Resulta
insólito en esta España nuestra esto que veis en la foto. En un chalet en medio
del monte, junto a un camino muy transitado por excursionistas y ciclistas,
puedes comprar alguna de estas cosas simplemente cogiéndola y pagándola por bizum
o dejando el dinero en efectivo en el cuenco. Imagino que si quieres más de
algo, o pesar las calabazas, llamarás a los dueños que estarán haciendo sus
cosas en casa, o no estarán. No sé.
Me
encanta, y me hace pensar en qué bonito y diferente sería todo si pudiéramos
hacer cosas así sin miedo al gracioso, al listillo o al “espabilao” de turno.
De momento parece que funciona, porque ya lleva algún tiempo. Empezaron poniendo sólo miel, ahora han ampliado la oferta. ¡Ojalá les vaya bien! Por ellos y por lo que eso significaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario