Es el verano la estación del año que menos me gusta. Quizá por nacer y vivir en esta tierra donde a duras penas se puede hacer algo a lo largo del día, como no sea estar en el agua, o encerrado en casa con el aire acondicionado. Eso lo saben muy bien los que tienen que trabajar por aquí estos meses.
Pero
reconozco que es tan necesaria como las otras tres, aunque podría ser menos
excesiva y no tan larga. ¡Qué le vamos a hacer! Será lo que quiera ser, y a
nosotros nos tocará aguantar y punto.
Esta
noche, a las 23,43 horas, es el solsticio de verano. Pues bien, aunque le tengo miedo, voy a
recibirlo con un breve y muy expresivo poema de Manuel Machado, titulado Verano. A ver si es benévolo.
Frutales
cargados.
Dorados
trigales.
Cristales
ahumados.
Quemados
jarales.
Umbría
sequía,
solano…
Paleta
completa:
verano.
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