Hace
poco, nuestro amigo José Luis nos envió un poema que escribió con ocasión
de nuestras bodas de plata, y nos dedicó. De esto hace casi un año. De hecho,
ese día, el 13 de mayo, en pleno confinamiento, nos dirigió en su blog unas
palabras muy bonitas, pero el poema, por esas cosas que pasan, se quedó oculto
entre otros muchos, y hace algunos días lo descubrió.
Nos
gusta el poema, pero lo que más nos gusta es la identificación que hace entre vida y
amor. Y es que es cierto, el amor crea vida, y la vida encuentra su plenitud en
el amor.
Le pedí permiso para publicarlo en otra fecha señalada, ya próxima, el Día de San Valentín, el Día de los Enamorados. Así que ahí va, casi un año después, pero en una fecha también muy adecuada. Lo titula La vida.
Gracias, José Luis.
Para Isabel y Jesús, recordando su amor; recordando Alpuente, hace 25 años.
Quiero amar la vida,
vivirla hasta su tope
y que se desborde y rebose
por las afueras del corazón,
por el arrabal de mis sueños.
Quiero con ella recorrer
la aventura que nadie imagina:
dando traspiés por las nubes
llegar hasta el azul del infinito
y allí cruzar la frontera
que accede a lo imposible.
Quiero amar la vida.
Sí, ésta que aquí y ahora,
se me oculta y se diluye
como la ribera de arcilla,
que la corriente de un río lame.
Amar la vida sí, vivirla
y besarla y abrazarla
como los amantes se funden
con la misma pasión eterna
con que la vida sigue al amor.
13/5/20
NOTA: El caso es que el poema me sonaba; así que volví a remirar en el blog para ver si realmente no nos lo había pasado, y ha resultado que sí. El 14 de mayo del 2020 lo publiqué ya, o sea que está "repe", pero en este caso va con algún comentario. Y es que entre 2158 entradas es fácil que estas cosas pasen.
15 de febrero de 2021.
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