semejante imbecilidad, pondría una botella del buen vino que tienen en su tierra, y haría una Navidad enológica y sobre todo laica, que debe ser, en el fondo, lo que ustedes quieren.
Sería más honesto. Más serio. Daría menos risa. Y respetaría más a las mujeres. Porque lo suyo es una estúpida falta de respeto no a la Iglesia, a la mujer y sus derechos.
¡Ah! Y otra cosita. Que gente capaz de aprobar en un pleno municipal semejante estupidez haya obtenidos votos como para estar ahí, sinceramente, me produce honda inquietud.