Comparto
hoy también cinco twits del papa Francisco, escritos el 16 de este mes. Creo
que son mucho más profundos de lo que parece.
No es
la relación del hombre con la naturaleza una preocupación ajena al Papa, y eso,
a mí, me reconforta, porque también es mía esa preocupación, y lo ha sido
siempre. Y muchas veces me decepciona y me desmoraliza la indiferencia que, a
la hora de la verdad, hay en todo lo referente a estas cuestiones, por muy
preocupados por la naturaleza que digan muchos estar; sólo lo dicen, pero es
pura fachada, postureo para estar al día.
En el
primero de ellos habla de las dos actitudes necesarias para reequilibrar
nuestra relación con la naturaleza: contemplar y cuidar. Nadie que carezca de
la capacidad de contemplar puede comprometerse realmente con el cuidado de la
creación.
En el
siguiente, vuelve sobre lo mismo, añadiendo algo muy importante. No existe el
hombre por un lado y la naturaleza por otro. Somos parte de la naturaleza, y lo
que hagamos con ella nos lo hacemos a nosotros mismos. De esto, cada día, hay
evidencias más claras y preocupantes.
En el
tercero se centra sobre el cambio climático, instando a los gobiernos a que se
tomen en serio el asunto. Las consecuencias de este fenómeno son más que
evidentes, y aunque nos afecta a todos, como siempre, los más débiles, van a
ser los más perjudicados.
En
el cuarto habla otra vez de la contemplación y además del silencio. Acercarnos
a la naturaleza desde estas actitudes nos sana. Ir a ella como depredadores,
rompiendo, arrasando, ensuciando, buscando provecho personal, diversión a
cualquier precio, nos enferma porque rompe la relación entre ella y nosotros.
Y en el
último da un paso más allá y nos recuerda que cuando nos encontramos de un modo
respetuoso y sano con la naturaleza, ella, de algún modo, nos lleva a la
comunión con el Creador. Y aun no siendo creyente, su grandeza es capaz de
llevarnos, al menos, a un encuentro con nosotros mismos de consecuencias
impredecibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario