FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 12 de junio de 2020

Se lo quitamos a nuestros hijos.


No es la primera vez que me ha pasado en mi vida, pero me alegra y me tranquiliza. Llevo tiempo comprobando cómo no estoy solo en esto de respetar y cuidar el medio ambiente.
A más de uno le puede sorprender esta introducción, pues todo el mundo tiene conciencia de ser muy ecológico y respetuoso con la naturaleza que nos rodea, y puede pensar que soy un “pirao” con una honda deformación de la realidad al creerme muy solo en esta “cruzada”.
Solo no, pero somos pocos, muy pocos, aunque parezca lo contrario, porque lo que sucede es que existe una preocupación por nuestro entorno natural según las directrices de los ideólogos del régimen y de los políticos, con la inestimable colaboración de los medios de comunicación. Y una de las características de esta preocupación es la no proximidad, que se dice ahora. Es decir, nos preocupan asuntos ciertos y preocupantes, pero que están lejos de nosotros, y además sobre los que tenemos muy poco margen de actuación, y sobre todo, que en nada afectan, de momento, a nuestro día a día.
Por ejemplo, puede preocuparnos mucho el futuro de las focas de Madagascar, suponiendo que en Madagascar haya focas, pero importarnos un bledo lo que está pasando justo al lado de casa. Sobre todo porque si me preocupara de verdad eso, igual tendría que cambiar ciertas rutinas de mi vida.
El hecho incuestionable es que la naturaleza está sufriendo severas agresiones. Una de las más graves es el deporte. Y sé que el decir eso no vende, no queda “mono”, entre otras cosas porque aporta cierta vidilla al medio rural, pero esa vidilla es pan para hoy y hambre para mañana. El mundo rural, la España vaciada que se muere, se aferra a un clavo ardiendo, como haríamos cualquiera, por eso entiendo, aunque no comparto, muchas de las iniciativas para sobrevivir que en muchos pueblos se ponen en marcha.
Pero hay indicios de que algo se mueve. Leí hace poco que el parque natural del Guadarrama, ya lo dije en una anterior entrada, va a regular por ley las actividades deportivas restringiéndolas severamente; carreras de montaña, bicicleta, esquí, senderismo, escalada… Aquí al lado, en las Rodanas, o en la sierra de Chiva, han prohibido el paso de bicicletas por los senderos, aunque nadie hace caso, pero prohibido está. En el Pirineo hay una campaña en contra del heliesquí y el helibike, es decir, de subir al personal en el helicóptero a una cima para que bajen en bici o esquiando. En Olocau, algún buen hombre se dedica, y yo le ayudo sin saber quién es, a poner piedras tratando de cerrar los atajos que hacen muchos de los que andan corriendo por los montes y reventando así los senderos…
Las agresiones que la naturaleza está sufriendo a causa del deporte son de unas dimensiones descomunales, pero casi nadie dice nada. El angustioso intento del mundo rural, que como ya he dicho, se coge a un clavo ardiendo para sobrevivir; la inconsciencia e ignorancia de muchísima gente;  los negocios que giran alrededor de todo esto; la complacencia e irresponsabilidad de los políticos que no se atreven a poner el cascabel al gato, porque perderían votos; y el hecho de que el medio ambiente, en realidad, importa un bledo aunque uno diga ser muy ecologista, son algunas de las causas de esta situación.
No soy optimista. Al cambio climático, al deterioro de la capa de ozono, al despilfarro y mala distribución del agua, a la desertización por sobreexplotación del suelo, a los incendios forestales, añadimos, entre otras, los excesos y abusos del deporte en el medio natural.
Porque realmente, la obligación de legar a nuestros hijos un mundo mejor del que recibimos no la estamos cumpliendo. Y la prueba está en ese señor que va con la bici por un sendero por el que su hijo no podrá ir, porque será una zanja. O ese otro, que va a saltos, haciendo atajos por un entorno verde que tampoco su hijo conocerá porque será un pedregal.
Si la gente no es capaz de ver esto que lo tiene a la vuelta de la esquina, cómo va a tomarse en serio otros grandes problemas que conocemos porque nos los cuentan, y cuyos efectos nos parece que poco tienen que ver con nuestra vida.
Por eso no soy optimista.

Observad el sendero a la izquierda y el atajo innecesario a la derecha. Ese sendero tiene cientos de años. Al atajo le queda nada para convertirse en pedregal y romper sendero y ladera. Esto es el valle de Benasque.

En una cima del valle de Pineta vi por primera vez estas pegatinas de una campaña contra estas dos aberraciones. Caras y muy agresivas contra el medio ambiente.

En Francia, al pie del Midí, prohíben el acceso a bicicletas. A destacar el dibujito donde resaltan los tacos de las ruedas que rompen el terreno sobre todo en los descensos.

Aquí, en la Calderona, está prohibido el acceso de las bicis a los senderos.Nadie hace caso, además han intentado tachar la prohibición, pues estoy seguro de que están convencidos de que no hacen daño

En Olocau, alguien, por cuenta propia, las autoridades se inhiben, se dedica a poner pequeñas barreras con piedras para evitar que hagan atajos. Se las saltan o las rompen.

Aquí se ve lo que fue un sendero convertido en zanja impracticable,ya tanto para pedalear como para andar. El agua acabará de romper lo que fue un bonito sendero, que yo conocí como tal. Esto es Serra, en la Caldetona.

Tímidos intentos de las autoridades por evitar estos desmanes, pero tan tímidos, y sin ningún tipo de seguimiento, ni mucho menos de sanción, que no sirven para nada.


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