FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 20 de agosto de 2016

Feliz cumpleaños, mamá.

Fue un cumpleaños, y también santo, bonito. Estábamos este año en el valle de Tena, en Escarrilla. Ya hace años que podemos disfrutar de este día tan especial, en los Pirineos.
Amaneció limpio y fresco y recibimos la jornada con una sencilla ascensión. Para el desayuno ya estábamos con mi madre, que en la terraza del apartamento gozaba del hermoso día recién estrenado. Después de un tranquilo desayuno, nos dirigimos a la iglesia parroquial de Panticosa, a la misa del día grande, pues allí era la fiesta mayor. Quince de agosto, la Asunción.
Un coro ataviado con el traje típico, que lo hizo muy bien, puso la nota de solemnidad a la celebración, y dos monaguillos, el punto entrañable, colaborando con el cura como podían y escondiéndose detrás del altar cuando se dieron cuenta de que se habían equivocado con la campanita. Al acabar, como homenaje a la mujer, regalaron una rosa blanca a cada una de las asistentes.
Ya fuera del templo, en la plaza, sol, cielo azul profundo, nubes blancas, banderitas, gente yendo y viniendo, charlando, riendo, "de guapo" para la ocasión. Contagioso y sano ambiente de fiesta.
Después fuimos a comer a un asador, junto al río Aguas Limpias. Buena comida en un precioso entorno donde bosque, río, montañas y cielo se conjugan creando un ambiente delicioso.
Y por la tarde, tras un rato de reposo, un paseo por uno de los muchos y preciosos caminos que unen los pueblos del valle, mientras la tormenta parecía que se iba a echar sobre nosotros. La oíamos, la veíamos, la deseábamos… pero se fue a otros valles, a otras montañas.
Y después de la cena, ya en el apartamento, un cielo en el que iban apareciendo las estrellas entre las nubes que se rompían, veló nuestro sueño.
Así celebramos el 89 cumpleaños de mi madre, y su santo también. En los Pirineos que a ella tanto le gustan. En los Pirineos, donde sigue, y seguimos, gozando de su inagotable capacidad de asombro y admiración.
Sí, fue un día muy, muy bonito.

¡Felicidades mamá!

En la terraza del apartamento.
Al salir de misa, con las rosas blancas.
En el asador de la Sarra, junto al río Aguas Limpias.

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