Por este bonito barranco entró el fuego en Segorbe. |
Lo recorría un hermoso camino con buena sombra en muchos tramos. |
Poco a poco quedaba atrás y arriba el pico del Águila, cerca de donde empezó el fuego. |
Las lluvias de este invierno daban al monte un vigor espectacular. |
La laguna Butrera, un rincón tan extraño como hermoso. Uno de mis preferidos. |
Y esta colina cubierta de pinos me encantaba contemplarla. ¡Cuántas horas he estado ante ella leyendo, descansando...! |
Hacia el norte se extendía toda la sierra de Espadán. Todo era verde, siempre verde. |
Muchos verdes se conjugaban jugando con el sol, la luz, el cielo... |
Y los caminos, era un placer recorrer los caminos. |
En este tramo en sombra, en temporada, había siempre muchos espárragos. |
Y en los tramos con sol, siempre había una sombra a mano. |
Bonita cubierta de pinos, pero signo de abandono. Había que haber aclarado hace mucho tiempo. |
Bonita estampa que ya no podre ver más. Ni yo ni nadie. |
Porque todo esto ya es negro y gris. |
Y estos farallones calizos contrastando con el verde de los pinos. Negro y gris. Si queréis ver más fotos de cómo era, pulsad Gátova antes del fuego. |
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