FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 17 de junio de 2017

A la sombra de un castaño...


Andaba yo un día de estos con Roberta (la moto), por esos mundos de Dios, cuando se hizo la hora de comer. Entré en el pueblo más próximo. Un buen plato de arroz al horno y una cervezota con un carajillo para finalizar, y otra vez a los caminos.
Hacía calor, mucho calor, y me dirigí a un rincón umbrío que conozco por aquellos lares para reposar la comida en condiciones. No había nadie, como era de suponer. Cogí una piedra que me pareció adecuada y envuelta en la camisa se convirtió en cómoda almohada, y sobre la hierba, aún verde, junto a la fuente, y a la sombra acogedora de un frondoso castaño, me tumbé cuan largo soy.
Contemplaba sobre mí, la “cúpula verde, toda pintada de cénit azul” como diría, en hermosa metáfora, Juan Ramón Jiménez, mientras escuchaba los pájaros, el viento en las copas de los árboles, arces, castaños, nogales, pinos, y el incesante murmullo de la fuente. Contemplaba, escuchaba, sentía el viento, allí un punto fresco, y me fui adormeciendo, mientras me venían a la mente aquellas palabras de Fray Luis de León, “¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruïdo, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido…,” y llegado al punto en el que dice “Despiértenme las aves con su cantar sabroso no aprendido; no los cuidados graves de que es siempre seguido el que al ajeno arbitrio está atenido”, me dejé caer en lo hondo del sueño, confiado en que las aves me despertaran.
Cuando hora y media después abrí los ojos, dos forestales, o como habría que decir ahora, un forestal y una forestala, me contemplaban desde el camino, a unos cincuenta metros. Es muy posible que me  miraran con una cierta envidia, viéndome en tan plácido lugar entregado al reposo, pero de lo que sí estoy casi seguro es de que no repararon en que no estuve solo, velaron mi sueño Fray Luis de León y Juan Ramón Jiménez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario