¿Por
qué será que cuando oigo a Trump y a sus seguidores me viene a la cabeza un
personaje histórico cuyo nombre da escalofríos? ¿Por qué será que cuando veo a
los americanos de a pie, felices porque ha llegado quien les va a salvar, quien
les va a unir, quien les va a hacer grandes y poderosos, me acuerdo de un
pueblo que sintió lo mismo ante el citado personaje histórico?
Leed
el siguiente texto:
Los
aplausos se convirtieron en vítores y gritos de “Trump, Trump” y “USA, USA”
cuando el presidente electo reiteró sus promesas de campaña: volver a traer
empleos a EE UU, reforzar al Ejército, asegurar la frontera.
Steve
Scouten, un enfermero de Michigan, “republicano y cristiano de toda la vida”,
celebraba sobre todo que Trump vaya a poner fin a la entrada de “ilegales” en
el país. Tras su victoria, “le escribí una carta diciéndole que estaba
dispuesto a ir voluntario a la frontera para construir el muro”, explicó,
porque hay que frenar la entrada de “gente violenta, de yihadistas, y también
de gente muy enferma, tenemos que tratar enfermedades de gente que viene del
sur del país que aquí ya estaban erradicadas”.
Este texto es del periódico El País, del 20 de enero de 2017. Podría ser de cualquier día, de
cualquier mes de los años 30, cambiando solo el lugar en el que se dijeron esas
palabras.
Los
aplausos se convirtieron en vítores y gritos de “Hitler, Hitler” y “Alemania,
Alemania” cuando el Führer reiteró sus promesas de campaña: volver a traer
empleos a Alemania, reforzar al Ejército, asegurar la frontera.
Otto
von Porrhen, un enfermero de Berlín, “obrero y alemán de toda la vida”,
celebraba sobre todo que Hitler vaya a poner en cintura a los judíos. Tras su
victoria, “le escribí una carta diciéndole que estaba dispuesto a ir voluntario
al ejército para construir una nueva Alemania”, explicó, “porque hay que
expulsar a la “gente violenta, a la gente rara, a la gente inferior que nos
traen problemas que aquí ya teníamos superados”.
Está
repitiéndose la historia. Crisis económica previa, atípica forma de llegar al
poder, exaltación patriótica, proteccionismo económico, fortalecimiento del
ejército, enemigo externo del que defenderse, enemigo interno a batir, promesa
de un paraíso para el pueblo, culto al líder…
Y el
mundo, entonces también contuvo el aliento. A ver en qué acaba esto. Hoy
también contiene el aliento. A ver en qué acaba esto. Hace sólo unos minutos
que ya es presidente de los Estados Unidos.
Seguro
que tanto él como muchos de sus seguidores habrán dicho God bless América. Yo
digo, God bless us all. Dios nos salve a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario