Cuando
por aquí abajo el verano ya va enseñando sus colmillos calientes y resecos, en
las tierras altas del interior la primavera está en todo su esplendor. Tan
cerca y tan lejos. ¡Parece mentira lo que hace la altitud!
Esta
semana he podido recorrer algunos parajes del Javalambre, estaban increíbles.
Eran paisajes perfectos de los que costaba irse, aunque sabías que te ibas a
otro igual o más perfecto todavía. Además, tras una semana de tiempo fresco y
tormentas, el vigor de la primavera impresionaba.
También
allí llegará el tórrido verano, y lo agostará casi todo, aunque será más breve que aquí abajo. Pero el martes pasado era el momento de disfrutar del presente. Y es lo que hice. Ahí van algunas
fotos.
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