Es el Belén que ponemos en casa, pintado hace muchos años, por mi madre. |
En la
Navidad de 1223, hace 800 años, en un pueblecito del Lacio llamado Greccio, san
Francisco de Asís hizo el primer Belén de la historia. Fue un Belén viviente,
en el que los personajes fueron gente sencilla del pueblo, como gente sencilla
fue la que vivió el nacimiento de Jesús, hace ahora unos 2023 años.
El
paso del tiempo, que trasforma los hechos en tradiciones que en demasiadas
ocasiones olvidan e incluso traicionan los hechos que las originaron, no ha podido quitarle a la
tradición del Belén el sentido profundo que tiene.
El
Verbo se hizo carne, y acampó entre nosotros, dice Juan. Se hizo un bebé, con
todo lo que eso significa de debilidad, y vulnerabilidad absolutas. Sencillez y
humildad extremas.
Y fue
así, en un portal, en una cueva, porque no había sitio para ellos en la posada.
Porque no había sitio para ellos. Quedémonos con esta frase. Es el regalo de
san Francisco que nos ha venido haciendo durante 800 años. Recordarnos que no
hubo sitio para ellos, como no hacemos sitio para tantos…
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