La
calima que tenemos hoy, aparte de enturbiar la atmósfera y dejar un cielo
sucio, como decimos, ha propiciado una extraña puesta de sol.
Es lo
único bueno que ha tenido. Por lo demás, no es sano, lo ensucia todo y si
llueve, es barro lo que cae. Este año el desierto del Sahara se empeña en
recordarnos lo cerquita que está.
Pero lo dicho. Nos ha regalado una puesta de sol rara pero bonita. A nosotros nos ha gustado.
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