Andando
por los montes, a veces te encuentras con testimonios de amistad, de
solidaridad, de cariño entre la gente. Y es bonito.
El
otro día, en una ruta de todo el día por la Serranía, llegué a la cima de
una montaña llamada Buena Leche, de 1015 metros, situada cerca del puerto de la
Montalbana, entre Tuéjar y Tituaguas.
Hay
allí una caseta de vigilancia forestal, pues esa montaña tiene un panorama
extensísimo, y cerca de ella, en la ancha cima, vi este pequeño monumento
rodeado de romeros en flor, en memoria de alguien llamado Óscar.
No sé
nada más, pero me pareció bonito y por eso lo comparto. Hay que compartir lo
que está bien, lo que es bueno, porque de lo otro ya tenemos bastante.
Dice
el texto:
Oteando
el horizonte,
sendas,
montañas y
caminos
que mil veces
anduviste
y conservan tu huella.
Recuerdos
imborrables que nos unen.
Los
vigilantes de prevención de incendios,
en
recuerdo de nuestro compañero Óscar.
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