FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 10 de septiembre de 2020

A nuestro amigo Sergio.


En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo”. Mateo 13, 44-45.

             Amigo Sergio:

            Debe ser esto lo que te ha pasado, ¿verdad? Has descubierto el tesoro escondido en el campo. Por eso te bautizaste no hace mucho, tomaste la comunión poco después, y hoy te vas al seminario.

Y lleno de alegría. Que sepas que nosotros, Isabel y yo, como mucha gente, participamos de esa alegría. Y en esa alegría tuya, mezclada con un montón más de sentimientos, y más hoy, está tu primer reto, o mejor, tu gran reto; regalar al mundo esa alegría con la que Dios te ha bendecido. Ayudar a tanta gente a encontrar el tesoro que tú has encontrado.

Mira Sergio, precisamente hoy es el Día Internacional para la Prevención del Suicidio. Lo he visto como una de esas casualidades que van más allá del azar. Hay gente que sufre, mucha, y algunos sufren tanto que prefieren morir a seguir viviendo. Y es que el abismo del sufrimiento y la tristeza es a veces tan hondo, tan negro, tan insoportable… Y va contra la voluntad de Dios.

Porque la voluntad de Dios es la felicidad plena del hombre. Y para eso Jesús muere en la cruz, y por eso resucita. Pero el problema, amigo Sergio, es que demasiada gente se queda en ese terrible e inevitable primer paso, por el que ni el mismo Jesús quería pasar, pero que acaba aceptando. "Padre, si es posible que pase de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya".

Nos hacen falta hombres y mujeres que, cada uno desde su vida, griten a los cuatro vientos que hay un Domingo de Pascua tras el Viernes Santo; por eso es la vida y no la muerte quien tiene la última palabra. Que digan bien alto que Dios nos acepta tal cual somos, que nos quiere a rabiar y que nos perdona. Porque de ese amor y ese perdón nos saldrá la fuerza para ser mejores y pelear por un mundo mejor con la certeza del triunfo final de la Vida, de una vida con mayúscula.

Regala desde el primer momento esa alegría que te desborda, y sigue regalándola a manos llenas todos tus años en este mundo, porque la gente la necesita. Y ese es el reto; que desde tu vocación seas fuente inagotable de alegría y paz para los que te rodean ahora, y para toda esa gente que Dios va a ir poniendo en tus manos a lo largo de tu caminar.

Para esto el secreto sabes cuál es, ¿verdad? Reza, no te olvides nunca de rezar. En silencio o con palabras. Triste o contento. Tranquilo o preocupado. Cansado o bien fresquito. Con dudas o sin ellas. Sintiéndote escuchado o en el más angustioso de los vacíos, cuando desde lo hondo le gritas, pero ¿estás ahí o estoy hablando solo? Reza siempre, aunque en las noches oscuras del alma no sepas por qué ni para qué.

Porque, y tú también lo sabes por experiencia, la fe surge del contacto personal con Jesús resucitado. De creer que vive, no porque nadie te lo haya dicho, sino porque tú, junto a otros muchos, has tenido ese encuentro con Él, encuentro del que te habló la Iglesia, y que compartes y compartirás gozoso en esa misma Iglesia.

En fin Sergio, aún te diría muchas más cosas pero voy a acabar. El haberte conocido desde muy niño ha sido bonito. Tu alegría nos alegra, y tu testimonio nos interpela.

Un abrazo muy fuerte de Isabel y Jesús.

¡Que Dios te bendiga! ¡Y adelante!

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