FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 18 de julio de 2013

Aleix y el refugio de La Honería.

Hay en el valle de Arán muchos, muchísimos rincones “con encanto”, como acostumbran a decir los folletos turísticos. Pero claro, esos “encantos” deben ser bien diferentes según la persona que de ellos goce.
En mi caso, uno de esos rincones es el valle de Torán, y en concreto el refugio de La Honería, situado justo al pie de las vertiginosas y altísimas paredes del Tuc d´Hermer, y envuelto en bosques de cuento, habitados por ciervos, gamos, osos...
El rincón es perfecto, de una belleza y grandeza absolutas; el refugio, humilde y acogedor, como debe ser. Es uno de estos refugios de montaña que pese a estar a pie de carretera, cosa harto peligrosa, mantiene su ambiente de refugio de montaña.
Pero lo que acaba de darle el toque es Aleix, el guarda del refugio. No es joven, pero en él se sigue viendo claro al montañero de toda la vida, que tiene el singular privilegio de seguir viviendo en la montaña, uniéndose así en él, el montañero y el montañés.
La última vez que estuvimos allí, en abril, comiendo una deliciosa sopa de cebolla y un buen plato de chuletas, nevaba, una vez más, nevaba. Y charlando junto al fuego de avalanchas, de osos, de las grandes nevadas del invierno, nos habló de la reciente inauguración de un parque de animales en el valle, junto a la carretera del Portillón. Y nos dijo que, como “hostelero” estaba invitado, pero sonriendo añadió, “Yo no fui, demasiada gente de corbata; yo sólo soy guarda de un refugio pequeñito. Ya iré más adelante.”
Y en ese momento, vi muy claro que Aleix estaba en su sitio. Presentí una coherencia absoluta entre el entorno, el refugio y él mismo. Y me pareció bien, me gustó, sí me pareció muy bien. Y me sentí profundamente identificado con él. Aquello sí es un rincón con encanto.
Bueno, si vais al valle de Arán, podéis acercaros al refugio de La Honería, en el valle de Torán. Eso sí, id con respeto, abiertos a escuchar. Dejaos envolver por el ambiente…No es un lugar cualquiera. Podéis hacer una pequeña pero espléndida excursión que Aleix os explicará gustoso, y luego comer en el refugio.
            Si el día es azul, es precioso, pero si es gris, es ya el colmo. ¡Disfrutadlo!

Los bosques que envuelven al refugio este pasado mes de abril.
Uno de los valles que bajan hacia el refugio.
Otro valle secundario que baja hasta el refugio.
Desde uno de los senderos que rodean el refugio.
El sendero por el que iríais si hacéis la excursión.
Una bonita cascada ameniza la excursión a medio camino.
Contraste entre abetos y hayas nevados, los árboles predominantes.
Isabel saluda al perro del guarda.
Después de comer la nevada se intensificó. Es un mundo distinto.

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