Toda
la semana diciendo los partes, mañana llueve y ni una gota. Y es que predecir
el tiempo que va a hacer sigue siendo muy difícil. Ni siquiera con los medios
más sofisticados aciertan muchas veces. Satélites, redes de observatorios,
ordenadores potentísimos, da igual. Toda la semana esperando ver llover y nada
de nada.
Para
mañana es impresionante el caos que hay. Cada modelo dice una cosa. Hay uno que
anuncia una DANA, gota fría, con lluvias generales e intensas. Otro habla de
tormentas por la tarde. Otro dice que suaves lloviznas. Incluso hay uno que
habla de mucha nube y nada más.
¿Qué
será, será…? Pues será lo que quiera ser. Misterio. Y eso me gusta, esa
resistencia de la naturaleza a dejarse controlar y predecir. Me gusta. Tendría
muy poca gracia que no se equivocaran nunca los hombres del tiempo, ¡ay,
perdón! y las mujeres de la tiempa.
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