FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 20 de junio de 2017

Ascensión al Montlude, la montaña que luce.

Es esta una excursión por una zona salvaje y solitaria del valle de Arán. Una excursión sencilla pero en la que hay que tener presente dos cosas. Una es que para llegar al punto de inicio es necesario subir por una pista forestal, normalmente en un estado aceptable, pero cuyo último tramo es muy vertiginoso, y peligroso si tenemos la mala suerte de encontrarnos un coche de frente. Nunca me ha ocurrido. La otra es el tiempo. Hay que asegurarse de que no nos va a pillar la niebla, pues si esto sucede y no llevamos GPS, lo normal es perderse por aquellas soledades.
Hechas estas salvedades que le dan su puntito de emoción a la excursión, en verano no debe haber más problemas. La pista la cogemos en Vilamós, y solo tiene una bifurcación importante en la que hay que tomar la derecha. Tras dejar el coche en una curva (buen sitio para aparcar y dar la vuelta) subimos a un collado próximo. De allí, al pic del Estanh, sin sendero, es fácil. De ésta cimita secundaria bajamos hacia el norte a buscar el bien visible sendero del Montlude que seguimos hasta la impresionante cima. Bajamos luego por la cara norte, fuera de sendero otra vez, hacia el cordal donde están los picos de Barracómica y Guarbes, a los que llegamos también sin dificultad. Para regresar, buscamos de nuevo el sendero del Montlude que nos devolverá sin pérdida al punto de salida.
Con estas indicaciones y el dibujo del itinerario sobre el mapa se puede preparar muy bien la excursión. Si llevamos el track en un GPS, mejor que mejor.
Lagos, cimas próximas y lejanas, pastos inmensos, flores, la profundidad de los valles, los bosques a nuestros pies, y la soledad. Quizá en el Montlude podemos encontrarnos con alguien, en las otras tres está casi garantizado que no habrá nadie. Buitres, águilas, marmotas, sarrios, corzos, vacas, caballos..., eso sí, esta compañía sí la tendremos.
Es una excursión, para tomárnosla con calma, de un día. Se puede hacer en una mañana saliendo muy temprano, pero si no nos espera nadie, o amenaza tormenta, ¿por qué no gozar toda la jornada de aquellas altas y solitarias regiones?

NOTA: Tengo entendido que Montlude significa el monte que luce, porque es el primero que se ve iluminado, desde Viella, cuando amanece. Esto sí lo he visto muchas veces.

Si queréis ver más fotos de las que hay a continuación, pulsad Ascensión al Montlude.
Si queréis el track de la excursión pulsad Ascensión al Montlude.

Salimos antes de amanecer para bajar a mediodía.

El Aneto empieza a teñirse con el sol naciente.

El macizo de la Maladeta entero desde el Tuc der Estanh.

El laguito que da nombre al pico, desde la cima.

Panorama hacia el este. Destaca el Maubermé a la izquierda.

Primer plano de la mole del Maubermé.

Varradós al fondo, con las brumas matutinas.

Cruz en la cima del Montlude.

Descansando en  el vértice geodésico del Montlude.

Descendiendo hacia el laguito. Al fondo, bien visible, la Maladeta.

Al ir perdiendo altura reaparecen los pinos, los resistentes pinos negros.


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