Remirando
las fotos del viaje que hicimos este pasado verano a Budapest, por eso de las
ganas de viajar y de la nostalgia de un mundo sin “bozales”, me he encontrado
con esta foto que cobra en estos momentos un significado muy especial.
La
hice en una parada de autobuses urbanos, a orillas del Danubio, porque me gustó
mucho; no sé por qué, me resulto muy entrañable. Además, como en el panel donde
estaba el dibujo se aprecia la calle, parece que la ciudad les coja de alguna
forma, o que los despida… No sé. Creo que es una foto abierta, y más en estos
tiempos que corren.
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